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Vice Blog

BCN - SAFARI FOTOGRÁFICO DE UN CARTERO

Nuestro amigo G.L. es una de esas personas a las que el 99% de las cosas que atañen a la Humanidad se la traen floja. Tampoco tiene demasiado buen concepto de la misma Humanidad, ya puestos. Nos sentimos honrados de pertenecer, o eso creemos, a ese 1% restante que aún le merece alguna consideración. También le guarda  G.L. algún respeto a su trabajo. No al trabajo en sí, pues lo de ser cartero está infravalorado, sino al hecho de mantenerlo. G.L. agradece recibir una paga cada mes en recompensa a sus esfuerzos matutinos, y por eso prefiere que optemos por las siglas y no por el nombre completo, no sea que algún alto funcionario visite Viceland y le coja a él ojeriza por inmortalizar durante sus trayectos, entre certificado y multa, todo aquello que le parezca chocante, ridículo, absurdo, descabellado y brutote, todos ellos adjetivos que G.L., el cartero del doom, aplica a menudo a esa Humanidad que se la pela. Lo que sigue a continuación es una pequeña muestra del archivo fotográfico de G.L., quince apuntes al natural de lo feo y chungo que es su safari cotidiano. La definición de las imágenes no es precisamente profesional (tomadas con el móvil, vaya), pero es que la realidad, al menos por las mañanas y a ciertas horas de la noche, es así: de baja calidad.

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1. Miseria y oscuridad en los portales de Barcelona. No hay manera de que lo arreglen. Y luego se quejan de que no les pongo las cartas en el buzón. ¿Pero vosotros habéis visto cómo los tenéis, chato?


2. Vaya barrio. ¡Vaya barrio! Tienen la cementera al lado y el río Besós podrido. Las quejas son interminables pero nadie hace nada. Cuando voy por ahí no huele mal pero los problemas de salud están presentes.


3. En el talego tienen tiempo libre. ¡Mira qué carta! Así tendría que escribir todo el mundo. ¿Censura? No creo. Salvo con el Rey, con él no te puedes meter. Pero con estas cosas no hay problema.


4. Gran verdad. Esta pintada me la encontré dentro de un portal. Se deduce que es un extranjero que por el motivo que sea no ha mojado. Bueno, es igual: viva la libertad de expresión.


5. Esta es buena. Estaba en un depósito de agua en Montcada. Cuando subes por el caminillo del cementerio te lo encuentras de cara. Yo no sé si Jesucristo me ama, pero si lo hace lo disimula muy bien, la verdad.


6. En la calle Petritxol. No es que haya un puticlub, es el interior de un bar restaurante. Está claro que la clientela se fija en quién entra y qué hace. Bueno, todo el mundo tiene que comer, ¿no?


7. "Maricón puta vende". Si lo repites varias veces parece un mantra. ¿Y qué vende? ¿Es maricón o es puta? ¿Qué hago yo aquí? ¿Hay vida inteligente en el espacio? ¿Hay vida inteligente en determinadas calles de Barcelona?

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8. Este vecino está hasta los huevos del perro del 6º2ª. La dueña del animal pasa de todo. El vecino pone otro cartelito y al día siguiente ya no está. El perro sigue ladrando. Reitera los mensajitos. Se los vuelven a quitar. Y el perro ladra. ¡Qué juego más divertido!


9. Se entiende que no quieran madera, seguro que abulta lo suyo, pero, ¿la nada? La nada es un concepto filosófico, la ausencia de todo, la vaciedad, una forma de absoluto, la integración en el cosmos y la anulación del yo. Tranquilo, que no te la llevaremos. No la sabrías apreciar.



10. Enterados. Faustino es una buena pieza. Camina por la otra acera, se apropia de lo ajeno, no dice la verdad y no tolera el agua. Lo que pasa es que, si es así, ¿no sería mejor no hacerle caso, pasando de enviarle cartas? Cuánto amor. Y falta la H.


11. Aquí también falta la H. Menuda letra. La típica letra tocahuevos, que no se pronuncia pero debe estar. Como tanta gente en las reuniones de vecinos, que no dicen nada pero quieren estar, sólo por tocar los huevos. A todo eso, el autor de tan sutil mensaje quizá tuvo un encuentro desafortunado con una señorita con más secretos de los que al principio parecía.


12. ¡Hostia con la H! ¿O era "Ostia"?


13. "Direccion incorrecto inconecido ombre". Lo hemos pensado mucho pero no se nos ocurre nada que decir. Simplemente nos
echamos a llorar. De risa.


14. Hacer cumplir la ley acarrea odios. A la policía autonómica se la recibió bien al principio pero, ¡Ay amigo! En cuanto te ponen la primera multa se acaba el idilio. A juzgar por lo directo del mensaje, tuvo que ser de las gordas.



15. Esta no la tomé mientras trabajaba sino una noche, estando de fiesta. Iba bastante borracho, la verdad, pero no pude dejar de fijarme en la pintada porque era bien grande. En una sola foto no me cabía. ¡Menudo bicho debe ser el tal Simón! ¡Contenta estará su madre!