Los fans españoles de Donald Trump
Alegorías hispánicas de Trump: Donald Spinola rindiendo Breda. Todas las imágenes han sido modificadas

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Los fans españoles de Donald Trump

Le apoya le apoya el Partido Republicano, le apoya Neil Young, le apoya Kim Jong Un y, seguramente, también le apoyen tu vecino y tu padre.

Donald Trump es un personaje complejo. Yo no me atrevo a juzgarlo y personalmente no me gusta hablar de algo de lo que no tengo ni idea. Aún siguiendo el viejo dicho español de "dime con quien andas y te diré quién eres", Trump sigue pareciéndome un personaje poliédrico, básicamente porque dentro de los Estados Unidos le apoya mucha gente, muy diversa, lo que hace que tanto él, como sus medidas y el movimiento que encabeza me parezcan una amalgama sinsentido y contradictoria. Las cosas no hacen sino que complicarse más desde que hace unas semanas el Partido Republicano lo aceptó oficialmente como su candidato, tras haberse pasado las primarias del partido apoyando a sus rivales.

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Fuera de los Estados Unidos a Donald Trump también le apoya mucha gente en muchos sitios. Le apoya un adolescente australiano, le apoyan Putin, Kim Jong Un y Jean-Marine Le Pen; un combo como bastante curioso, la verdad. Pero ¿y en España? ¿quien apoya a este tipo en nuestra querida piel de toro y por qué?

De primeras, en España lo que ha conseguido es lo impensable: Aunar en su contra a los ultraliberales como Federico Jiménez Losantos y a la izquierda más progresistas gracias a combinar en sus propuestas el cierre total y absoluto de fronteras, las deportaciones masivas de inmigrantes —algo que la izquierda nunca va a tolerar ni a aceptar— y a la vez el fin de la deslocalización de las empresas y una oposición drástica al TTIP —algo los fans de Amancio Ortega tampoco van a tolerar nunca.

A los supporters españoles de Donald pensaba que me iba a costar un poco más encontrarlos; al fin y al cabo la mayoría de las cosas de él que vemos por aquí me hacen pensar que estamos delante de un maldito loco. Para mi sorpresa, encontrar a españoles dispuestos a salir en defensa del magnate norteamericano ha sido bastante sencillo. Eso sí, a cambio de mantener su anonimato para evitar el ostracismo social.

En fin, yo me callo ya, dejemos que estos tres jóvenes expliquen que es lo que les mola de Trump y porque creen que tiene que convertirse en el nuevo líder indiscutible del mundo libre.

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No tiene fisuras

Básicamente me gusta su personalidad. Le seguía antes de que se metiera en política por sus éxitos en la empresa privada y los negocios. No estoy seguro si todo lo que ha conseguido es 100% noble, pero si ha demostrado, por su discurso a lo largo de los años que es un hombre con ideas nobles, un patriota al uso.

Aprecio la gente que es capaz de triunfar sin reparos. Aunque el dinero en sí mismo no tiene valor para mí, saber cómo "fabricarlo" para mi sí lo tiene. Esa mentalidad de ganador, de tiburón, se refleja en cada uno de sus gestos y discursos.

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No es un papel, es un ganador genuino que se ha financiado su propia campaña y que asalta la administración pública, frágil y pusilánime, desde la sabiduría de un estratega que ha sabido lidiar con éxito apabullante en la jungla de la empresa privada. Puedo criticarle algunos aspectos ideológicos, pero aprecio a todo aquél que tiene una pasión desmedida por el triunfo y la superación. Sus rasgos, gestos, palabras, rapidez mental … lo veo como una unidad coherente sin fisuras. –J. O

Conecta con la clase media

Estoy a favor de Donald Trump por el simple hecho de que ha conseguido reenganchar a una parte del electorado estadounidense que en varias de las últimas elecciones presidenciales había decidido abstenerse, y esta es mayoritariamente la clase media norteamericana de origen europeo de los estados centrales.

En un mundo en el que la globalización avanza imparable y el concepto de nación soberana es visto como un peligro, cobra especial relevancia la tarea de aniquilar el poder de las clases medias americanas, que no son lo bastante poderosas como para encontrarse en posición de gobernar en la cumbre del poder mundial y por ello es la que más sufre cosas como la deslocalización de las empresas y otras consecuencias de la globalización, pero a la vez es lo suficientemente numerosa y prósperas como para constituir una amenaza para ese mismo proyecto.

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Por otro lado, que un político surgido de la nada, fuera del aparato de control republicano y hecho a si mismo, haya logrado poner en pie a esa gente que había perdido la fe absoluta en su país, ya me parece un mérito muy grande. Las mayores críticas que existen hacia Trump son por sus supuestas tendencias racistas o machistas, pero al final cuando uno se sienta a pensar en frío, deja a un lado los sensacionalismos de la prensa y revisa la hemeroteca, se da cuenta de que no hay nada sólido ni consistente en este sentido. Solo hay un hombre que se ha reinventado a si mismo en varias ocasiones, que financia su propia campaña y que ha logrado despertar a una buena parte de la población norteamericana de su largo letargo. Y yo me alegro de ello. — G

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De perdidos al Donald

Trump es la encarnación del Americano blanco qué, además de puritano y rupturista con una Europa ya decadente, es salvaje y aventurero por naturaleza.

Esta materialización del espíritu del hombre común es la que llama a apostar por Trump y no al contrario. Es decir, no es un apoyo a un partido político populista que tiene su razón de ser en un ideario colectivo, sino que el apoyo nace de esa encarnación de un tipo de persona en un individuo. Por ello, a diferencia de los partidos, parece no precisar de un ideario concreto.

A pesar de la falta de consciencia lógica y, traspasando lo emocional, el movimiento alrededor de Trump representa el retorno a unos Estados Unidos entendidos de forma identitaria y no multicultural, por mucho que nos cueste afirmar esto último a los europeos. Es por esto que si el americano "de toda la vida" no quiere seguir por el camino de los últimos años, no tiene otra opción que apoyar al líder de esa ruptura, es decir, a Donald Trump.

Yo no estoy a favor de Trump, pero realmente creo los yanquis no tienen otra mejor opción, aunque esta sea burda, en la época que vivimos, es la única alternativa genuina - N