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Comics!

Antídoto contra la gilipollez

Sin intermediarios, ni editores. Cyanide & Happiness son viñetas y animaciones que van directamente de sus creadores al lector. Humor para que la gente sea menos aburrida y triste.

Rob DenBleyker es uno de los cuatro genios que se agazapan bajo el nombre de Cyanide & Happiness. Desde 2005 entregan su tira diaria a través de su web e inmediatamente se convierten en una bomba en las redes sociales. De apariencia simple y trazo elemental, este web-comic narra las aventuras de seres anónimos que representan, según dicen sus autores, a personas que se hacen daño y que se comportan como gilipollas.

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Tomando como punto de partida el formato de tira gráfica de prensa diaria, las viñetas de Cyanide & Happiness se basan en conversaciones entre estos muñecos de palo que sirven para que sus autores opinen (sin censuras) de religión, política, sexo, aborto o enfermedades mortales. Algunas veces también aparece por allí Jesús. Amén.

En diciembre los vamos a tener por aquí, como invitados de las buenas gentes de Expocomic. Pero antes hemos charlado con Roy DenBleyker. Además de interesarnos por su obra, también queríamos saber si algunas viñetas se les ocurren después de tomar unas copas, un poco borrachos.

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Vice: Después este tiempo, ¿ya tienes claro lo que es tener sentido del humor?
Rob DenBleyker: Creo que el humor es una válvula de escape, sobre todo a través de los cómics. Yo creo y leo cómics por la misma razón: para reír. La vida puede ser aburrida y triste, pero los cómics son extraños y divertidos. Las personas que no leen cómics probablemente deberían hacerlo de lo contrario van a ser aburridos y tristes también. La ironía y el humor negro parecen dos herramientas buenas para analizar lo que nos rodea…
Hay mucha gente que tiene muy malas ideas, o que se comportan como gilipollas con los otros sin ninguna razón. Ambas cosas son el origen de gran cantidad de chistes en nuestros cómics. Nuestros personajes son desagradables, el uno con el otro, sin ninguna razón real. Y, como se trata de un cómic, podemos llevar estas situaciones hasta el extremo. Creo que Cyanide & Happiness es sólo un mundo donde todos son idiotas o, simplemente, malas personas. Pero se las arreglan para salirse con la suya con sus payasadas. Creo que en realidad es un mundo paralelo al real. Y a ti qué es lo que te inspira, qué te hace reír…
Yo me crié con Far Side y Calvin & Hobbes. Ambos influyeron en mi cínico sentido del humor y en mi forma de construir una broma. También compartimos con Calvin & Hobbes la abreviatura C & H. No fue algo premeditado, pero para mí es importante, ya que Calvin & Hobbes despertaron mi pasión por los cómics y mis ganas de escribir guiones y dibujar. El estilo es bastante minimalista…
Me gusta ya que permite que los personajes se conviertan simplemente en un vehículo para los chistes. Y nada más. Así todo el mundo tiene la oportunidad de verse un poco a si mismo en los personajes (soy consciente de ello). También me gusta el minimalismo porque soy malo dibujando. Sois cuatro en el proyecto, ¿un poco lío para repartir las tareas?
Cuando se trata de cómics cada uno de nosotros escribimos y dibujamos nuestra propia historieta. Con las animaciones es distinto. Es un proceso de enorme colaboración, y es increíblemente divertido. Escribimos juntos, creamos los storyboard y nos dirigimos unos a otros en la actuación de las voces. Tenemos como socios a un gran estudio, Lowbrow, que crea las animaciones a partir de los guiones gráficos que les damos. El proceso de pasar de la escritura a la animación terminada es un trabajo entre amigos, en el que cada uno va poniendo lo mejor que tiene a mano.

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Y de dónde sacas las ideas, ¿tienes algún método de trabajo?
No me gusta escribir solo por escribir. Creo que las mejores ideas no surgen buscando ideas sin más, vienen de hablar con gente divertida y sobre ningún tema en particular. A veces, el alcohol está implicado en el proceso. Como equipo, nuestras sesiones de escritura y nuestras juergas están muy unidas, no se pueden separar. Nos gusta reírnos con nuestras propias ideas. Por internet, saltándose a lo intermediarios, sin tener editores…
Me encanta tener relación directa con los fans y me encanta la forma en que Internet ha permitido que los aficionados y creadores hablen directamente. Cuando creamos algo se lo entregamos directamente a los fans, sin tener que pasar por un editor. Y cuando los aficionados nos ofrecen su feedbak, nos lo dan directamente a nosotros sin ningún tipo de filtro, a través de Facebook y Twitter. De esta manera no pierdo nunca de vista que estoy creando historietas para la gente común como yo, y eso es muy inspirador. No creo que fuera feliz entregando mis cómics a un periódico o a una revista que se imprimirá dentro de dos meses. ¿Os pilló por sorpresa el éxito?
Muchísimo. Empezamos los cómics para divertirnos y no esperábamos que fuera más que algo que haríamos en nuestro tiempo libre. Y todavía nos seguimos divirtiendo. Estoy agradecido y continuamente sorprendido de que nuestro sentido del humor conecte con tanta gente. Y, además de este cómic, ¿en qué más andas metido?
En el proceso de creación del Cyanide & Happiness surgen un montón de conceptos para crear nuevos proyectos, esperamos tener algo de tiempo y poder aterrizarlos. Por mi parte, también tengo un nuevo proyecto personal llamado storydump.com, donde hago tebeos de aventura en tiempo real siguiendo los consejos que dan los lectores.

Una última, ¿por qué cianuro y felicidad?
No se puede tener uno sin el otro. Creo que si lees nuestros cómics vas a ser feliz, aunque los personajes tengan bastante cianuro.