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La vuelta al cole

Esto es lo que cuesta ir a la universidad en el resto de Europa

Aún existen países en los que te pagan por estudiar, pero cada vez son menos.

Fotografía de Francisco Osoriovia

Cifras: los estudiantes británicos tienen las tasas universitarias más caras del mundo, lo que también les lleva a ser los alumnos que acumulan la mayor deuda en préstamos estudiantiles en los países de habla inglesa.

Con semejante panorama, muchos estudiantes se plantean si no sale más a cuenta dejar la tierra que les vio nacer para irse a estudiar la carrera al extranjero. Quisimos saber cómo era la situación en otros países de Europa, así que preguntamos a varios editores de VICE al respecto.

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Dinamarca

En Dinamarca, la educación superior es gratuita. Sí, sí, ¡gratuita! Lo es no solo para los estudiantes daneses, sino para los de los países miembros del EEE (esto es, todos los países de Europa más Islandia, Liechtenstein y Noruega), de Suiza y para aquellos alumnos de otros países del mundo que formen parte de un programa de intercambio. En efecto, Dinamarca es una de esas utopías socialistas que te pagan por el honor de que estudies en sus universidades. En Dinamarca, los alumnos reciben una cuantía mensual en concepto de beca, la llamada ayuda a la educación del estado danés (abreviada SU), consistente en 5.941 coronas danesas (797 euros) brutas. Por si eso fuera poco, existe la opción de solicitar una ayuda adicional de 3.040 coronas danesas (408 euros) al mes.

Sin duda, suena maravilloso, pero el tema de la educación gratuita y las SU es motivo de gran controversia política en Dinamarca. Si bien sus becas son las más cuantiosas de todos los países nórdicos, el nivel de educación superior es más o menos igual al resto. Obviamente, todo esto es posible gracias a una de las tasas impositivas más elevadas del mundo; digamos que lo que te presta el Estado lo pagas más tarde… O no, si resulta que cuando acabas de estudiar te vas a tu país.

Los estudiantes extranjeros también pueden solicitar esta ayuda, con la condición de que encuentren un trabajo de unas 10 o 12 horas semanales mientras duren sus estudios. Este tipo de ayudas se puso en vigor en 2013, y desde entonces, la cifra de extranjeros beneficiarios ha aumentado hasta los 5.000. El pasado mayo, la ministra de educación danesa declaró al diario Jyllands-Posten: "No es ni nunca ha sido nuestra intención que el gobierno de Dinamarca costee la educación de los ciudadanos de otros países de la UE". Veremos, pues, cuánto tiempo más podrá sostener Dinamarca esta utopía académica.

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- Lars Jellestad, VICE Dinamarca

Rumanía

En Rumanía es fácil sacarse una carrera sin esforzarse demasiado. Solo hace falta dinero y matricularse en una universidad privada, por ejemplo. Hace unos años, los diplomas de cerca de 100.000 estudiantes de la universidad privada más importante del país fueron declarados nulos porque su programa curricular no cumplía las exigencias mínimas y ni siquiera se requería asistencia a clase para aprobar. Las tasas de matriculación en la universidad pública varían entre los 360 y los 1.550 euros anuales, una cifra importante si se tiene en cuenta que el sueldo medio en Rumanía ronda los 470 euros. Aquí no existen las becas de estudios, aunque todos los años el Gobierno concede ayudas a más de 62.000 de los mejores estudiantes del país, con las que pueden cubrir tanto las tasas universitarias como la mitad de los gastos de desplazamiento. Además, si eres de los mejores de la clase, puedes disfrutar de una ayuda de 80 euros al mes, lo suficiente para comprar libros de texto, cervezas y condones.

El sistema educativo rumano ha llevado a muchos estudiantes a matricularse en la Universidad de Ciencias Agrónomas de Bucarest —que recibe gran cantidad de fondos europeos para convertir a todos los rumanos en agricultores— simplemente porque las tasas de matriculación y el alojamiento son muy baratos. Después de graduarse, estos estudiantes solicitan empleos mejor pagados que la media y que no tienen absolutamente nada que ver con la agricultura. Las tasas para el alumnado que no pertenece a la UE pueden ascender a los 9.500 euros, aunque este elevado precio no parece frenar el número de matrículas de este tipo. Pero no todos los alumnos extranjeros logran adaptarse a la vida académica de Rumanía: en 2014, un grupo de estudiantes de Medicina franceses denunciaron que sus profesores les habían exigido un soborno de 600 euros a cada uno para aprobarles.

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- Mihai Popescu, VICE Rumanía

Francia

Tanto los alumnos franceses como los extranjeros que quieran estudiar en la universidad pública de Francia deben pagar una tasa de 184 euros al año para los grados, 256 euros al año para el estudio de másteres y 391 euros anuales para los estudios de doctorado. Además, los estudiantes pueden solicitar becas.

Las tasas son bastante reducidas, quizá porque con ese dinero no se está pagando el mantenimiento de los edificios. Prueba de ello puede encontrarse en la página de Tumblr Ruines d'Université, una crónica del estado de deterioro en que se encuentran los edificios de las facultades. Muchos jóvenes de clase media-alta van a centros privados —escuelas de negocios, de ciencias políticas, etc.—, en los que las tasas son mucho más elevadas. Un máster en Sciences Po Paris, la universidad de Ciencias Políticas más reputada de Francia, cuesta 13.970 euros al año. Obviamente, estudiar allí aumenta exponencialmente las posibilidades de conseguir un trabajo bien pagado. Incluso en Francia, todos los estudiantes son iguales, aunque unos más iguales que otros.

- Romain Gonzalez, VICE Francia

Foto por Jake Lewis, vía

Alemania

Estudiar en Alemania ha sido gratuito durante años, pero en 2005 un tribunal federal decidió que las universidades tenían derecho a exigir una tasa a los estudiantes, una medida a la que se opusieron los estudiantes de todo el país organizando manifestaciones en todo el territorio… y con éxito. En primer lugar, volvieron a prohibirse las tasas a nivel estatal, y en 2014 se dictaminó, en el ámbito federal, que estudiar en cualquier universidad pública de Alemania debe ser gratuito, tanto si lo estudiantes son de la UE como si no.

Por otro lado, existe una beca, que se otorga siguiendo las directrices de la BAföG —una ley que regula las ayudas a la educación— y de la que se benefician una cuarta parte de los estudiantes en Alemania. La mitad de esta ayuda es un regalo del Gobierno, mientras que la otra mitad es un préstamo sobre el que no se aplican intereses.

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- Berivan Kilic, VICE Alemania

Italia

La inmensa mayoría de las universidades italianas son públicas, incluso las mejores, lo que significa que las tasas de matriculación están dentro de lo razonable. En función de la universidad, la facultad y la situación económica del alumno, el importe de la tasa varía entre los 1.000 y los 3.000 euros anuales. Desde luego, no es la más barata de Europa, pero tampoco está tan mal.

Lo que sí está mal es la forma en que están organizadas nuestras universidades. Al igual que ocurre con cualquier otra institución del Estado, el aspecto burocrático es una pesadilla. Por otro lado, nuestros centros no salen muy bien parados en el ranking internacional. Uno de los principales problemas del sistema italiano es que existen muy pocas ayudas del Gobierno —bastantes menos en comparación con otras instituciones académicas de Europa. Así que, si planeas estudiar en Italia, no te va a costar un ojo de la cara, pero tampoco esperes encontrar aulas relucientes con Wi-Fi, enchufes por todas partes, laboratorios superequipados o papel higiénico en los lavabos.

- Flavia Guidi, VICE Italia

Grecia

En Grecia, estudiar un grado universitario es gratuito, y la mayoría de ellos duran cuatro años. Los ciudadanos del EEE también pueden estudiar sin pagar nada en Grecia, sin problemas burocráticos ni examen de admisión: basta con tener el título de bachillerato. Eso sí, para la mayoría de las carreras es necesario tener muy buen nivel de griego y probarlo con un certificado. Los estudiantes que no pertenecen al EEE deben pagar una tasa para cubrir un pequeño porcentaje del coste y de los libros y que ronda los 500 euros por año académico.

Los estudios de posgrado son distintos: estudiar un máster puede costar hasta 10.000 euros. También hay programas de posgrado gratuitos, aunque no existe mucha variedad. Por eso muchos griegos optan por estudiar sus másteres o posgrados en el extranjero, aunque eso puede suponer tener que enfrentarse a un coste de vida muy elevado.

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- Anna Nini, VICE Grecia

Serbia

Cuando Serbia formaba parte de la Yugoslavia comunista, cualquiera podía matricularse en cualquier universidad sin coste alguno. Una idea genial, pero que hizo que hubiera un gran número de graduados en campos con muy poca oferta laboral o que han quedado obsoletos. Hay muchísimos historiadores del arte serbios en el paro, por ejemplo, teniendo en cuenta que el Museo Nacional y el Museo de Arte Contemporáneo de Belgrado llevan más de una década cerrados por "reformas", según dice el Gobierno.

Tras la caída del comunismo, el Estado se quedó con la titularidad de las ocho principales universidades del país. Los estudiantes que obtengan los mejores resultados en los exámenes de admisión están exentos de pagar las tasas y solo deben costearse los libros y pagar una matrícula de 250 euros al año. Para el resto de alumnos, las tasas son de unos 1.000 euros al año para los estudiantes serbios y de entre 1.500 y 3.000 para los extranjeros. La mayoría de las clases se imparten en serbio, a menudo con métodos y técnicas muy anticuados.

Las universidades privadas —en las que estudian más o menos la mitad de los 22.000 alumnos del país— aparecieron tras la caída del comunismo. Las tasas de matriculación de estos centros son mucho más elevadas, y aunque muchos de ellas son modernos y están muy bien equipados, otros no son más que meras instituciones a las que se paga dinero a cambio de un diploma. Serbia también tiene un sistema de préstamos estudiantiles, que suelen ser de 70 euros mensuales, en un país en que el sueldo medio mensual es de 400 euros. Los estudiantes pueden devolver el préstamo sin intereses una vez se hayan graduado. Solo el 7,1 por ciento de los estudiantes serbios recurren a estos préstamos, lo que demuestra que la mayoría recibe la ayuda económica de sus padres o trabajan para poder financiarse los estudios.

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- Jovana Netković, VICE Serbia

Países Bajos

Los estudiantes holandeses y del EEE pagan una tasa anual de 1.984 euros para estudiar en los Países Bajos. Los alumnos que no entran en esta categoría pueden llegar a desembolsar entre 6.000 y 20.000 euros anuales por una carrera. Antes de enero de 2015, todos los universitarios holandeses disponían de una beca mensual concedida por el Gobierno, con la condición de que se graduaran en un plazo máximo de diez años. La cuantía dependía de la situación financiera de los padres del alumno y de si este vivía con ellos o por su cuenta. Los universitarios que vivieran con sus padres recibían, a lo sumo, 500 euros al mes, y 700 quienes se hubieran independizado. Asimismo, existía la opción de solicitar un préstamo mensual que podía devolverse en cómodos plazos durante 15 años y a un interés muy bajo.

Esta feliz situación cambió a principios de 2015, cuando esa beca mensual pasó a ser también un préstamo. Varios miles de estudiantes se manifestaron contra esta medida en noviembre de 2014, sin lograr cambios al respecto. Por su parte, el Gobierno prometió destinar lo recaudado a mejorar la calidad de la educación del país. Al margen de si van a cumplir o no con su palabra, estudiar una carrera en los Países Bajos hoy día no está al alcance de todo el mundo, como demuestran los datos: en 2015, el número de jóvenes que se matricularon en la universidad descendió un 6,8 por ciento.

- Charlotte Simons, VICE Países Bajos

Traducción por Mario Abad.