Este artículo se publicó originalmente en Motherboard, nuestra plataforma dedicada a la ciencia y a la tecnología.La evolución tecnológica de los dispositivos finísimos y modernos que disfrutamos hoy es directamente proporcional al grado en que apreciemos los mastodontes de la computación de antaño. Nadie niega que el nuevo MacBook Pro sea superfino y tenga un biselado precioso, pero nunca será ese agujero rectangular gigante que dejó en tu corazón el Osborne 1, el primer ordenador verdaderamente portátil del mundo (con casi 12 kilos de peso).
Publicidad
Es fácil creer la falacia de que los primeros ordenadores renunciaron a la forma a favor de la función, pero la estética brutalista de la tecnología de mediados/finales del siglo XX da fe de la creatividad de los diseñadores en una época en que las limitaciones constituían todo un desafío. En tanto que obras de arte y dispositivos funcionales, los ordenadores primitivos y sus formas asertivas parecían apuntar hacia una era dorada de la computación. Incluso hoy el retrofuturismo sigue fascinando e inspirando a muchos artistas modernos.Ahora, los nostálgicos de los servidores antediluvianos y las máquinas analógicas están de suerte: el estudio de producción londinense INK acabada de publicar una increíble serie fotográfica titulada Guide to Computing y que hará que te entren ganas de cambiar tu Chromebook por un Harwell Dekatron.Valiéndose de finísimas técnicas de retoques y posproducción, el fotógrafo James Ball (alias Docubyte), infundió nueva vida a estos artefactos históricos. Así, con un estilo evocador de la publicidad de los 60, el libro exhibe estos aparatos tal como se habrían comercializado en su día. Algunos de ellos son incluso anteriores a la llegada de la fotografía en color.La mayoría de estas máquinas no se habían visto todavía en un contexto similar, así que disfrutad de esta espectacular obra retro sobre los inicios de la computación.El Harwell Dekatron, también conocido como el Wolverhampton Instrument for Teaching Computing from Harwell (WITCH) es un ordenador primitivo basado en relés y creado en Inglaterra en la década de 1950. Con un peso aproximado de dos toneladas y media, esta máquina puede verse en acción en el Museo Nacional de la Computación. En 2013, el libro Guinness de los récords lo reconoció, por segunda vez, como el ordenador digital operativo más antiguo del mundo.
Harwell Dekatron
Publicidad
Pilot ACE
EAI Pace (TR 48)
HDR 75
IBM 1401
Publicidad