El mundo de los policías bailarines me ha alegrado el día

Como la mayoría de la gente, mi relación con la policía es de amor/odio. Por mucho que yo sepa que pasan la mayor parte de su tiempo dando direcciones a los turistas y ayudando a las viejecitas a cruzar la calle, no se me escapa que tanto civismo desaparece cuando los turistas son inmigrantes ilegales y las viejecitas son yayoflautas.

Esta mañana, sin embargo, algo apareció para hacerme cambiar de opinión. Habiendo leído ya todas las historias de interés animal que hay en internet (ballenas, mayormente) y anticipando cinco días seguidos de emails y reuniones con tantas ganas como un maquis las tendría de ver llegar a un pelotón de fusilamiento, me encontré estos tres vídeos de polis con más quincalla que toda la primera fila de un pase de Rick Owens.

Sé que la policía las pasa canutas en Colombia, con los narcos, las FARC y todo eso. Y las cosas no mejoran cuando tienes que llevar un uniforme que te hace parecer una mezcla entre un cowboy y un basurero. Pero este vídeo coge todo eso y se lo apropia. El mensaje, básicamente, es, “eh, terroristas y cárteles de la droga, puede que vosotros tengáis el dinero y las armas, pero ahora mismo la ciudadanía baila con nuestro ritmo reguetón de puta madre”

Ah, cojonudo. En España tenemos a la Legión Extranjera pareciendo el TechnoViking y sea donde sea que ocurre esto, su ejército ejecuta números de baile sincronizado con Justin Timberlake y Nicki Minaj. ¿Qué más da si no tienen pasta para coches de verdad y tienen que ir de un lado a otro montados encima de sus compañeros de armas? Creo que ya sé por qué país estaría yo dispuesto a dar la sangre si fuera menester.

O me cambio la graduación de mis gafas o es que los policías turcos son realmente bajitos. Aun así, la idea de que existe un estado norteafricano con un batallón de élite de dobles de cuerpo de Tom Cruise amantes del hardcore belga me va a acompañar toda la semana.