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Cultură

Algunos libros totalmente sobrevalorados

Tendríamos que seguir quemando libros.

Me considero un lector exquisito y es por eso que a veces me pone de los nervios ver cómo la gente alaba ciertos libros que no se merecen ni un párrafo en el Qué Leer. No nos engañemos, la gente lee libros para hacer que el viaje matinal para ir a trabajar a Sabadell sea menos aburrido o para hacerles una foto al lado de una taza de té y subirla a Instagram o a cualquier otro sitio con un comentario tipo “Un domingo por la mañana muy bien acompañado”. Aquí abajo encontraréis unos cuantos libros que han sido aprobados por el exigente gusto literario del pueblo llano. No tengáis miedo en aceptar que éstos son vuestros libros de cabecera, el primer paso para enmendar los errores es aceptarlos.

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“Las partículas elementales” de Michel Houellebecq

Haría falta una cantidad de dinero tan enorme para que me planteara la posibilidad de empezar a leer a Houellebecq que no habría suficiente materia prima en este planeta como para poder imprimir los billetes necesarios para pagarme. Hubo una época en la que todo el mundo leía a Houellebecq y todo el mundo hablaba sobre Houellebecq y en la prensa todo era Houellebecq  y todo en general era Houellebecq. Esa época ya ha pasado y nadie va a pensar que eres un “tipo interesante” por pasearte por los bulevares con un libro de este gabacho.

“Ulises” de James Joyce

¿Alguien en su sano juicio ha podido terminarse este libro? Estamos en la era de internet joder, la era de los tuits, los shares y los likes, NADIE puede leerse un capítulo con más de 24.000 palabras soltadas de una tacada y sin puntuación. Si tienes muchas ganas de follarte a esa chica morena, de pelo corto, con pecas y camisa verde que adora a Magnetic Fields adelante, intenta leerlo, pero me juego mis pelotas (en los últimos años me he estado jugando las pelotas demasiado a menudo) a que no vas a poder. Ningún polvo se merece tal esfuerzo. Tengo varios amigos literatos que incluso han empezado estudios universitarios que no han podido con él, así que no hace falta ni que lo intentes.

“La Biblia” escrita por varios autores.

No entiendo cómo a estas alturas este libro no está en la sección de autores internacionales de ficción. Por Dios, todos hemos ido en avión y hemos sobrepasado las nubes y hemos visto que allí arriba no hay una mierda. ¿Jesús? ¿Espíritu Santo? ¿Resurrección? Cuéntame otra.

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“Amor se escribe sin hache” de Enrique Jardiel Poncela

Coincido plenamente con su forma de entender la vida pero sus novelas son vergonzosas y caducas. El tipo de humor que esgrime –que algunos tildan de humor absurdo- resulta completamente infantil. Tenía grandes expectativas con este caballero ya que me vendieron el libro como un almanaque de humor radical pero lo único que obtuve fue una revistilla de chistes pesados de finales de los años 20.

“Canción de hielo y fuego - Juego de tronos” de George R. R. Martin

Cuando iba al instituto y jugaba con mis colegas a Magic y a Dungeons & Dragons éramos  repudiados por la gran mayoría de nuestros compañeros. Por aquel entonces la fantasía no se llevaba demasiado. Ahora, gracias a la serie de HBO, nuestro mundo se convierte en un producto que toda la plebe adora y la fantasía se convierte en un entretenimiento de consumo masivo. Este tipo es un traidor, es al mundo de la fantasía lo que The Clash fueron al punk, ha popularizado el género y ahora todos nuestros años de sufrimiento se perderán en el tiempo; como lágrimas en la lluvia.

“Cartero” de Charles Bukowski

No hay nada que odie más en este mundo que ese tipo de personas que escuchan a Tom Waits, leen a Bukowski, “beben sin parar” y se visten con un gorro y una gabardina. Seguramente se creen la última esperanza literaria de su pueblo al que ni ha llegado el ferrocarril y bueno, ahora que lo pienso, quizás lo sean.

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“Aullido” de Allen Ginsberg

Me he leído varias veces este libro y nunca le he encontrado la gracia. No sé exactamente dónde está el chiste. O ha envejecido mal y no lo encuentro nada “radical” o es que tengo un serio problema con los homosexuales barbudos enganchados al LSD que pasan más de 20 horas al día en pelotas.

“La campana de cristal” de  Sylvia Plath

Si eres una adolescente que solamente se comunica con sus “amigos de internet” quizás te sientas identificada con esta novela. La verdad es que he salido con varias chicas que se consideraban “fans” de Sylvia Plath y creedme, no hay nada más aburrido que una mamada de unas de esas perras. Tendrían que ver esa película de John Travolta para entender de verdad qué es la soledad.

“The Beatles” (La Biografía autorizada de The Beatles) de Hunter Davies

Como no podía ser de otra forma, la biografía de los Beatles de Hunter Davis está igual de, o incluso más, sobrevalorada que los propios Beatles. Por si no lo sabes, el planeta tierra es un lugar finito, tiene una capacidad limitada, no puede albergarlo todo. Por lo tanto sería muy inteligente desprenderse de objetos que ocupan espacio y que son completamente inútiles, como este libro. Tíralo a la basura y que lo lancen al espacio exterior, en ese hueco de la estantería puedes meter cosas mucho más interesantes, como una pizza congelada o un disco de Sangtraït.