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Cultură

​Cómo relacionarse con adolescentes (cuando ya eres adulto)

Yo tengo un hermano ¿qué excusa tienes tú?

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La edad del pavo es una época trágica porque el cuerpo apesta y cambia cada día, las hormonas se vuelven locas y haces cosas estúpidas como empezar a fumar o leer La Sombra del Viento. Mi adolescencia, por ejemplo, se puede resumir en escuchar demasiado a Nirvana, llevar gafas de alambre, tener el pelo muy largo y llevar ropa tres tallas más grandes, así que es algo que no echo en absoluto de menos.

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Cuando yo era adolescente, mi hermano empezaba a tener esa edad en la que los niños empiezan a ser interesantes: puedes hablar y hacer cosas con ellos sin que la única respuesta que sale de su boca sea un montón de baba. A pesar de ello, como todos los adolescentes, yo era un completo capullo y trataba a mi hermano bastante mal. No le hacía caso, no jugaba con él, no me interesaba lo que me contaba y le hacía cosas como meterlo en una papelera en medio de la calle o pegarle con un paraguas si no me hacía caso. Ya os he dicho que era un capullo.

Pero eso no quiere decir que no le quisiera. De hecho, le libré de llamarse Borja -como querían mis padres– para ponerle un bonito nombre germánico a juego con el mío. Una muestra de amor fraternal.

Ahora que él ha entrado de pleno en la edad del pavo – con todo lo que ello implica, y yo me he convertido en un semiadulto semiresponsable, estoy intentando relacionarme con él de una forma que no implique acabar partiéndonos la cara.Si estáis en una situación similar o si queréis entablar algún tipo de relación con alguien nacido alrededor del año 2000, aquí tenéis unos consejos para intentarlo.

Lo primero es ser consciente de que le van a interesar las mismas cosas que te interesaban a ti y a todo adolescente occidental con su edad: la música, los videojuegos y el sexo. Una triada básica que muchos seguimos estirando más allá de lo que deberíamos.

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MÚSICA

Mi hermano es un adolescente NORMAL. Lo escribo en mayúsculas para diferenciarlo del normal que hace referencia a estar sano, ir a clase, aprobar decentemente y ese tipo de cosas que se presuponen a cualquier chaval. Cuando digo NORMAL quiero decir que es parte de las hordas de chavales con camisetas coloridas en las que pone #SWAG o #SELFIE y unas Nike Air Max/Force/Jordan y que se pasean por el centro de cualquier ciudad escuchando música discotequera.

Las discotecas y toda la música que se le pueda asociar –desde el reguetón a Juan Magán pasando por el electro minimal o alguna mierda de esas– son un terreno prácticamente desconocido para un tío como yo que pasó la mitad de su adolescencia obsesionado con todo lo que salió de Seattle en los 90 y la otra mitad con el hardcore punk. Si no eres como yo y te sabes mover en este tipo de situaciones siempre puedes irte con tu hermano o tu hermana de fiesta. Salir con adolescentes de fiesta puede ser algo de puta madre. Primero porque te convierte instantáneamente en el tío más guay de su grupo de amigos: tienes pasta, un DNI que te permite comprar(les) alcohol legalmente y, en ocasiones, un coche en el que llevarlos borrachos y librarlos de esperar al bus.

Pero si el adolescente al que por alguna razón extraña quieres convertir en tu amigo es un inadaptado, es probable que lleve el pelo de algún color estúpido, lleve guantes mitones (sin dedos) en julio, escuche esta basura y viva en Twitter. Con este tipo de adolescente lo único que te queda es hacerte el amigo/hermano rockero.

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No se cual de las dos opciones es más triste.

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VIDEOJUEGOS

Cuando lo primero que hace alguien cuando se despierta es abrir YouTube y ver un vídeo en el que un capullo con voz chillona narra a gritos lo que esta haciendo en un videojuego e intercala fragmentos de su propia vida, sabes que lo que hacen –jugar a videojuegos– es importante para esa persona.

Pero el mundo de los videojuegos ha cambiado mucho en los últimos años y es cada vez más grande y más complejo: ya no está todo en manos de unos pocos estudios y empresas sino que ahora hay multitud de desarrolladores independientes y nuevas plataformas que hacen imposible estar al día sin dedicarle mucho tiempo. Adaptarse a este ritmo es imposible sin acabar pareciendo uno de esos tipos que siempre huelen a ganchitos.

Lo mejor es intentar coincidir en algo que tú domines. Al fin y al cabo, lo retro vuelve a estar de moda y hay gente que se vuelve loca y paga bastante pasta por una Super Nintendo 64 con sus mandos y su caja original, por una SEGA Mega Drive o una NES y hay gente que incluso desarrolla sus propios juegos de Game Boy.

No hace falta caer en esa especie de síndrome de Diógenes disimulado, con desempolvar un cartucho de Pokémon puede valer. Al fin y al cabo ¿quien no se enganchó un tiempo a las peleas de esos malditos bichos?

SEXO

De esto último se me hace un poco extraño hablar: nunca se me dio bien relacionarme con mujeres y seguramente cualquier cosa que pueda decir a partir de ahora rozará la ilegalidad y el mal gusto, pero seguro que os gusta Kids, así que no me jodáis.

Cualquier acercamiento directo a hablar de temas relacionados con este tema va a resultar en hostión monumental contra un muro de rubor y respuestas monosilábicas. Ningún jodido adolescente te va a decir si tiene o no tiene novia y no va a querer escucharte diciendo "eh, si follas, usa condón", porque aparte de hacer el ridículo y convertirte en un sucedáneo de tu padre, no vas a conseguir nada más.

La única forma de acercarse es a través de cosas que les gusten; al final los adolescentes son niños y los niños son como una mascota: si quieres que se tome la medicina tienes que dársela envuelta en algo que quieran comerse de verdad -joder que mal suena esto-.

Chicos y chicas, los popus, los fame y todo ese rollo me ha servido bastante. Mi hermano forma parte de ese grueso de adolescentes que está al loro de todo lo que hace esta gente: con quién se lían, con quién se pelean, por dónde salen… Aparte de para enterarse de lo degenerados que pueden llegar a estar los chavales hoy en día, utilizar a estos proyectos de tronista y a su programa para que me explique cosas me sirvió para que se abriese y hablásemos sobre relaciones, sexualidad, las chicas, ligar y todo eso sin ni siquiera plantear ninguno de esos temas, simplemente opinando alrededor de las cosas que les pasaban a esos personajes, los rumores y cosas por el estilo.

Si no te interesa llegar a tanto, siempre puedes ponerte al día los nuevos ritos de apareamiento de la juventud.El único contra que tiene este método es que te puedes enganchar a su programa de mierda en YouTube, como me pasó a mí. Aunque bueno, lo prefiero a haber tenido un hermano dentro de la movida waifu.