Así eran las casas de los represores franquistas

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Así eran las casas de los represores franquistas

El proyecto 'El mundo de los vencedores', del artista Ignasi Prat, localiza las residencias de los que fueron grandes protagonistas de la dictadura de Franco.

Vista desde la piscina de la fachada sur del Palacio del Canto del Pico, una de les segundas residencias de Francisco Franco Bahamonde, Torrelodones (Madrid)

En 'El mundo de los vencedores' Ignasi Prat utiliza la fotografía "como soporte a una actividad de arqueología basada en la recuperación estética de las casas de los máximos responsables de la represión franquista". Parte del concepto de memoria histórica, de su interés personal por él, para ir un paso más allá.

La clave para este proyecto, que se puede ver hasta el 11 de abril en Addaya Centre d'Art Contemporani de Mallorca , fue encontrar los certificados de defunción, donde se puede ver la última dirección donde vivieron los responsables de la cúpula del gobierno franquista.

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"Me pude hacer con ellos en el contexto de un proceso que se inició en el año 2006, en el que se intentó juzgar al franquismo a través de los que se consideraron los 35 principales responsables de la represión, así que ésta documentación me permitió llegar a las residencias y, además, acotó el proyecto a estos 35 personajes".

VICE: ¿Y cómo surge tu interés por estas residencias?

Ignasi Prat: Surge a raíz de un interés más amplio por la Guerra civil y la dictadura. También por mi predilección por la arquitectura y, más concretamente, por la transmisión de valores personales en la arquitectura.

Háblanos de ese método de trabajo que arranca con las partidas de defunción.

Las partidas de defunción me aportaron la dirección de las residencias pero su localización e identificación, a veces, resulta compleja; hay algunas actas que no detallan claramente la dirección, también hay que tener en cuenta el cambio de nombre de las calles y que algunas casas ya no existen. Los certificados han sido mi principal fuente de información, pero también he obtenido direcciones a través de otras fuentes, principalmente partiendo de búsquedas exhaustivas en Internet. A grandes rasgos, la metodología de trabajo ha sido la propia de una actividad de arqueología que utiliza la fotografía como medio para mostrar el objeto encontrado; primero la localización, luego identificación y finalmente la representación de las residencias.

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¿Has tenido algún problema para hacer las fotos?

A mí me interesaba fotografiar los exteriores de las casas y, lógicamente, este hecho facilitaba bastante la tarea. Las únicas dificultades han surgido a raíz de las sospechas que puede suscitar una persona sacando fotos de casas en barrios residenciales de lujo, este hecho, a veces, me impedía trabajar con la tranquilidad que me hubiera gustado.

Además de fotografías, tu trabajo se complementa con otro tipo de materiales, ¿verdad?

Si, mi aportación principal son las fotografías que he realizado de las casas, pero hay otra documentación que también incorporo según el momento y el contexto en que se exhibe el proyecto. Por ejemplo, una de las formalizaciones del trabajo, la página web, se articula alrededor de un relato que sigue la misma lógica que el proceso de investigación. A lo largo de este relato se pueden consultar distintos archivos; uno con las actas de defunción, otro que recopila una colección de retratos de los altos cargos, otro a propósito de las residencias…

¿Este tipo de residencias perpetúan de algún modo el fantasma del franquismo?

Nuestra realidad política es que nunca ha habido una posición oficial de clara ruptura con la dictadura franquista. Estas residencias son una prueba de ello, que muchas fueran a parar a manos de estos personajes a través de suscripción popular forzosa, regalos de la oligarquía o otras formas irregulares y, actualmente, siguen perteneciendo a descendientes o estos han sacado rendimiento económico de ellas. Hay algunos casos que ejemplifican muy bien esta idea de perpetuidad. Es el caso de la residencia de José Luis Arrese en Corella, población que se constituye prácticamente como un homenaje a éste y a su familia. De esta forma podemos encontrar en la población el Nuevo Estadio Arrese, el museo Arrese, la casa de los A rrese, el parque María Teresa Saenz de Heredia (en honor a su mujer) o un busto del mismo José Luis Arrese en las inmediaciones de la que fuera su residencia.

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¿Has tenido algún tipo de relación con los dueños de las casas después de que vieran tu trabajo?

Únicamente me consta que ha visto el trabajo un familiar directo, pero no he tenido la oportunidad de hablar con él y tampoco he recibido ninguna valoración por su parte.

Cuéntanos, ¿cuál era tu objetivo final a la hora de comenzar el proyecto? ¿Lo das ya por acabado?

Cuando decidí hacer éste trabajo desconocía lo que me encontraría, pero mi 'fantasía' proyectual era encontrar palacios y formas de auto-glorificación 'exóticas' y, en buena medida, ha sido así. El trabajo no está terminado, todavía sigo algunas pistas, pero sí que es verdad que he obtenido una buena representación de las casas de la cúpula franquista y, en este sentido, la urgencia de hacer el trabajo ha disminuido y consecuentemente mi dedicación.

Vista general del Pazo de Meirás, segunda residencia de Francisco Franco Bahamonde, Sada (La Coruña)

Vista desde los jardines de la fachada principal del Palacio del Pardo, residencia oficial de Francisco Franco Bahamonde, El Pardo (Madrid)

Vista general del Cortijo de Gambogaz, residencia oficial de Gonzalo Queipo de Llano, Camas (Sevilla)

Portal interior de la residencia oficial de Ramón Serrano Súñer, Madrid

Vista de una fachada lateral de la residencia oficial de José Luis Arrese, Corella (Navarra)

Fachada principal del bloque de pisos donde vivió Nicolás Franco Bahamonde, Madrid