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Cultură

El típico día en el parque temático subvencionado más grande de Europa

Tropical Islands es un complejo turístico en la frontera entre Alemania y Polonia, subvencionado por la Unión Europea para que las personas con menos recursos pueda disfrutar de unas vacaciones.

La chusma de raza blanca de Europa gana por goleada a la chusma de raza blanca de Estados Unidos. Cuando los primeros tienen vacaciones, van a Tropical Islands, un complejo turístico en la frontera entre Alemania y Polonia subvencionado por la Unión Europea para que las personas con menos recursos pueda disfrutar de unas vacaciones.  Esta es la historia de lo que pasa durante 24 horas en este lugar tan decadente.

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La Unión Europea ha invertido la jugosa suma de 50 millones de euros para construir este lugar tan decadente para que los vagos pasen unas pseudovacaciones. El complejo turístico de Tropical Islands está en el interior del recinto autónomo más grande de Europa.

Se alza sobre la tierra como una enorme pastilla para adelgazar. El área está construida en un terreno donde los pilotos nazis ensayaban los bombardeos estúpidos que iban a lanzar sobre Londres. Allí la gente puede follar, vomitar y relajarse en maravillosas playas de arena artificial.

Además de los toboganes, globos aerostáticos, heladerías y pistas de baile, Tropical Islands alberga el bosque tropical interior más grande del mundo. Ingas, Annaltos y Macarangas de hasta 15 metros de alto se entremezclan con los rayos de sol que entran por el techo.

Los bares de Tropical Islands están abiertos 24 horas al día y por la noche todo el mundo va a uno que está en la playa. No es el sitio donde te gustaría que tu tierna hija adolescente estuviera sin supervisión paterna durante más de un segundo. Hay peleas en el agua, los borrachuzos de la tarde se amontonan los unos sobre los otros en la playa y los alaridos y gritos provenientes de los manglares no son de los monos precisamente.

Tropical Islandas funciona con un sospechoso sistema de pulseritas. Mientras estás dentro, no tienes que pagar nada: fichas con tu pulserita y pagas todo a la salida. Comprobar las facturas al finalizar tus vacaciones en Tropical Islands es como ir a confesarte sabiendo que el cura puede leer tu mente.

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El calorcito se consigue con una serie de cámaras, tuberías e indicadores que mantienen una temperatura media de 26º que a veces alcanza los 40º.

El cerebro de Tropical Islands es una sala de tecnología punta conocida como F-Matz. Desde esta sala, técnicos altamente formados supervisan el recinto a través de una serie de cámara y puestos de seguridad. Es decir, no nos dejarían entrar en la sala, así que todo lo que podemos decir es que los técnicos altamente formados no son más que masturbadores viciosillos que enfocan las cámaras de seguridad a los escotes y las entrepiernas de las chicas.

Este es Frank. Él e Yvonne están en Tropical Islands después de pasar cinco días en un festival de música techno. Sólo han venido porque era más barato que un vuelo a Turquía y no sabían cuanto tiempo iban a quedarse. Tal vez se queden hasta que se les acaba el dinero. Frank no ha colado alcohol en el recinto pero se ha traído media hoja de ácido.

Steffi trabaja por la noche limpiando la playa. "Encontramos de todo en las playas. La gente caga en el agua y caga en las plantas", susurra mirando a todas partes como si la cúpula la estuviera escuchando. Y seguramente lo esté haciendo.

Antes era gratis dormir en la playa artificial. Ahora, cada noche en el recinto vale diez pavos. Quizás sea por parejas como Frank e  Yvonne que, ya que pueden y tienen LSD, podrían quedarse un mes. Esto ya ha pasado. Hay rumores de que, en una ocasión, un vagabundo pasó 5 meses en Tropical Islands. Sobrevivió con lo que le sobraba a la gente y no le detectaban porque se cambiaba de ropa, afeitándose con una zarpa de un pavo real y pasando la mayor parte del día tumbado y enroscado en una gigantesca hoja de bananero.

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Nos topamos con un montón de mujeres de Cracovia que estaban de despedida de soltera, incluso estaba la novia que llevaba un velo decorado con micro-penes, todas decían que estaban casadas. Culturistas alemanes y un grupo de empresarios de Dubai un tanto vagos con bragas acuáticas de cuadros escoceses que iban contando el mismo chiste y acosando a estas mujeres sin parar.

P: “¿Por qué el cielo está tan alto?”
R: “Para que no lo rocen los rascacielos.”
La parte más divertida del chiste son sus bragas acuáticas.

Dos adolescentes de 15 años en biquini posan en la orilla de la playa. Se acarician mutuamente para quitarse la arena. Y después se mojan la una a la otra en la ducha. Todos los ojos de los hombres las miran como si fueran una atracción especial del recinto y todos los de las bragas acuáticas echan una carrera hasta el agua.

Aún así, las personas correctas que acuden a Tropical Islands se lo pasan muy bien. Conocimos a una familia a la salida. El papá se había tatuado la palabra "PUTA" alrededor de su ombligo. La mamá se había puesto un dragón verde en un pecho, y en la pupila tenía dibujada el símbolo de Batman. Anoche el papá se quedó dormido en la barra de un bar y hubo que sacarlo por motivos de seguridad, mientras el benjamín seguía despierto jugando solo en el agua a las tres de la mañana, cuando nos lo encontramos. "¿Volveréis?" les preguntamos. "Casi seguro", respondieron.

A algunas personas no les gusta viajar al extranjero. Comida distinta, mosquitos, chapurrear en otro idioma… Puede llegar a ser una tarea imposible. A algunas personas les gusta viajar sabiendo que se sentarán en la siguiente tumbona como uno más que no te mirará mientras cagas por ahí y apreciará la belleza de tu hija adolescente.

Tropical Islands se creó para gente como esta, y se ha hecho un buen trabajo para satisfacer sus necesidades. ¿Qué pasa si las mujeres se ponen tacones en la playa y los hombres se bañan en braga acuática? ¿Y qué pasa si los impuestos europeos se gastan en promover un bosque tropical cuyo principal fin es proteger a jóvenes copuladores? Tropical Islands es tan informante para los más desfavorecidos como la atención sanitaria gratuita y las pruebas de paternidad. "Ve a ampliar tus horizontes a otro lado" debería ser el cartel de bienvenida al recinto.

(Fotos de Steve Ryan)