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Echarte un cubo de agua helada por la cabeza no te convierte en un filántropo

El #IceBucketChallenge es lo último en "activismo hashtag" vago y narcisista. Si quieres cambiar el mundo, no vas a hacerlo a través de Twitter, poniéndote una pulsera, o tirándote un cubo de agua helada por encima.

A menos que no tengas acceso a internet, sin duda habrás visto alguno de los vídeos del Ice Bucket Challenge durante las últimas semanas. La idea es tirarte un cubo de agua helada sobre la cabeza y "nominar" a otras personas para que hagan lo mismo, todo para concienciar a la sociedad sobre la ELA (la esclerosis lateral amiotrófica). Si no aceptas el reto, tienes que donar 100 dólares a la asociación de enfermos de ELA que tú prefieras. Es como un juego en el que, asombrosamente, la mayoría de los participantes prefieren volcarse un cubo de agua helada en la cabeza que hacer una donación.

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Hay un montón de cosas que no funcionan en el Ice Bucket Challenge, pero la principal es que básicamente se trata de narcisismo disfrazado de altruismo. En el momento en el que deje de hacer calor y ya no siente tan bien mojarse con agua fría, la gente se olvidará por completo de la ELA. Fingir que nos importa es una moda y, como todas las modas, pasará.

Esta acción quizá es la culminación de lo que podríamos llamar el "activismo hashtag", según el cual en lugar de hacer algo de verdad, puedes simular que realmente haces algo colgando cosas en Facebook. Pero el Ice Bucket Challenge no es el único caso de esto, muchas de estas buenas causas en las redes sociales se convierten en una especie de contemplación de ombligo colectiva. Nos pusimos a pensar en algunas otras campañas que se hicieron virales e intentamos averiguar qué sucedió con ellas después de que desaparecieran de nuestro muro de Twitter. Porque, sí, los problemas sociales continúan incluso después de que se olvide su hashtag.

Pulseras Livestrong

Antes incluso de que existieran los hashtags ya había formas de alardear de que se estaba a favor de una causa social. ¿Os acordáis de las pulseras Livestrong? Aquellas pulseras amarillas de goma fueron una idea de Lance Armstrong, quien las vendía a través de la Fundación Livestrong para recaudar fondos y concienciar a la sociedad sobre el cáncer. Gente tan diferente como Lindsay Lohan o John Kerry lucían una en su muñeca; llevarlas significaba que eras a la vez sensible y molón.

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Al menos el dólar que pagaste por el estúpido brazalete se invirtió en la investigación contra el cáncer a través de la Fundación Livestrong. O por lo menos eso era lo que tú creías. En realidad, la Fundación Livestrong comenzó a dejar de investigar sobre el cáncer a partir de 2005, y dejó de aceptar propuestas de investigación pocos años después. Se vendieron más de 80 millones de pulseras. ¿A dónde coño fue todo ese dinero?

#Haiti

El mundo se estremeció cuando un terremoto de magnitud 7,0 sacudió Haití, sepultando al menos a 200.000 personas y destruyendo gran parte de las infraestructuras del país. #Haiti se convirtió en el segundo trending topic más grande de la historia de Twitter durante aquella semana y apareció en al menos un 15% de los enlaces tuiteados durante la siguiente semana. Curiosamente, muchos de esos enlaces dirigían a la gente a webs para realizar donaciones. Incluso la Cruz Roja se movilizó en Twitter, animando a la gente a enviar donaciones y a difundir la palabra acerca de #HaitiRelief.

Las redes sociales podrían haber ayudado a recaudar unos 8 millones de dólares en fondos de ayuda para Haití. Pero, como todas las cosas en Internet, pronto perdieron importancia y nos olvidamos de los haitianos. Han pasado cuatro años desde el terremoto de Haití y aunque esas donaciones iniciales tuvieron un gran impacto en la reconstrucción del desastre de Port-au-Prince, todavía hay al menos 150.000 haitianos que viven en los refugios de madera contrachapada que se construyeron tras el terremoto. A principios de este año, NPR informó de que muchas de estas personas están viviendo sin agua ni electricidad. ¿Por qué nadie tuitea ya acerca de esto? Pues porque #Haiti es tan 2010.

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#Kony2012

Seamos claros, Joseph Kony había secuestrado a niños en Uganda mucho antes de que su nombre se popularizara en 2012. De hecho, fue calificado como líder de grupo terrorista en 2001 y acusado de crímenes contra la humanidad por el Tribunal Penal Internacional en 2005. Lo que hace que 2012 fuera un año bastante curioso para que todos decidiéramos en 2012, y a través de internet, que era malvado. El responsable de todo es Jason Russell, el co-fundador de la organización Invisible Children. Russell realizó el mini-documental Kony 2012, que muestra las atrocidades del Ejército de Resistencia de Kony en Uganda. No importa que Kony fuera expulsado de Uganda mucho antes de 2012, la historia se hizo increíblemente viral. Se compartió más de 11 millones de veces y registró más de 100 millones de reproducciones. Todos, desde Bill Gates a Kim Kardashian apoyaron la campaña.

El lema de la película era "Stop Kony." Nadie sabía exactamente lo que significaba eso, así que en lugar de hacer algo realmente, la gente empezó a comprar unos lotes que costaban 30 dólares y venían con carteles y pulseras de Kony 2012. Los ingresos procedentes de estas ventas fueron de varios millones, pero Invisible Children nunca reveló a dónde fue a parar ese dinero. El Ejército de Resistencia de Kony todavía existe hoy en día, a pesar de los esfuerzos de la Unión Africana para atrapar a sus miembros y Joseph Kony sigue en libertad. Los esfuerzos para capturarlo ya estaban, por cierto, en marcha mucho antes de que se rodara Kony 2012. El vídeo no detuvo a Kony, pero definitivamente sí que lo hizo famoso.

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#BringBackOurGirls

En abril, los medios explotaron con la noticia de que 276 niñas nigerianas habían sido capturadas en una escuela de Chibok por el grupo extremista Boko Haram. El grupo tiene una larga y violenta historia: mataron a más de 900 nigerianos entre 2009 y 2012, y han llevado a cabo diversos atentados y secuestros desde 2011. Esto quiere decir que Boko Haram ha estado aterrorizando a los nigerianos desde hace bastante tiempo. El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, declaró el estado de emergencia en varias regiones en mayo de 2013, en respuesta a las actividades de Boko Haram.

Pero la sociedad no supo nada de ellos hasta el secuestro de abril, en parte debido al excelente marketing del hashtag #BringBackOurGirls. (¿Qué chicas? Nuestras chicas). Incluso Michelle Obama publicó un selfie con la mirada triste sujetando un cartel con el hashtag. Pero la campaña se desvaneció casi totalmente a los pocos meses en parte debido a que llegaron otras noticias y en parte porque nuestra atención pasó a cosas más interesantes, como el final de la cuarta temporada de Juego de Tronos. Y por lo que parece, Nigeria también perdió interés en el caso: el gobierno de Nigeria abandonó oficialmente la investigación sobre Boko Haram aunque al menos 200 de las colegialas siguen desaparecidas.

#IceBucketChallenge

Y aquí estamos otra vez con el supercontagioso Ice Bucket Challenge. Los videos imitan el formato de las neknominaciones (esos horribles vídeos en los que se desafiaba a beberse una cerveza de un trago), pero con la excusa de que son para una buena causa. Salvo que esa causa no tiene casi nada que ver con el reto, si es que tiene algo que ver. En la mayoría de los videos ni siquiera se mencionan a la ELA, ni se promueve ninguna acción para apoyar la investigación contra la ELA. Por ejemplo, en el vídeo de Martha Stewart, ella describió el Ice Bucket Challenge como "el nuevo viral de internet en el que una persona vuelca un cubo de agua helada en su cabeza y luego extiende el desafío a otras personas". Eso es, en efecto, en lo que se ha convertido: una oportunidad para mostrar tu cuerpo en bañador mientras haces algo hilarante. Pero espera, ¿qué es la ELA?

Por si acaso no te ha dado por buscar ELA en Google mientras estabas esperando a que se congelara todo ese hielo, la esclerosis lateral amiotrófica es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a las neuronas motoras del cerebro y a la médula espinal. Con el tiempo, estas neuronas se degeneran y mueren, lo que limita de forma muy grave el movimiento muscular. Debido a que no existe un remedio contra la ELA, el proceso conduce a la parálisis completa de los músculos, insuficiencia respiratoria y finalmente a la muerte. Sólo alrededor del 20 por ciento de las personas con ELA sobreviven más de cinco años tras el diagnóstico. Si quieres puedes realizar una donación a ELA España o colaborar con ellos de varias formas tal y como explican en su web.

Y, a ver, puedes echarte un cubo de agua helada por la cabeza si te apetece, pero no cuela que lo hagas para ayudar a los demás.

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