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Vice Blog

El tío de Future Islands ya puede bailar sin lesionarse

Converse celebra el lanzamiento de su Chuck II con un concierto privado en Boston.

Hace ya más de tres años que el señor de Future Islands nos demostró en directo los bailes de San Vito de los que era capaz. Fue justamente aquella mezcla de tembleque de epilepsia y ritual de apareamiento raro lo que poco tiempo después le llevó a romper la barrera del sonido (y algún jarrón) durante su actuación en el late show de David Letterman, que lanzó su grupo a una nueva pantalla y disparó su popularidad a niveles antes desconocidos. Samuel T. Herring suele ir prieto, con camisa por dentro marcando barriga y chinos marcando paquete, pese a contonearse como un luchador de sumo atrapamoscas pero -por suerte- su vestimenta tensa y encorsetada ha ganado al fin un milímetro de confort, gracias a las nuevas Chuck II de Converse.

Porque ya sea en La Boite de Madrid, el Primavera Sound o la sala Joy Eslava, es cierto que el frontman de este grupo de Baltimore siempre ha demostrado ser flexible y salsero, pero no ha sido hasta su actuación de ayer exclusiva para invitados de The Sinclair en Cambridge (Boston) cuando ha multiplicado exponencialmente su desparpajo danzarín hasta convertirse en un maldito muelle (o incluso un SALTAPIK). ¿Doping? ¿Gimnasio? ¿Yoga? Quién sabe. Esas son sólo conjeturas. Lo único confirmado a ciencia cierta es que la banda de Maryland contaba con las nuevas Converse Chuck Taylor All Star II en su poder, una zapatilla que se lanzó mundialmente el mismo día del concierto. ¿Coincidencia? No lo creo.

Sin toquetear ni un ápice de la estética y espíritu de estos icónicos patucos de básquet, que lo mismo han calzado a los Ramones en los 70 que al skater Jason Jesee en los 80, un equipo de ingenieros y creativos le ha estado dando al tarro un par de años hasta conseguir dotarlos de la plantilla Lunarlon de Nike para que parezca que flotas entre nubes, una parte interior perforada que deja respirar a los piecitos o un antideslizante del bueno para no partirse la crisma. Vamos, las mismas bambas clásicas-básicas de toda la vida pero mucho más ligeras y con un plus de comodidad que hace que ahora cuando Future Islands tocan Seasons o The Change tengas que atender a sus movimientos como quien sigue los cubiletes de un trilero. ¿Dónde está la bolita?

La misma mañana del concierto, Richard Copcutt, Vicepresidente y General Manager de Converse All Star, pronunciaba un discurso en las brutales oficinas de Converse en el Lovejoy Wharf a orillas del río Charles diciendo que "la Chuck II es la materialización de las obsesiones y deseos de los fans de Converse pero siempre siendo fiel al ADN original de la marca". La euforia era tal que el propio CEO de la compañía Jim Calhoun hablaba directamente de "uno de los momentos más monumentales en la historia de la marca". Y todos, desde los diseñadores de este nuevo modelo, hasta los que llevaban las bandejas del catering durante la presentación internacional, se emocionaban como un niño o, qué diablos, como un médico cuando encuentra la cura a una enfermedad mortal. Supongo que los friquis de las sneakers lo entenderán.