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Arabia Saudí vs. Israel: ¡Guerra cibernética!

El odio se extiende a internet

¿Sabéis qué? Los árabes y los israelís han encontrado una nueva forma de odiarse. Una guerra de hackeo lleva teniendo lugar en Oriente Medio desde que empezó el año. El conflicto lo iniciaron dos tipos: uno que se llama ‘0xOmar’, que lucha por Arabia Saudí y dice ser de la capital, Riad, y otro que se llama, para liarla más, ‘OxOmer’, o lo que es lo mismo, Omer Cohen, soldado del ejército e israelí y a mucha honra. Los dos hombres lideran unas recién formadas legiones de guerreros del teclado en una carrera por desvelar en internet los detalles de las tarjetas de crédito del otro bando y por hacer de sus vidas algo tan tedioso y pesado como sea posible.

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No sorprende, dada la naturaleza de internet, que las amenazas y las groserías se hayan extendido como la pólvora. La semana pasada, después de que se hiciera público un reportaje que afirmaba que a algunos saudís les asusta ahora utilizar cajeros en su propio país, 0xOmar describió cómo iba a “acabar con Israel electrónicamente”. También se jactaba de tener almacenados, a modo de munición, datos de las tarjetas de crédito de cientos de miles de personas, insinuando que podía dejar caer esa bomba cuando él quisiera. Que es exactamente lo que hizo. OxOmer contraatacó publicando en internet datos de miles de tarjetas saudís, calificando su ojo por ojo como un “ataque disuasorio””. No disuadió nada.

El jueves pasado, las webs de la bolsa de comercio de Tel Aviv y El Al (la compañía aérea nacional de Israel) se derrumbaron tras unos ataques de denegación de servicios (DDoS) llevados a cabo por hackers saudís. Poco después, el viceministro de Relaciones Exteriores de Israel, Danny Ayalon, de forma tranquila pero firme declaró que cualquier nuevo ataque online sería considerado un acto de terrorismo. El periódico judío Yedioth Ahronoth se dejó llevar un poco con esa declaración y publicó un reportaje afirmando que Israel “podía hacer explotar casas de hackers saudís por medios electrónicos a través de internet”. ¿Se está cagando en los pantalones 0xOmar? “¡NUNCA!”, escupió cuando un blog palestino le hizo la pregunta. “¡No he pensado en ello ni un momento!” Vaya pavo.

Tratándose de Oriente Medio, las represalias por la bocaza de 0xOmar tenían que llegar: poco después de los ataques DdoS, unos hackers israelís conocidos como “IDF-Team” tumbaron las webs de la bolsa de comercio saudí y de los Emiratos Árabes Unidos. Los dos bandos han seguido intercambiando golpes, y miles de personas tienen sus datos bancarios y de tarjetas de crédito a la vista en pastebin.com. La mayoría de hackers están satisfechos actuando desde el anonimato, pero otros gustan de la espectacularidad; es el caso de uno israelí conocido como ‘Hannibal’.

“Los árabes deberían aprender la lección y no meterse conmigo,” declaró. “El pueblo judío me ha nombrado general de los hackers israelís. Tengo los datos de unos 30 millones de cuentas de mail, diez millones de cuentas bancarias y 4 millones de tarjetas de crédito de árabes de todo el mundo. He recibido miles de mails de árabes suplicándome que deje de publicar sus facturas y hacerles daño”. De su mensaje original se desprendía también que los hackers, por lo general, no sienten ningún aprecio por la gramática.

Los mandamases de ambos países han intentado afrontar los “hackeos de desgaste” con una especie de relaciones públicas / control de daños. Así, a pesar de que Israel equipare estos incidentes con el terrorismo, los saudís han negado por completo que nada de esto esté pasando, y desde los dos países se jura que las brechas en la seguridad de las bases de datos de bancos y compañías de tarjetas de crédito no suponen un gran problema. Supongo que no lo es si eres tan rico que piensas que el West Bank es una habitación de tu palacio que aún no has logrado encontrar y que el House of Saud son unos grandes almacenes que hay calle abajo.