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Azul como el mar azul

Es muy probable que Cristian Castro nunca asome por el BLU ROOM.

La teoría de que si haces el sexo o el amor antes de un concierto pierdes dos tonos de voz, hacen de Cristian Castro un visionario. Pero ni esa sabiduría ni la poesía que desprende su canción "Azul" le hacen merecedor de acceder al BLU ROOM. No por nada, eh, pero esto es un espacio multidisciplinar de colaboración creativa para gente de la vanguardia. Y eso a Cristian le va grande. Esto es un lugar que, durante todo el año, alojará a diferentes artistas uniendo fuerzas y sinergias para, cada mes y medio, exponer el resultado de su trabajo en un BLU DAY que nadie se querrá perder. Diego Hurtado de Mendoza es el director creativo de esta residencia de talentosos. Hazte a la idea: en la inauguración de este nuevo local (Loreto y Chicote, 7) en Madrid vimos obras de Puño, LOTOCOHO, Nicolai Troshynki o Marcela Mansergas. Vimos también a unas personas que no llevaban bañador largo transparente como Cristian, pero que están haciendo cosas muy ricas. Ilustradores, diseñadores, fotógrafos y músicos que -como dice Risto Mejide- no buscan trabajo, sino que lo crean. “Utiliza el verbo crear. Utiliza el verbo reinventar. Utiliza el verbo fabricar. Utiliza el verbo reciclar. Son más difíciles, sí, pero lo mismo ocurre con todo lo que se hace real. Que se complica”. Risto sí es probable que asome por el BLU ROOM. Y le haríamos la ola. Una ola azul.