Intenté convertirme en cirujano en una hora con ayuda de internet

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Intenté convertirme en cirujano en una hora con ayuda de internet

Después del Brexit, la nueva apuesta de los conservadores británicos es que el Servicio Nacional de Salud (NHS) sea 100% británico y no se contraten a profesionales extranjeros.

A lo largo de mi patética y enfermiza vida, he pasado por las manos de varios médicos y cirujanos, de quienes me atrevería a decir que la mitad eran originarios del Reino Unido. Una persona que parece tener un gran problema a este respecto es Jeremy Hunt, el político del Partido Conservador responsable del Servicio Nacional de Salud británico. Por lo visto, este señor está harto de que haya médicos extranjeros que se dediquen a atender y ayudar a los más desfavorecidos del país, y preferiría que fueran facultativos patrios, con la Union Jack estampada en la bata, los que practicaran la cirugía a sus hijos.

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Durante una charla en una conferencia del Partido Conservador, Hunt declaró que en diez años el sistema nacional de salud británico (NHS) sería "autosuficiente" y no sería necesario contar con médicos extranjeros. Sí, esas personas de Francia, Egipto y Brasil que destacan por ser las mejores en el mundo ayudando a la gente. ¡Claro que sí, deshagámonos de ellas!

Por supuesto, las posibilidades de que eso ocurra en estos momentos son muy remotas, gracias al mismo hombre que ha hecho esa declaración. Resulta que la propuesta de Jeremy Hunt para la contratación de nuevos médicos en formación ha sido suficiente acicate para que varios médicos británicos hayan decidido hacer las maletas y dejar el país. Y ¿cuál es el plan de Hunt para evitar que se vaya el resto? Amenazar con multas a quienes se les pase por la cabeza trabajar en el extranjero una vez completada su formación.

Todo un percal, en resumidas cuentas. Pero hay que hacer algo al respecto, porque si con el Brexit la gente de fuera lo va a tener cada vez más complicado para venir aquí a trabajar y va a disminuir el número de personas que estudien medicina, al final no va a haber médicos que puedan mirarme mi problema de pies cavos. Así que decidí anticiparme a los acontecimientos y ponerme manos a la obra para solucionarlo.

Teoría

Teniendo en cuenta que no me queda mucho tiempo antes de que el Reino Unido se quede sin médicos y se me llame a ocupar mi plaza en alguno de los muchos hospitales del país, me veía en la obligación de absorber toda la teoría en un plazo muy breve. La mejor manera de aprender cosas rápidamente es leer en diagonal las entradas de la Wikipedia. Y eso hice: abrí un montón de pestañas sobre diferentes partes del cuerpo, enfermedades y cosas de ese tipo. La verdad es que aprendí mucho.

Luego recurrí al magnífico portal QUIZWOW para poner a prueba los conocimientos recién adquiridos. QUIZWOW me planteó preguntas verdaderamente difíciles y tuve que estrujar mi cerebro clínico para llegar al fondo de las mismas. Un ejemplo:

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¿Que significan los pefijos hemo- y hema-?

Al final salí airoso, gracias a mi capacidad innata para retener terminología médica. El resultado de la encuesta me acreditaba como "apto", y reconozco que tenía razón.

El siguiente cuestionario, en cambio, no fue según lo planeado. Las preguntas eran más difíciles y me hicieron sentir ínfimo e irresponsable, exactamente lo opuesto a cómo debería sentirme si tenía que asumir la responsabilidad de extraer un coágulo del cerebro de alguien, por ejemplo.

El cuestionario concluyó que no era apto para la práctica médica. Pero, ¿qué cojones es esto? ¿Estás insinuando, cuestionario, que no estoy capacitado para formarme como médico en tan breve periodo de tiempo y que podría suponer un peligro para los pacientes a los que tuviera que intervenir? Todo eso me suena a verborrea derrotista. Verborrea derrotista y paparruchadas sin sentido.

Consciente de que no todo el mundo se desenvuelve con la misma facilidad con el aprendizaje teórico, consideré oportuno complementar mi formación con algunos ejercicios prácticos con la ayuda de un sitio web en el que se explicaba detalladamente el proceso de una intervención a corazón abierto. ¿Quizá yo fuera una de esas personas capaces de aprender con el método kinestésico y me bastara practicar un par de incisiones en un bocadillo y ya estaría preparado para llevar a cabo cirugía invasiva?

Práctica

Armado con un cuchillo y un viejo botiquín lleno de vendas y otros artículos, ya me encontraba en disposición de descuartizar algo y volver a recomponerlo. Pregunté a mi compañero de trabajo si quería ofrecerse para que le hiciera unos cortes en el brazo con la promesa de volver a colocarle la carne que le retirara, pero llevaba puestos los auriculares y o bien no me oyó o bien no quiso oírme, pero en cualquier caso no obtuve respuesta. Opté por intervenir a un bocadillo que compré en el colmado de abajo.

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Lo llamaremos Pete. Pete tiene un tumor benigno en la cavidad pectoral. Desconozco a qué está adherido, pero probablemente sean los pulmones o el corazón. Es mi deber escindir ese mal, esa peste negra que le consume por dentro.

Practiqué un corte en el plexo solar de Pete, que emitió varios grititos, pero nada que no haya oído ya un médico en prácticas como yo, cuando solíamos inyectarnos sustancias paralizantes unos a otros por pura diversión.

Conecté la máquina de derivación cardiopulmonar, representada en este caso por el cable de los auriculares Beats by Dre, y procedí a extraer el tumor. Era de tamaño considerable, pero por suerte yo estaba ahí para salvar al pobre desgraciado y supervisar su convalecencia…

Hasta que me olvidé completamente de él, como debo hacer con todos mis pacientes, porque es contraproducente implicarse demasiado emocionalmente con ellos.

Cosí a Pete y lo envolví en una de esas mantas que los médicos suelen dar a la gente que acaba de ser rescatada de una casa en llamas o que aparece sentada en la parte trasera de una ambulancia al final de una película, hablando de lo ocurrido mientras toma una taza de chocolate caliente.

Graduación

Pues ahí lo tenemos: un par de cuestionarios online, un poco de práctica y un diploma otorgado por un sitio web de dudosa reputación me han convertido en el Dr. Joe Bish, especialista en oncología. Hubo un tiempo en que estaba a favor de mantener a toda la plantilla de médicos extranjeros que tan duramente trabajan en nuestros hospitales y centros de salud, pero ahora que yo también soy facultativo, creo que podemos prescindir de todos ellos.

A los que me miréis con envidia, os diré que si jugáis vuestras cartas bien, quizá también podríais obtener una titulación médica.

@joe_bish

Traducción por Mario Abad.