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El partido neonazi Amanecer Dorado gana votos en las elecciones griegas

Syriza obtuvo el 35,5 % de los votos, mientras que el partido de derechas Nueva Democracia se ha convertido en la segunda formación en número de votos. El tercer partido en discordia sigue siendo la organización neofascista Amanecer Dorado.
Simpatizantes de Amanecer Dorado. Foto: Menelaos Myrillas-Nick Paleologos/SOOC.

El electorado griego ha devuelto al poder a Alexis Tsipras, pese a una drástica metamorfosis que lo hizo pasar de ser el abanderado contra las políticas de austeridad a convertirse en el líder que ha suscrito uno de los programas de recate más duros con sus acreedores. El partido que lidera, Syriza, obtuvo el 35,5 % de los votos, mientras que el partido de derechas Nueva Democracia, se han convertido en la segunda formación en número de votos, con el 28,03 %. El tercer partido en discordia sigue siendo la organización neofascista Amanecer Dorado (AD), con un 7 % de votos.

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Se calcula que 500.000 personas dieron su voto a una de las formaciones de extrema derecha más violentas de Europa, sobre cuyo líder pesan acusaciones de dirigir una organización delictiva. Según los sondeos, el 16,6 % de los parados griegos votaron por AD, cifra que se duplica en Lesbos y Kos, islas que se han visto desbordadas por la llegada diaria de miles de refugiados a sus costas. «Están jugando la carta de ser el único partido antimemorando y antisistema y se están aprovechando de la crisis de los refugiados y los inmigrantes. Ya no hay simpatizantes de Amanecer Dorado desprevenidos. No hay excusa para nadie. Lo sabemos muy bien», declaró a VICE Aristides Hatzis, profesor de filosofía adjunto de la Universidad de Atenas, antes de los comicios del domingo. Antes de la crisis helena, la extrema derecha había logrado obtener únicamente un 0,5 % de los votos. Hoy, valiéndose de la desesperanza económica y de la crisis de los refugiados, han logrado ser el único partido que no ha perdido poder en número absoluto de votos.

La semana pasada, el líder de la formación, Nikos Michaloliakos, asumió la responsabilidad política de la muerte del rapero Pavlos Fyssas. Muchos pensaron que esto debilitaría al partido, pero el efecto ha sido el opuesto: el partido de extrema derecha ha obtenido más poder respecto a las elecciones del pasado enero (6,99 % respecto a los 6,28 % de enero). «Amanecer Dorado ha dejado de ser un movimiento de protesta para pasar a ser un movimiento de poder», declaró a Star TV Ilias Kasidiaris, portavoz de la organización. Por otro lado, desde el pasado abril, la mayoría de los líderes de Amanecer Dorado han sido procesados por dirigir una organización delictiva. Están acusados de asesinato, ataques armados y blanqueo y tráfico de capitales. El resultado de las elecciones de ayer reflejan una verdad inquietante: que la sociedad helena ha empezado a soportar, si no a apoyar, la ideología fascista y xenófoba y el discurso antisemita.

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«Desde otoño de 2013, cuando la prensa aireó la actividad delictiva de Amanecer Dorado, ha dejado de haber votantes desprevenidos», afirmó el jueves pasado Psaras, periodista y autor de El libro negro de Amanecer Dorado, cuando le preguntamos al respecto.

Si bien los resultados de AD han causado consternación entre los analistas de todo el mundo, lo verdaderamente sorprendente de estas elecciones ha sido el elevado porcentaje de abstenciones. Con un 56 %, la participación en estas elecciones ha sido la más baja en la historia de Grecia, en contraste con el 63,6 % del pasado enero. Esto demuestra la creciente falta de confianza del electorado en la política y el predominio de una sensación de pérdida de la soberanía.

Alexis Tsipras celebrando su victoria. Fotografía por Alexia Tsagari.

Tras meses de intensas conversaciones con sus acreedores, Tsipras dio un giro radical, abandonando sus promesas y aceptando un nuevo paquete de recortes presupuestarios, incrementos de impuestos y otros cambios de la política económica para recibir otros 86.000 millones de euros en ayudas. Pese a que muchos medios griegos opinan que la baja tasa de participación favoreció a Syriza en estas elecciones, todos coinciden en que esta victoria constituye un gran logro personal para Tsipras después de un verano caótico en el que se ha visto obligado a aplicar medidas extremas, como el cierre de los bancos y el límite de 60 euros para los reintegros en cajeros.

Ayer, Tsipras renovó su alianza con Griegos Independientes y su líder, Panos Kammenos, que obtuvieron el 3,69 % de los votos. Durante los próximos tres días deberán formar un gobierno, con el que tendrán 155 escaños de los 300 que componen el Parlamento. No obstante, existe cierta preocupación por la estabilidad del gobierno, en vista de las duras medidas que deberán votarse durante los próximos meses, del precario equilibrio del partido de Tsipras y las frágiles relaciones de este con los líderes europeos.

Tsipras se ha erigido en el «chico malo» de Europa y su victoria representa una voz que suena con fuerza contra las políticas de austeridad impuestas por la coalición europea. Muchos incluso sugieren que este resultado electoral impulsará a otros partidos de izquierdas de Europa, como Podemos o el Partido Laboralista de Gran Bretaña, liderado por Jeremy Corbyn. Según el diario británico The Guardian, las autoridades de la UE reaccionaron a la victoria de Tsipras con agrado mal disimulado. Fuentes de la UE aseguran que es preferible que la izquierda esté en el gobierno, aplicando políticas, en lugar de sublevar a la población en las calles. «Esta victoria se asume con cierto alivio», declaró una persona de la UE.

Los nuevos llegados al Parlamento griego son Vasilis Leventis y su Unión de Centristas. Más conocido por sus apariciones televisivas en su propio programa de debate político que por sus argumentos políticos, Leventis representa la nueva forma que tiene el electorado para ridiculizar la política.