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Noisey

“A mi manera”: pornografía de la nostalgia

Cantantes en absoluta decadencia apoyándose unos a otros.

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Fe de erratas: cuando empecé a saber de la adaptación española de "The best singers", un programa en el que una serie de cantantes ya en el declive de su carrera conviven durante una semana para interpretar versiones propias de canciones de sus compañeros, pensé y dije que me parecía una mala idea. No lo veía. Quizás porque así planteado, tal cual, su contenido no se corresponde con lo que finalmente ves en pantalla. Ayer, viendo el estreno de "A mi manera", la nueva apuesta de La Sexta para la noche del martes, cambié de opinión: es una buena idea para un formato televisivo.

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Antes de ver su primer capítulo también estaba convencido de que "A mi manera" sería un producto muy decadente y, por lo tanto, un producto divertido, ameno y muy disfrutable. A veces sucede en televisión que un formato te hace gracia y te divierte por motivos muy distintos de los que se le presuponen, y pensaba que este sería uno de ellos. Segunda metedura de pata: ni es decadente, ni irónico, ni sádico ni gracioso. Más bien es aburrido, algo contenido, sosete, como apagado, uno de esos programas de televisión que, para lo bueno y para lo malo, se olvidan durante muchos momentos que están haciendo televisión.

Y este es anti televisivo de narices: en los tiempos de inmediatez y agilidad narrativa que vivimos, ese ritmo artrítico y ese tono de contador de historias alrededor de una hoguera en el bosque te puede matar… de sueño. Y son pocos los programas que deciden renunciar de entrada a un amplio segmento de público: ¿a qué chaval de entre 15 y 25 años le podrá interesar un espacio en el que no conoce a ninguno de los cantantes implicados? De acuerdo que vivimos un momento especialmente favorable para la nostalgia: libros como "Yo fui a EGB" han hecho mucho daño, y este programa es un claro reflejo de esa obsesión por volver a los años de infancia y adolescencia de toda una generación. El tono nostálgico está presente y lo impregna todo, pero no sé, esto sigue siendo un programa de televisión y como tal es nuestra obligación pedirle algo más.

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Hay mucha charla entre los músicos que se ve impostada y preparada especialmente para la ocasión. En estas conversaciones el protagonista de la semana –cada capítulo está dedicado a uno de los participantes–, en el caso de ayer Mikel Erentxun, se dedica a explicar todo tipo de cosas de su vida y su obra. Desde cuánto le han costado las botas que lleva a sus problemas de salud, pasando por todo tipo de anécdotas, vivencias y curiosidades. Es como si de repente viejas glorias del pop español hubieran montado una productora para hacer su propio "En la tuya o en la mía" confiando en el tirón del formato.

Y por último está la música. No vemos absolutamente ningún detalle o seguimiento de la preparación de las versiones. Y está bien que así sea, sabia decisión del programa: el mayor atractivo de "A mi manera" estriba, de hecho, en el factor sorpresa, en el morbo de ver y escuchar cómo los artistas reinterpretan un hit de su compañero. Y en cómo el homenajeado de turno se las ve y las desea para disimular y fingir que esta le ha gustado. Con un factor añadido de cara a las próximas entregas: ayer, con Erentxun, el público medio lo tuvo relativamente fácil para ubicar las canciones y reconocerlas. Pero qué ocurrirá cuando el protagonista de la noche sea Manolo Tena, cuyo repertorio, salvo varios hits claros, es mucho menos identificable para el espectador. A la espera de ver cómo evoluciona el formato, este es el 1x1 de los artistas en su primera aparición.

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Marta Sánchez

Si coges un cagarro de ñu recién salido del horno y lo pones a dos centímetros de la nariz de Marta Sánchez, obtendrás una imagen muy parecida a la cara que puso la cantante durante buena parte del programa de ayer. Hay que ser fan de Marta por cosas como esta: en un formato que valora y premia la reflexión nostálgica, la conversación íntima y la confesión, ella nos dedicó su mejor repertorio de expresiones de aburrimiento, asco y cansancio. Como cuando en "Tu cara me suena" se tomó demasiado en serio sus valoraciones como jurado, sin darse cuenta de que estaba participando en un espacio de humor, y acabó enfrentada con media plantilla del programa. Y lo peor es que su versión de "Una calle de París" fue muy probablemente la mejor y más elaborada de todas las que sonaron en el programa. #teamMarta ganador, por favor.

Sole Giménez

La ex cantante de Presuntos Implicados busca trabajo en la tele. Eso o es que se ha tomado demasiado en serio su papel de entrevistadora profunda. Lo suyo ayer fue pura trascendencia, la vimos intensita hasta el tuétano, agarrándose con todas sus fuerzas al rol de artista reflexiva que quiere ir más allá con sus preguntas, que cuanto te mira a los ojos en realidad te está leyendo el alma. Por momentos se diría que Sole Giménez está aprovechando este formato para postularse como futurible conductora en algún programa de estilo parecido. Convirtió "No puedo parar" en una pieza de blues-pop blanco, limpito y ordenado.

Nacho García Vega

Cuando se pone el gorro de lana negro y las gafas de sol, Nacho García Vega consigue que cualquier transeúnte cambie de acera disimuladamente. Y cuando no también. Ayer fue uno de los más activos en las conversaciones pero también uno de los más perros en el escenario: su versión de "¿Quién se acuerda de ti?" dejó claro que el ex miembro de Nacha Pop no ha venido a "A mi manera" a trabajar más de la cuenta. Ver, oír y cobrar. Lo veo bien, ojo.

Antonio Carmona

Al líder de Ketama este programa le ha venido de maravilla. Por varios motivos: como buen amante de la fiesta y el jaleo, esta semanita fuera de casa, alejado de su rutina, habrá sido una bendición. Cachondeíto con todos los gastos pagados, algo de musiquita y a vivir que son dos días. Y porque también supone una nueva vía de reenganche con una actualidad que le tenía bastante olvidado. Dudo que "A mi manera" reflote o relance su carrera, pero si gracias a ello consigue agenciarse un par de bolos este verano, bienvenido sea. Buscó la emotividad fácil con "A un minuto de ti".

Manolo Tena

Manolo Tena ha tenido peores momentos. Pero seguramente también mejores. Su versión de "Mañana", en todo caso, supuso una importante sorpresa positiva. Para alguien que las ha pasado canutas, pues oye, más que bien. Curiosamente con Tena el espectador se siente en una encrucijada moral interesante: aunque en las conversaciones en las que interviene sufres porque conoces los antecedentes del personaje, en realidad quieres más y más, porque Tena es el único participante del programa con el que no sabes cómo puede acabar la cosa. Y eso siempre es bueno.

David DeMaría

Por estilo, edad y generación, la presencia de DeMaría es un caso difícil de explicar o justificar. Quizás es una pieza para atrapar a un público femenino más joven. Lo desconozco. El caso es que cogió "En algún lugar", una de las mejores canciones de Erentxun, y la vulgarizó sin la menor compasión. Menudo mazacote.

Mikel Erentxun

Se ganó bien el sueldo: puso por las nubes todas las versiones, supo transmitir la emoción del momento, tanto si la hubo como si no, dio un repaso bastante completo a su carrera y desplegó una modestia creativa y artística que siempre es bien recibida por el público. Y el experimento le benefició con mucha claridad: una de las virtudes de "A mi manera" es que gracias a las versiones que se interpretan en el escenario, el repertorio original sale muy reforzado.