FYI.

This story is over 5 years old.

Comida

Cómo es vivir comiendo cosas crudas

Hablamos con Cristina Muñoz, crudivegana y Health Coach, sobre alimentos sin cocinar, liberar toxinas, ayunos y encontrarse a sí mismo.

Cristina Muñoz abrazó hace relativamente poco tiempo el crudiveganismo y ahora ha hecho de esta filosofía, no solo alimentaria, el centro de su vida. "Yo salía, fumaba y bebía los fines de semana. Era vegana, pero llevaba una vida muy loca. Tuve un problema hormonal y empecé a alimentarme de una manera natural, motivada por el ansia de descubrir métodos para curarme. Me habían recetado pastillas, pero yo ya había tomado la decisión de quitarme todos los tóxicos. Empecé a hacer yoga, a conocerme a mí misma, y eso me hizo cambiar de hábitos. Todo eso resultó, al final, en un cambio de conciencia".

Publicidad

Comenzó a investigar temas de alimentación y recorrió distintas teorías a propósito de la alimentación hasta quedarse con la más natural, como ella misma define al crudiveganismo. Y comenzó a trabajar no solo con su cuerpo, sino a nivel profesional. "Cuando algo conecta contigo y se convierte en tu pasión, le dedicas muchas horas y llegas a ser un experto. Decidí abrir mi blog y también seguir estudiando. Al año dejé mi trabajo para dedicarme a esto. Hice un curso de Health Coach y a los dos meses, en enero de 2014, ya estaba con los talleres y los cursos. Y ahora estoy con un modelo de negocio más grande, como lanzar productos, programas online y seminarios más grandes".

VICE: No tengo ni idea de lo que es el crudiveganismo, por eso quiero hablar contigo, ¿por dónde empiezo?

Cristina Muñoz: Realmente, la comida cruda viene de la filosofía higienista, alimentarse de lo que nos da la naturaleza. Todo lo que genera toxinas en nuestro cuerpo porque está procesado es el origen de un montón de enfermedades. Está filosofía siempre ha estado y ahora, por suerte, ha vuelto. Antes no era tan necesaria, porque nuestros abuelos, aunque comían carne, tenían estilos de vida muy naturales y no había tantas enfermedades que ahora se sabe que son consecuencia de una forma de vida tóxica. En contraposición a la comida procesada, drogas, tabaco o alcohol, está surgiendo el otro lado. El crudiveganismo, más que una forma de alimentarse o una dieta, es una filosofía de vida que incluye la alimentación. Y lo más natural es lo que se toma directamente de la naturaleza, sin procesar, ni cocinar. Es un tipo de alimentación que tiene muchos nutrientes, por otro lado no intoxica y también te depura para estar en tus mejores condiciones físicas y mentales y también en sintonía con el medio ambiente y los animales. Incluye frutas, verduras sin cocinar, frutos secos, semillas, algas, germinados o superalimentos. No vivimos a base de lechuga y zanahorias, aunque es lo que piensa la mayoría (risas). Es una cocina con un montón de posibilidades: espaguetis, lasaña…

Publicidad

¿Lasaña sin pasar por el horno?

Claro. Sin cocinar. En vez de pasta, cortas calabacín en laminas y puedes hacer un relleno de champiñones macerados, salsa de aguacate y tomate. Es una cocina que no es para nada aburrida. En mi día como muy simple. Por ejemplo, un batido al que le meto cinco o seis plátanos y hojas verdes. Pero también me puedo hacer un plato de pasta con calabacín.

¿Haces las cinco comidas que se recomiendan?

Al contrario. Este estilo de vida también incluye la optimización de recursos energéticos de tu cuerpo. Está demostrado que tenemos más energía comiendo menos veces, porque la digestión nos roba mucha energía. Si lo que queremos es tener más energía, yo planteo comer de dos a tres veces al día, comer más cantidad pero de cosas que no sean densas. Soy partidaria de los ayunos, tanto de agua como a zumos. Durante los ayunos se experimentan unos niveles de energía altos, porque tu cuerpo no está gastando en la digestión. En la sociedad moderna se come solo porque se tiene hambre, no se piensa en la nutrición que va a aportar, en los tóxicos.

¿Y el ayuno está dentro de la filosofía crudivegana o es algo tuyo personal?

No todos los crudiveganos hacen ayuno, pero sí que dentro de un estilo natural se practican muchos detox. Una palabra que está de moda, cosa que me alegro, y se suele hacer a zumos. Incluso hay empresas que te los venden hechos. Si no ingieres cosas sólidas, tu cuerpo -tu hígado y tus riñones- en vez de estar ocupados en funciones digestivas, se ponen a eliminar las toxinas que todos tenemos acumuladas de años. Estas detox a zumos también están consideradas como ayuno y puedes hacerlas de forma intermitente. Por ejemplo, no ingerir sólidos hasta la hora de comer, solo zumos, o puede ser un día, una semana o un mes.

Publicidad

¿Un mes sin alimentos sólidos?

Yo conozco a gente que ha estado tres meses tomando solo zumos. Ten en cuenta que llevan fruta y verdura. En un zumo te puedes tomar un kilo y medio de fruta y verdura, así es imposible que te falten nutrientes. La primera pregunta que se suele hacer es: ¿Pero no me van a faltar nutrientes? Pues no. Le faltan al que se alimenta a base de pasta, carne y comida procesada.

¿Adelgaza llevar una dieta crudivegana?

Sí.

¿Puede haber una persona crudivegana con sobrepeso?

Practicar el crudiveganismo no es sinónimo de estar bien alimentado. Lo ideal dentro de una dieta de este tipo es basar tu alimentación en frutas, verduras, mucha hoja verde y poquita cantidad de frutos secos y semillas. Mucha gente, cuando empieza, basa su comida en la densidad, en los frutos secos que engordan muchísimo. Son todo grasa y son indigestos, deben de ser lo accesorio de la comida. A mí me pasó, te haces crudivegano de un día para otro, no le das a tu cuerpo una transición y tienes ansiedad. A tu cerebro cuando le prohíbes cosas le sale la parte instintiva. El fruto seco tiene el componente de masticar y se convierte en sustitutivo para el cerebro de los cereales o la pasta. Por eso las transiciones tienen que ser poco a poco, y no llegar al 100%.

Si me quiero unir a tu filosofía, ¿por dónde empiezo?

Lo primero que te diría es que no hace falta hacerse crudivegano para disfrutar de los beneficios de una alimentación alta en frutas y verduras. La filosofía es muy bonita, pero primero hay que tener en cuenta en qué punto estamos cada uno. Si alguien lleva 30 años de su vida fumando, tomando drogas, medicamentos, comiendo carnes, harina y azúcar, va a tener un organismo muy intoxicado. Como lo tenemos la mayoría. Si cambias de alimentación de un mes para otro, tu cuerpo comienza el proceso depurativo, la liberación de toxinas. A mí se me llenó la cara de granos, me hinché mucho, porque los cambios bruscos desestabilizan el metabolismo. Los cambios hay que hacerlos muy poco a poco. El alimentarte a base de frutas, que es ideal, no es lo óptimo. También saber en qué punto estamos a nivel mental. Hay que ir poco a poco. No te hagas crudivegano si fumas y bebes o tomas medicamentos. Primero dejas el trigo o los lácteos y vas introduciendo alimentos más limpios, que no generan residuos tóxicos. Pero despacio, para que todo fluya.

Publicidad

¿Es una dieta cara?

Por suerte quien quiere alternativas las encuentra. Lo primero que te tienes que plantear son las prioridades en tu vida, para dedicarle los recursos necesarios tanto en tiempo como en dinero. A mí me hace gracia la gente que dice que no se puede permitir pagar tres euros el kilo de una fruta y le veo con una copa de diez euros el fin de semana. No digas que no puedes, di que prefieres gastarte el dinero en otra cosa. Tampoco tienes que comprarte los superalimentos, las semillas o los dátiles, puedes vivir a base de frutas y verduras a ser posible ecológicas. Una vez que entras en este estilo de vida, vas dando pasitos.

¿Existen contraindicaciones?

Hay alguna, entre comillas. Los alimentos naturales no están contraindicados, el problema está cuando empiezas a eliminar muchas toxinas si lo haces de golpe. A mucha gente le pasa, sobre todo con el tema de la ansiedad. Tu cerebro instintivo tarda en acostumbrase. Lo más importante es que dentro de un estilo de vida limpio no debes hacerlo desde el miedo, porque nuestra mente genera enfermedades a partir del miedo.

Si me invitas a cenar a tu casa, a mí que no soy crudivegano, ¿cuál sería el menú?

Ahí siempre recurro a mis clásicos para sorprender. Entiendo que la gente que come carne, no solo come carne. Por principios yo no la voy a cocinar. Suelo hacer varios platos que baso en sustitutivos. Por ejemplo, una tabla de quesos crudiveganos, a base de semillas y de frutos secos; cosas con sabores intensos y salsas; makis, en el que en vez de arroz uso coliflor triturada que simula la textura del arroz, y luego lo relleno con salsa y verduritas; pasta crudivegana con calabacín y una salsa de tomates secos y albahaca; queso rallado con almendras, sal del Himalaya y levadura nutricional; salsas como humus, guacamole, paté de zanahorias, curry o crackers, el sustitutivo del pan que hacemos en la deshidratadora (máximo 42 grados) o al sol en verano.

Y con esto, ¿quedas bien alimentado?

Todos los nutrientes están en la naturaleza. Muchos vegetarianos no están bien alimentados porque basan su dieta en harinas o cereales, pero sí lo estarás si lo haces con frutas, verduras, cereales sin gluten. Estamos hablando de superalimentos que tienen más hierro que la carne y más calcio que la leche, son altos en vitaminas y minerales. Es hipernutritiva. Pero tu cuerpo tiene que aprender a sintetizarlos, cada caso es diferente. Con la vitamina B12 es donde está la controversia, pero la deficiencia afecta igual a omnívoros que a veganos. Lo mejor es hacerte análisis y si hay falta de esta vitamina la solución es suplementar. Aunque los análisis ahora mismo nos indican un 10% de nuestro estado de salud.