Casetes para hacer serpentinas

Caleiah no tiene nada que ver con Ekkaia. A los de Caleiah les gusta mucho Ekkaia pero ahí se acaba todo. En realidad Calaiah viene de ‘caleya’, que en asturiano significa camino sin asfaltar. Casta y James dejaron atrás les vaques y se mudaron a Madrid. Luigi y Cuco, la otra mitad del colectivo, tenían envidia de no ser de la tierra de la sidra. De aquel amor-odio surgió un pequeño gran sello que se estrenó con Antigua y Barbuda y hoy hace del underground un lugar más acogedor. Etiquetarlos de emos o screamos es quedarse corto, porque su dieta punk y hardcore incluye papillas de Revelation o SST y carballones rellenos de No Idea y Dischord. ¿Youth crew? ¿Crust? También. Child Meadow, L'hereu Escampa y un vinilo de Ulises Lima son sus próximas referencias.

Vice: Se podría decir que sois unos recién llegados, pero ya habéis calado hondo.

James: Caleiah empezó como muchas de las cosas de la vida. Nos liaron. O nos liamos, no lo tengo claro. La nuestra es la historia de llenar un vacío interior haciendo algo por la música, el underground o el DIY, como tú lo quieras llamar… El objetivo era no sólo ser espectadores sino parte activa de la escena, ese término maldito. No llegar a ningún lado sino disfrutar de un camino que recorremos con ilusión. Conocer a gente que se va uniendo y que hace que ese camino sea bonito. Eso es la leche. Esa puede ser nuestra meta.

Describe un poco ese camino.

Bueno tienes que pasarte el verano de festival en festival con la distri a cuestas. O sobrevivir a la gira de Hurricäde, en la que no hacían más que caerse fechas pero que al final conseguimos que saliera adelante. Cada vez que montamos un concierto, tenemos una reunión o contactamos con un sello para nosotros es un momentazo. El fin es dar cabida a bandas que nos parecen la leche, formar una familia y tirar todos para alante.

¿Hay otros colectivos con los que compartáis más o menos la misma filosofía?

Hay mucha gente trabajando en cosas parecidas. Noisyndicate de Asturias son un poco como nuestros padres en esto. Saltamarges en Cataluña, la gente del Takio en Cantabria o los 13 Monos de Salamanca, son gente que lo pelean para que estar en el underground sea algo de lo que estar orgulloso. Muchas de nuestras bandas, como Hurricäde, se lo pelean igual que si fueran un colectivo.

He visto que tenéis twitter… ¿Qué mensajes metéis ahí dentro?

Yo soy más de registrar los mensajes en una grabadora pero estos chicos son unos modernos. De todas formas creo que dicen cosas interesantes y anuncian referencias nuevas o conciertos.

Si Casta y tú fuerais de fuerais de la misma estatura, sería difícil diferenciaros. También a Jano, aunque no sea miembro oficial. ¿Sois trillizos?

Jajaja. Jano, al igual que otros muchos forajidos del norte, es un buen amigo nuestro de toda la vida. Le conozco desde los diez años y siempre ha estado ahí, para lo bueno (anda que no le gusta la parranda) y para lo malo. Al igual que otros tantos, cree en Caleiah tanto o más que nosotros.

Tu nombre es Jaime López-Dóriga Juanes. ¿Procedéis todos de familias acomodadas?

La verdad, desconocemos a nuestras familias. Se me olvidó mencionar que nos adoptaron y crecimos en los peores tugurios de Asturias y Madrid. Lo de López-Dóriga es todo pose, porque a la hora de la verdad… Jano nos recogió en la caleya y nos paseó por los bares.

Hace unos días vi a una chica muy pija con una bolsa de tela de Caleiah.

Lo de las bolsas es como cuando haces papeletas para el viaje de estudios. Pones toda la ilusión del mundo, la gente lo compra y de repente te dicen que han visto a una señora de camino al gimnasio con un bolso Caleiah (supongo que la madre de alguno de nosotros). Caleiah es algo muy personal y nadie lleva la bolsa porque sí. Tiene un fin y eso me gusta. Ver a alguien que no conoces con una de estas bolsas es lo máximo la verdad. Es como ver una parte de ti. En serio, ¿eh?

¿Y qué queréis representar con el logo este que parecen tres rastas?

Jajajajaja. Son tres caminos que discurren paralelos. Un poco como los tres preceptos que tenemos en el sello y representan eso, tres caleyas. Los tres preceptos es hacer las cosas de corazón, sin esperar nada a cambio y sobre todo hacerlas bien.

Espero que los casetes de L'hereu Escampa se vendan tan bien como los bolsos.

En el caso de los casetes se trata de comprar algo limitado, hecho con cariño y una especie de pieza de colección. Para escuchar el disco lo puedes descargar en el bandcamp en una calidad riconuda. Lo bueno de las cintas es que puedes hacer serpentinas con ellas

¿Y cómo se hace eso?

Es una actividad la mar de divertida. Lo primero es conseguir una cinta idónea. La TDK de 90, muy clásica, es perfecta. Buscas una superficie dura, apoyas la cinta y, con precisión y mala leche, la revientas. Una vez que has hecho eso, extraes la cinta del amasijo de plástico que queda tras la destrucción de la carcasa y.. ¡voilà! Ya puedes pillar el carretito y tirarlo sobre lo que más rabia te dé. Creo que voy a empezar a impartir talleres.

No puede ser tan sencillo.

Es que no lo es. Es como tocar Smoke on the water. Parece que cualquiera puede pero ¿quién lo hace igual que Deep Purple?

Todos los músicos callejeros lo hacen clavadito a los Purple.

Pues entonces yo tengo un vecino que debería estar más tiempo en la calle tocando. No pasa del primer riff.