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Cultură

Entrevisté a un negacionista del Holocausto sobre su arte nazi

"Tal como yo lo veo, airear la verdad histórica hiere los sentimientos de los judíos. A todo el mundo se le hieren los sentimientos. Superémoslo."

Charles Krafft

No hace mucho, el artista Charles Krafft tuvo su pequeña cuota de mala prensa. Gracias a sus totalmente controvertidas cerámicas, entre las que se incluyen bustos de Hitler, frascos de perfume con esvásticas y la palabra “absolución” esmaltada, y platos cubiertos de dibujos de bombardeos nazis, a Krafft se le ha tachado de supremacista blanco, de simpatizante nazi y de negacionista del Holocausto. Así y todo, es “arte”, ¿recordáis? Esta no sería la primera vez que un artista juega con una simbología controvertida con la intención de iniciar un debate sobre la política contemporánea, y los trabajos de Krafft persiguen también el antagonismo mediante representaciones de Kim Jong-un, la completa destrucción de Dresde por las fuerzas aliadas en 1945, y Aleister Crowley. Por desgracia, recientes acusaciones de que Charles está en contacto con un grupo supremacista blanco y ha aparecido en un podcast ultranacionalista han provocado un aumento del número de personas que califican su trabajo de abiertamente ofensivo, poco investigado, arcaico y grosero. me puse en contacto con él para averiguar si es el Mel Gibson o el Ali G del mundo del arte.

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VICE: Hola, Charles. ¿Cómo describirías tu arte?

Charles Krafft: Beligerante y cómico. Es humor negro. Me interesa la cerámica no funcional. ¿Qué te atrajo a este medio?

Si te fijas, en otras cerámicas nunca ves ningún tipo de imaginería polémica sobe la era en la que vivimos. Todo trata sobre el siglo XVIII: vacas y molinos. Empecé a poner esto al día. Miraba aquellos platos y deseaba volverlo todo patas arriba. Quería pintar los momentos que han cambiado nuestras vidas. Los grandes momentos de nuestros días. Ya veo.

Quería que parecieran algo que tu abuelita podría tener en casa, pero que cuando te acercaras tuvieras que mirar de nuevo para asegurarte. Empecé con los platos y más adelante empecé con las pistolas y otras cosas.

Gran parte de tu trabajo hace referencia al nacionalismo. ¿A qué se debe?

Sí, me fijo en el nacionalismo como en lo opuesto al globalismo. Estoy interesado en el nacionalismo previo a la Guerra Mundial. Los nacionalismos post-1945 de cualquier tipo han sido demonizados; si echas la vista atrás hasta antes de la guerra y lees literatura nacionalista, no es algo tan malo como la gente cree. Estoy interesado en reevaluar la historia y los movimientos intelectuales previos a 1945. En el campo de las artes había muchos intelectuales de derechas, mientras que ahora todo es izquierdista, como el marxismo. ¿Cree que se ha dejado a la derecha injustamente al margen?

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Sí, lo creo. Ha sido demonizada. Ya no es posible tener un punto de vista imparcial. Entiendo entonces que se pone usted del lado de la derecha.

No, estoy más allá del paradigma. No quiero que se me clasifique como de derechas ni de izquierdas. Muy bien. Pero simpatiza usted con la derecha.

Sí, es cierto. En la América de los años 50, durante la fiebre anticomunista, tengo el convencimiento de los comunistas nos estaban subvirtiendo. McCarthy ha sido demonizado, pero estaba tras la pista de algo.

¿Cree usted en la supremacía de la raza blanca?

Todo ha sido hinchado más allá de toda proporción. Nick Griffin, por ejemplo; quería poner límites a la inmigración. Aquí vale lo mismo. Hemos aceptado suficientes refugiados. En cuanto sacas el tema se te tacha de supremacista blanco. No soy militante, no voy a manifestaciones. Yo me alineo con el discurso de los ríos de sangre, y no sé por qué otros no lo han hecho. Él [Enoch Powell] era un profeta, pero ha sido vilipendiado. Advirtió de una distópica sociedad multicultural y estaba de acuerdo con la discriminación. Ahora vosotros, chicos, tenéis revueltas y disturbios y hacéis como si no tuviérais problemas raciales. Los medios de comunicación ni siquiera están examinando esto. ¿Por qué hay gente que le considera un negacionista del Holocausto?

Estuve en una web supremacista blanca e hice un podcast para ellos, pero me estaban atribuyendo declaraciones que yo nunca hice. Mi punto de vista personal es que hay información que debería ser reevaluada, pero esto es un tabú. Y yo no entiendo por qué. A título personal creo que puedo limpiar el nombre de al menos un ex-nazi, el obispo Valerian trifa. Mi investigación sobre él hizo que me diera cuenta de quién soy yo, eso es todo. Soy un protestante blanco, esto es algo que simplemente me ha venido heredado. Estoy de acuerdo con su forma de nacionalismo: si no queremos que otros nos obliguen a adoptar sus puntos de vista, entonces no se lo permitamos.

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Es reevaluación, no negación, pues.

Yo creo que en la investigación no deberían haber tabúes. Creo que algunas pruebas son erróneas, pero no podemos investigarlo porque siempre habrá alguna organización judía diciendo que estás hiriendo sus sentimientos. Tal como yo lo veo, airear la verdad histórica hiere los sentimientos de los judíos. A todo el mundo se le hieren los sentimientos. Superémoslo. Oigo campanas de alarma sonando en mi cabeza.

Sí, sé tocar los resortes adecuados.

¿Cree que los nazis podían tener razón en algo?

Yo no soy un converso al nazismo, lo empleo de una forma irónica. Es un cliché del mal. La esvástica es simplemente una pieza kitsch de la cultura popular. También ha hecho teteras con la cara de Charles Manson, Nick Griffith y Hitler.

Sí. Iba a hacer una exposición en Inglaterra, así que, ¿por qué no hacer teteras? Me encanta el té inglés, así que hice unas cuantas teteras malévolas. Todas son personas demonizadas con excepción de Amy Winehouse. Ella era simplemente decadente y tenía una cara extraña. Menos la de Hitler, nadie las quiso comprar. Delirante. ¿Y qué hay de las piezas creadas con esqueletos humanos?

Creé las “vajillas de hueso humano” como un modo de conmemorar a la gente. Pensé que se podría comercializar, puse anuncios en revistas de funerales y todo eso, pero apenas nadie se interesó. En fin, mis pades se convirtieron en fuegos artificiales, de manera que pensé, ¿por qué otros no querrían convertirse en jarras? Me parece que no, Charles.

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