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La manifestación de 400.000 asistentes que despertó a Portugal

Facebook no solo sirve para follar, João Lambricha saca a un país entero a la calle

A principios de año, João Labrincha era un joven parado portugués sobradamente preparado más. Licenciado en Relaciones Internacionales, observaba como su país se iba por el retrete mientras la juventud mejor formada en la historia de Portugal no encontraba trabajo. Pero el 5 de febrero João y otros tres compañeros de la universidad de Coimbra crearon una página de Facebook: Geração à Rasca, Generación Desesperada. Convocaban una manifestación al margen de los partidos políticos para el 12 de marzo. Ese día, 400.000 portugueses, según los organizadores, protestaron por la situación de su país. Algo con el aspecto de un mail en cadena mutó en la mayor protesta ciudadana al margen de los partidos políticos desde que la Revolución de los Claveles arrebatase el poder a la dictadura salarazista el 25 de abril de 1974.

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VICE: ¿Orgullosos con el record?

Joao Labrincha: Mucho. Y sorprendidos, además. Las personas salieron a la calle para demostrar su descontento, pero también su preocupación y la voluntad de tener una voz.

¿Pero por qué se tardó tanto? El país lleva ya un año hecho una mierda y hasta ese día no se salió a la calle. ¿Hay algo en el carácter portugués que los hacer ser pasivos y no protestar?

Si eso del carácter era verdad, dejo de serlo con la manifestación del día 12. Si se tardó tanto puede ser debido a Portugal estuvo creciendo desde que entramos en la Unión Europea, pero ahora nos damos cuenta que pese a crecer económicamente fueron hechas malas políticas. Ahora comprendemos con la práctica que esto aconteció por lo que antes teníamos como crecimiento y vemos que era una ilusión. Los portugueses de 2011 tenían ese domingo de marzo multitud de motivos para escoger: 10% de desempleo, jóvenes precarios que cobran quinientos euros,  una economía atacada por los archidemonios del Mercado a los que trataban de aplacar aprobando en un año tres planes de austeridad… Un mes después, su primer ministro dimite por no poder sacar adelante un cuarto paquete de medidas de austeridad, el país acepta un rescate/préstamo de 75.000 millones de euros por la UE y el FMI para hacer frente a las deudas que vencen a lo largo de 2011 y se aprueba un IVA del 23% sobre el chocolate con leche pero de un 6% sobre el golf. Otras tres razones.

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Lo del golf y el chocolate con leche es bastante chocante ¿no?

Eso pasó hace un par de semanas y es poco congruente, poco lógico. Para empezar el golf es una actividad no ecológica y debería por lo menos pagar ese impuesto. Y desde luego que la comida es más importante que el golf.

¿Crees que el rescate podría arreglar la situación?

Estaba claro que era inevitable pero no creo que en el corto plazo vaya a mejorar nada. A largo plazo hacen falta medidas estructurales y este tipo de políticas parecen apenas paliativos para como está la situación.

Se destaca que el hecho de que al no contar con una convocatoria de los grandes partidos políticos hizo que más gente acudiera. ¿Es la clase política parte de la solución?

Fuimos partidarios de no tener apoyos políticos, lo que nos beneficio ya que así vino gente de todos los partidos, sin la bandera, pero estaban presentes. Pero cuando decimos que queremos una mejora cualitativa en el país, esto es política. La solución tiene que ser entre la política y los ciudadanos, lo decimos en el manifiesto. Aunque la gente está harta de la forma en la que se hace la política, no de la política en sí. De que los dos partidos mayoritarios no se consigan un consenso y  que quien suframos somos la gente normal.

¿Militaste en alguna formación?

En el Partido Socialista, pero ahora no tengo partido. João define al protestante medio Geração à Rasca como alguien que está decepcionado y con miedo al futuro, preocupado por la situación de precariedad laboral y por el desempleo. La página de Facebook fue creada el 5 de febrero, el manifiesto se colgó dos días después y para el día de la protesta tenía 70.000 personas adheridas.

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¿Cuál fue el germen que os llevó a crear esto?

Todo vino después de una conversación de amigos, a los que veíamos como a nosotros mismos en una situación de precariedad. En los bares, veíamos como la gente reaccionaba a la canción

[Parva que sou](http://www.youtube.com/watch?v=f8lo82tXbWU target=blank) [Tonta que soy], del grupo Deolinda. La gente la cantaba en las salas de música y les veíamos descontentos, pero con voluntad de actuar. Creamos el evento y los periódicos y las radios comenzaron a hablar de la página y se juntó más gente. Hay muchos periodistas precarios y ellos también ayudaron. Pero sobre todo Internet, es una forma de divulgación gratuita perfecta. Ahora mismo no se sienten capaces del clicar el “I like it”.

En un año Portugal aprobó tres planes de austeridad llamados P.E.C. No parece que a la población le haya hecho mucha gracia.

Tras este éxito, ¿hay más iniciativas en marcha?

Hay encuentros, tertulias…Se está creando un partido político llamado Máis Democracia. Aclaro que nosotros no estamos dentro de esto. El futuro de Geração à Rasca  lo vamos a decidir en una asamblea. Todavía no tenemos fecha pero la haremos. Lo que tenemos claro es que el 25 de abril y el 1 de mayo salimos a la calle, pero como manifestantes normales. Lo que estamos viendo es mucho movimiento y manifestaciones temáticas. Por ejemplo el otro día despidieron por correo electrónico a 70 trabajadores de del Museo del Diseño de Lisboa. Ellos y más simpatizantes protestaron el 1 de abril. El motivo es que  los tenían que haber integrado en la plantilla, ya que estaban trabajando con recibos verdes.

¿Recibos verdes?

Facturación. Con los recibos se debe pagar más del 50% de lo que se gana en impuestos. Y encima no tienes paro, ni seguro ni nada…Luego están los sueldos de 500 euros, que son algo habitual. Geração à Rasca solicitó a los asistentes a la manifestación que llevarán un folio con el motivo por el que estaban allí y una solución al problema para llevárselos a los diputados de la República de Portugal. João asegura que siguen recibiendo estas cartas de la ira aún ahora. Una de las asistentes a ese 12 de marzo que Portugal se echó a la calle resumió quizá la sensación general en su pedazo de papel: “Mi indignación no cabe en una hoja de papel”. Queda dicho.

CARLOS CARABAÑA