El 3-D era para algunos una fecha especial, digna de tener su propia entrada en Wikipedia y, por qué no, en los anales de la historia. Me refiero al sábado 3 de diciembre, el día que se puso a la venta la segunda versión de la Monsieur Cuisine Plus, también conocida como "la Thermomix del Lidl" o como "el príncipe estoico". Bueno, esto me lo he inventado —evidentemente— pero es lo que me viene a la cabeza cuando visualizo este aparato mágico. Miradlo.
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Es que joder, Lidl juega fuerte, ya lo sabemos. Lo que empezó como una cadena de supermercados de precio reducido se ha convertido en un auténtico fenómeno de culto. A estas alturas nadie puede negar la existencia de esa tribu urbana llamada "los fans del Lidl", personas de todas las edades que disfrutan y viven con devoción —a veces, porque no decirlo, con enfermiza devoción— las novedades del gigante azul, amarillo y rojo. Nadie negará la capacidad de fidelización que manejan estos tipos. El amor que desata esta cadena de supermercados, con sus productos limitados y sus semanas temáticas, es parecido al que consiguen despertar sellos como Sacred Bones o Captured Tracks,) con una base fiel de seguidores que respetan y disfrutan la cuidada selección y dirección de arte de estos sellos y que le dan especial valor a las tiradas especiales limitadas. De la misma forma, Lidl logra generar un interés constante a base de incentivar al consumidor con nuevos y extraños productos —puedes encontrar desde chorizo a una guitarra eléctrica— de poca permanencia en las estanterías, productos, casi siempre, baratos —una Thermomix real cuesta alrededor de 1.000 euros, la Silver Crest del Lidl 229 euros— pero también de una supuesta calidad, pues siempre existe esa creencia extraña que se ha incrustado dentro de nuestro cerebelo de que "como es alemán será bueno".Además, esta ocasión era especial, pues no tenemos que olvidar que aquí colisionan dos mundos muy potentes: Lidl y Thermomix son dos conceptos, dos realidades que, unidas, juntan una cantidad ingente de seguidores.
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Cuando se anunció la fecha de salida del nuevo artefacto cocinero internet estalló. Empezaron a aparecer reseñas, divagaciones en foros de cocina y un nerviosismo general en las páginas de Facebook dedicadas a la Monsieur Cuisine, donde ya se empezaba a comentar que ese día —el 3-D— habría que acercarse temprano a Lidl para hacer cola y no quedarse sin un ejemplar del robot de cocina. Ante tal pasión no pudimos si no acercarnos al Lidl la mañana del sábado 3 de diciembre —antes de que abriera el supermercado— para vislumbrar lo que allí acontecía.
EVA, 41, GERIATRA
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¿Cómo puede ser que las comprasen ayer? ¿No se ponían hoy a la venta?Sí, sí, esta mañana una ya estaba haciendo membrillo con ella. Pues fueron al Lidl, antes de cerrar, y vieron a los reponedores que las estaban colocando y les preguntaron si las podían comprar y les dijeron que sí y se las llevaron. Era cuando estaban llegando los camiones.¿Y a través de Facebook puedes ver cómo va el asunto en otros Lidls ahora mismo?Bueno, yo he puesto que ya he llegado aquí, que yo era la séptima pero por ejemplo en Terrassa iban por la cuarenta y dos. O sea, cuarenta y dos personas en cola. Y una chica que está en Marbella, que se pensaba que no habría nadie, dice que cuando ha llegado a las ocho de la mañana había treinta personas.Ya que sabes tanto yo te pregunto. ¿Cuántas unidades tiene cada supermercado?Por lo que nos ha dicho una chica que trabaja en Lidl, cada Lidl pequeño tiene unas cuarenta/setenta unidades y las grandes pueden llegar a tener 100. Lo que pasa que otra chica que fue a preguntar no le dieron la misma información, depende de lo amable que sea la persona que te atienda.Supongo que normalmente eres clienta del Lidl.Sí, soy clienta del Lidl. Compro muchas ofertas y muchas cosas.¿Y alguna otra vez habías venido a hacer cola por la mañana, antes de que abrieran?Sí, sobre todo cuando ponen cosas de artesanía, de esquiar o cuando sacaron los cascos. Alguna vez he pedido libre por la mañana en el trabajo para venir a comprar algo interesante.
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¿Como por ejemplo?Para los cascos de moto. Me pedí la mañana libre. Luego mi marido trabaja cerca de un Lidl y como tiene que pasar todos los días si ve que no hay mucha cola pues también se queda. Si es algo que me gusta mucho se queda y me lo coge.¿Cómo os estáis organizando en esta cola?Pues cuando llegas pidas la vez, del último que va, y la gente que va llegando pues va pidiendo la tanda. Hoy somos muy cívicos pero luego también es verdad que hay días que no, que entras y la gente entra en marabunta y no respeta cola ni respeta nada.¿Tú has visto alguna vez una reyerta de estas?Sí. Sí, sí, sí, me ha pasado alguna vez. Sobre todo con cosas de San Valentín o cosas así que hay muy poquitas. Mucha gente lo hace para revenderlo, pasó con el vino. Vinieron unos indios y querían llevarse un montón de una oferta que había de vinos y una chica del Lidl les tuvo que decir que no podían llevarse tantas, que era una por persona. Esta norma no suele aplicarse nunca —tú te puedes llevar las que quieras— pero como hubo tal follón, la chica de aquí, que yo la conozco, no le permitió a esos indios que se llevaran todo ese vino. Es que se llevaban un carro hasta arriba de vino.¿Y hoy dejarán que te lleves más de una Thermomix?Pues no lo sé, al ser electrodomésticos es diferente. El año pasado yo vi que la gente se llevaba dos o tres en un carro.¿Y alguna vez has hecho cola para comprar algo? Qué no sea aquí en el Lidl.
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Yo por muchas cosas, soy muy forofa. A veces en el Mercadona, cuando llegan las cosas nuevas de Navidad. Yo es que hago cola por todo.
ANTONIO, 63, JUBILADO
EDURNE, 36, DELINEANTE
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No, nunca. Nunca. Es la primera vez.¿Qué se siente?Bueno, es divertido. Estamos echándonos unas risas entre todos.
MARLIES, 35, COFUNDADORA DE LA PÁGINA COCINAR LIGHT
DANIELE, 40, DELINEANTE
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Espero que tengas más suerte con la Thermomix del Lidl.Pues sí, ya que he madrugado.¿Es para ti el aparato?Bueno, me lo ha pedido mi mujer.¿Y te ha hecho venir a ti?Es que yo también la utilizaré.¿Y si por alguna razón vuelvas a casa sin el robot de cocina, qué pasaría?Pues nada. Seguir viviendo.