Marines de EE.UU. y de Corea del Sur asignados al batallón OPFOR (acrónimo inglés de Fuerza de Oposición), cuya función es la de defender la playa durante las maniobras. Estas prácticas consisten en simulacros de combates entre tropas mixtas estadounidenses y de la República de Corea, alternando los papeles de atacante y defensor, aunque nadie quiere admitir haber asumido el rol de norcoreanos.
Vehículos anfibios de asalto regresando a sus barcos para buscar pasajeros, tras darse cuenta de que los asaltos resultan mucho más gratificantes espiritualmente cuando participan marines.
Vigilantes de la playa en Pohang.
Vehículos anfibios de asalto se acercan a la orilla para cavar un hoyo y desovar.
El cabo Rhett McAbee al mando de su tanque, como un señor.
Tropas surcoreanas de la OPFOR en sus puestos.
Las maniobras de SsangYong, una proeza sin parangón, son una mezcla de asaltos anfibios, coches y todoterrenos deportivos y arcades de lucha para dos jugadores que Corea del Norte difícilmente podría igualar.
Vehículos anfibios de asalto en la playa, aprovechando las primeras humaredas.
Uno de los aerodeslizadores coreanos, utilizados para desplegar cosas menos anfibias como tanques y humvees.
Tras abandonar los vehículos, los marines de EE.UU. y Corea del Sur inmediatamente tomaron posiciones al frente y atacaron las líneas de defensa enemigas.
No todo el mundo estaba entusiasmado con las maniobras conjuntas y hubo muchos detractores que pedían la retirada de las tropas estadounidenses. Curiosamente, la presencia de los manifestantes podría haber contribuido a la integración entre la policía y el ejército surcoreanos, lo cual no estaba previsto en las maniobras.