De Dr. Explosion en faldas escocesas al éxtasis de James: conciertos míticos del Sonorama

Viaje en el tiempo. Hasta 1998. Y en el espacio. Destino: Aranda de Duero. Allí, unos valientes —los de la asociación cultural Art de Troya— deciden montar un festival de música. Algo pequeño, en la Plaza de Toros de la localidad, que, por cierto, ya ni existe. Allí se reunieron 300 personas para ver a Mercromina, Chucho y Dr. Explosion. Por aquel entonces puntales de lo que se conoce como indie español. Se acababa la década de los noventa, el modelo del FIB ya se había consolidado y nacía el Sonorama como una alternativa basada en el producto nacional alternativo, que por entonces vivía una auténtica edad de oro.

"No se me va a olvidar, fue uno de los momentos más especiales de la historia del Sonoroma. Allí estaban los Dr. Explosion, con sus faldas escocesas, metidos entre el público y tocando como si fueran los AC/DC. Eso fue hace ya casi 20 años, y mira, allí estábamos 300 y ahora se juntan cada día de festival unas 12.000 o 13.000 personas". Nos lo cuenta Paco Santamaría, fotógrafo de la prensa local que lleva cubriendo el Sonorama desde su primera edición. Un verdadero cronista de lo que allí ha pasado en estas dos décadas.

En un par de años, el recinto de la plaza se quedó pequeño, y el festival se trasladó a un campo de fútbol, "un lugar casi abandonado con el escudo del yugo y las flechas en uno de sus muros", que daba para recibir a más público. También fue la primera vez que se incorporó a un cabeza de cartel internacional, tocaron los estadounidenses Gigolo Aunts, con los nacionales Los Planetas, Niños Mutantes, Lagartija Nick, Sexy Sadie o Meteosat. "El sitio era agradable, había espacio para acampar y una piscina. La gente podía salir del agua y ver los conciertos. Allí debía haber una zona de acampada de unos mil metros, la actual debe tener como diez mil".

El festival, por entonces, estaba algo aislado de la ciudad, hasta que la organización tuvo la brillante idea de habilitar la Plaza del Trigo, en el centro de Aranda. "El primer grupo que tocó allí fue Vetusta Morla, y fue todo un conciertazo. Debía haber como unas dos mil personas. La verdad es que es un grupo que arrastra a fans muy fieles y aquello fue una fiesta. Desde ese momento, cada grupo que toca allí se lo recomienda a los que vienen, lo cuenta, y todo el mundo quiere probar lo que se siente actuando allí. Muy especial", rememora Paco.

En 2006, el Sonorama se traslada a su actual ubicación, el Recinto Ferial, y sigue apostando fuerte por la combinación de estrellas internacionales —Asian Dub Foundation, Yeah, Yeah Yeahs, Ok Go o Radio 4— con las de aquí. Por ejemplo, estuvieron Nacho Vegas o unos Standstill en plena forma.

Si nuestro cronista se tiene que quedar con un concierto de la historia del festival (Dr. Explosion, aparte) se queda con el de James en 2009. "Me hizo recordar el ambiente de la primera edición, con el cantante (Tim Both) bajándose del escenario y el público a punto de entrar en éxtasis. Se dejó llevar y fue increíble. Para mí, como fotógrafo, fue especial, porque como tienes que estar encajonado en el foso esa noche puede hacer fotos a mi aire".

Después de este momento de catarsis musical, llegaron otros recuerdos que quedarán para la historia. En un giro (inteligente) dentro de la programación, los capos del festival decidieron comenzar a invitar a estrellas que no tenían mucho que ver con el universo indie, ni con la música de los jóvenes, pero que funcionaron muy bien como reclamo. "Creo que está bien recuperar a los clásicos, cuando anunciaron Raphael todo el mundo se quedó sorprendido, pero luego se demostró que había sido una buena idea. Fue el concierto que más gente ha reunido en la historia del festival, y, además, allí se dieron cita tres generaciones. Hizo que la gente de Aranda, que veía el festival como algo ajeno, se acercara al recinto ferial para descubrir qué hacía esa gente a la que veían comiendo y tomando cañas por el pueblo".

Este año, el turno le toca al Dúo Dinámico —se avecina otra fiesta revival…, que se medirán con The Hives, Love of Lesbian, Mando Diao, Trajano!, Álex Cooper o Kula Shaker. Un verdadero 'revuelto' de generaciones y nacionalidades que se ha convertido en el ADN de un festival que crece y que no tiene que envidiar a sus hermanos más mayores.

"Es un evento ya grande y se han mejorado un montón de cosas, pero lo que se mantiene es ese buen ambiente que lo ha hecho popular".

Nos quedamos con algunas fotos de Paco, para ver cómo ha cambiado el festival con el paso del tiempo. Como esos vinos tan cojonudos que se elaboran en la zona, que siempre van a mejor, pero sin olvidarse de sus origen.