Entrevista con un vampiro

La primera vez que oí hablar de Spookhaus (o Bruce Campbell) fue hace unas semanas mientras estaba de gira. Nuestro chófer nos dijo que le había comprado hierba en Vancouver y que era un vampiro de verdad. Obviamente estaba intrigada. Cada vez  que me entero de que existe alguien tan excéntrico en mi hermosa aunque aburrida ciudad, me emociono muchísimo. Cuando oí que Spookhaus supuestamente dormía en un ataúd, caí redondita. Spookhaus no es un vampiro cualquiera, es una celebridad. Hace música, escribe unos cómics que se llaman Satan Clause, e incluso hace improvisaciones por el pueblo. Y al igual que Manson, tiene un séquito de vocalistas femeninas a las que llama "Las Brujas de Spookhaus", mientras que él se hace llamar “El Artista de la Oscuridad”.

Me emocioné muchísimo cuando me invitó a su casa a tomar vino, tenía muchas ganas de explorar las profundidades de la locura de Spookhaus. Invité a mi amiga Kate para que tomara fotos de la entrevista, y para tener una testigo por si las cosas se salían de control. Llegamos a su casa cuando todavía no se había puesto el sol. Llamé a Bruce para decirle que habíamos llegado y, de repente, apareció un hombre en la puerta, con una capa negra y una máscara kitsch de calavera. Nos saludó, abrió la puerta y nos escoltó hacia el interior. Como la chica bonachona y optimista que es, Kate intentó presentarse, pero el hombre enmascarado permaneció en silencio mientras entrábamos en un ascensor rojo. Entonces, el hombre enmascarado sacó una rata muerta de su bolsillo y la sostuvo frente a mí, sin decir nada. Me reí. ¿Qué más podía hacer? Era gracioso, pero conforme transcurría el sexto minuto de silencio, me empecé a preguntar si sufrir abusos sexuales a manos de un vampiro era algo que realmente me podía pasar. El sitio estaba iluminado con una luz azul fuerte, parecía un museo del terror, con pilas de películas y pósters de vampiros famosos en cada pared. Y había cuero, mucho cuero negro. Cuando ya nos habíamos adentrado en la casa de Spookhaus, el hombre enmascarado finalmente nos dejó verle el rostro. ¡Era Spookhaus en carne y hueso! Nos sirvió un poco de vino en unas copas y nos sentamos a charlar.

VICE: ¿Cómo termina un vampiro en Vancouver?
Spookhaus: Nací en Francia. Mi padre era comandante de la Fuerzas Aéreas. Era ingeniero, un profesional estricto, pero había recibido toda su educación en el ejército. Viví en bases por todo Canadá y Europa. ¿Has escuchado la expresión "military brats (bastardos del ejército)"? Nos restringen y nos oprimen tanto que tendemos a terminar bastante locos. Yo encontré una salida. El horror es mi salida.

¿Cómo te metiste en todo esto?
El horror va muy en contra de lo establecido. Siempre ha sido así. Mis padres odiaban llevarme a ver películas de horror cuando era niño, porque eran películas de bajo presupuesto y a mis padres les parecían pura basura. Cuando era niño les suplicaba para que me comprasen una capa y colmillos para llevar al colegio. No era una cosa obsesiva. Simplemente me gustaba. ¿Recuerdas cómo te asusté un poco cuando llegaste? Es lo mismo. Me emociona. Las películas de horror me excitan y hacen sentir poderoso, en especial cuando era niño. No tenía miedo. Estaba fascinado. El hecho de que a mis padres y a mis hermanas no les gustara sólo lo hacía mejor. Igual que una droga, igual que la heroína.

¿Cuál fue la primera película de terror que viste?
Fue en San Antonio, Texas, cuando tenía cuatro años. Se llamaba Ghost of Frankenstein (El Fantasma de Frankenstein) y Lon Chaney Jr. era el monstruo. Recuerdo esta escena en la que Frankenstein está destruyendo el pueblo, todos huyen de él, y esta pequeña niña, que por aquel entonces tenía mi edad, era la única que no estaba asustada. Le pide al monstruo que le traiga su pelota; supongo que se había quedado colgada en el techo. Él la levanta y la ayuda a bajar su pelota. Mientras tanto, los habitantes le gritan que la suelte. Frankenstein me pareció genial. Todos los padres lo odiaban pero los niños los amaban. Recuerdo que fui a ver El Exorcista cuando tenía diez años. Estaba muy metido en esto del horror, pero la película me dejó aterrado. No era consciente de las profundas connotaciones satánicas. Fue la primera película en la que abordaban el ocultismo y lo satánico.

¿Por qué la gente teme el horror?
Esa es una buena pregunta. Aún no lo he descifrado. A mi también me asusta un poco, pero es que eso es lo suyo. A los diez años me identificaba con Linda Blair. Estaba siendo poseída y yo creía que el diablo también vendría por mí.

¿Qué opinas de las series de televisión y películas de vampiros como Crepúsculo?
Las odio. Odio el resurgimiento de los vampiros. Son gilipolleces de Hollywood. Crepúsculo me hundió.

Bueno, como feminista, la historia detrás de Crepúsculo me ofende.
Y yo, como vampiro, creo que diluye la esencia del vampiro. Convierten al vampiro en un Justin Bieber. Estoy harto de Crepúsculo. Estoy harto de Hollywood. Aunque tengo todas estas películas y el 95% son de Hollywood; son clásicos. Me atrae la inocencia del horror. Hoy en día ya no hay esa inocencia. Es pura mercadotecnia y herramientas sociales.

¿Qué hay de los programas como The Secret Circle [El Círculo Secreto]?
No veo la televisión. No he visto televisión en más de 25 años. Cuando la veo me da asco. Insulta mi inteligencia. A los diez años de dejar de mirar la televisión comencé a tener mis propias y mejores visiones. La televisión como la conocemos, tu madre ya te lo diría, es una herramienta que hipnotiza. Es un estrobo que hipnotiza y te sugiere cosas. Eso lo sentí cuando era pequeño. Me daban ataques de pánico cuando veía televisión. Fumaba un poco, y me intentaba relajar frente a la tele, pero no me podía relajar.

Pero, ¿te gustan las películas?
Vi muchas películas durante largo tiempo para entender las cosas que hago ahora, y después me cansé de todo eso. Lo tenía todo dentro de mí, así que podía simplemente dejarlo salir. Es como cuando te comes un sándwich realmente grande y tu cuerpo se llena de nutrientes, combustible y coges fuerzas.

¿Cuándo te diste cuenta de que eras un vampiro? ¿Qué implica ser un vampiro?
No fue nada esotérico. Como dije, estaba muy metido en el horror y el vampiro era el personaje más poderoso.

¿Por qué?
Podía hipnotizar a la gente. Podía seducir a las mujeres. Pero lo que entiendo ahora sobre el vampiro es que es la forma primitiva del ser humano. Creo que todos somos vampiros en algún momento. Hace miles de años teníamos que cazar y recolectar. Cazábamos algo, lo matábamos y nos comíamos la carne cruda porque teníamos mucha hambre. Quizá incluso agarrábamos un ojo y nos lo comíamos.

Qué asco.
Sí, suena asqueroso, pero sólo porque el sistema lo ha hecho así. Ahora solo vamos a la tienda. Vemos un poco de sangre en un hígado y nos da asco. Vivimos en un mundo aséptico. Todos nos podemos identificar con el vampiro, todos y cada uno de nosotros. Yo sólo me identifico un poco más.

¿Se trata de la ferocidad primitiva?
Completamente. ¿Eso es bueno o malo? Esa es la cuestión con el mal o los vampiros. ¿Qué es bueno y qué es malo? Yo he explorado el mal. Estuve involucrado en la Hermandad de Satán de Texas. Son un grupo ocultista que cree que Satán existe. Hay 13 pasos para llegar a la cima.

Es una especie de A.A. para Satán.
Me contactaron por mi música. Me hicieron miembro honorario, pero no me gustan los cultos. Me gusta estar solo. No puedo ser un tirano como Hitler y no puedo recibir órdenes.

Eso es el vampiro en ti.
Sí, un vampiro tiene magia dentro de sí, y confianza. No necesita nada.

¿Sales al exterior?
Claro. Eso es puro Hollywood. Hollywood arruinó al vampiro y Hollywood arruinó al diablo. Hollywood arruinó el ocultismo. Se trata del otorgamiento de poderes. Queremos ser algo más grande que la vida. Creo que adherirte al ocultismo es mejor que adherirse al sistema. Es mejor alcanzar el poder fuera del sistema que convirtiéndote en un director ejecutivo o en un soldado. La secta religiosa crea el sistema en el que vivimos. Pensamientos new age, cultos hippies, Charles Manson y toda esa mierda están intentando volver a una comuna, una comunicación de lo que éramos antes.

¿Has escuchado la música de Charles Manson? Creo que la gente no sabe lo buen compositor que era.
Sí, lo sé. Creo que es un compositor fantástico. Creo que Manson fue traicionado. Charles Manson era un criminal de poca monta. Cometió crímenes menores. Era un criminal desde el día en que nació. Era un perdedor inofensivo, pero creo que lo eligieron expresamente, puesto que pasó tanto tiempo en prisión, porque creyeron que podrían usarlo como chivo expiatorio para toda la generación hippy. Mató a Sharon Tate, ¿cierto? Ella estaba casada con Roman Polanski y Roman Polanski fue el director de La semilla del Diablo, ¿cierto? Polanski también estaba metido en una cábala judía, liderada por judíos y ocultistas, y La semilla del Diablo fue la forma que Polanski eligió para exponerlos. A Tate la mataron tres años más tarde, y también a su bebé. No sólo hicieron que Manson difamara a la generación hippy, sino que también le enviara una advertencia a Polanski. Te lo explico para que lo pienses. No me tienes que creer. Escucha, volviendo al ocultismo, si tienes miedo, nunca estarás iluminada. Quizá tenías miedo de venir a verme…

Bueno, todo ese truco en la puerta…
Sí, pero pensé ponerte a prueba. Si te hubieras ido, entonces no habrías tenido huevos. Pero te quedaste. Eso es clave. Es por eso que me involucro en el ocultismo sin restricciones. No voy a morir; voy a salir iluminado. Si entiendes cómo trabaja el diablo y cómo funciona el mal, después podrás entender los dos lados. Ya conocemos nuestro lado, nuestro lado bueno y moral. El mal es una necesidad.

Una cosa no existe sin la otra. Vivimos en un mundo de oposiciones binarias, día y noche, hombre y mujer…
Está bien, pero tienes día y noche, pero también tienes el medio día, el atardecer, la madrugada, todo eso que lleva a la oscuridad. Entonces, tienes la luz gradual, mañana y después comienza otra vez. La gente sólo ve el día o la noche. Pero hay más. Hay un hombre en cada mujer y una pequeña mujer en cada hombre. Hay bien en el mal y hay mal en el bien. El diablo es parte del cielo.

¿Entonces Dios qué sería?
Ni siquiera me gusta llamar a Dios, Dios, ¿sabes? Es sólo este ente bondadoso. Sin embargo, el diablo es algo que salió de Dios y el ocultismo se basa en la Tierra. Todos tenemos poderes más allá de los poderes que tenemos ahora. Nuestros poderes han sido diluidos por el sistema. El poder viene de la tierra, pero nuestra tierra está cubierta de cemento. Es muy difícil usar la magia que poseemos al máximo. Coches que funcionan con gasolina, o electrónicos, creemos que todas estas cosas nos dan poder, pero están destruyendo nuestra verdadera creatividad y poder. Todos los seres humanos deberían consumir su poder natural, pero el sistema en el que estamos lo destruye.

¿Pero no crees que estás destruyendo tu poder viviendo en un apartamento en la ciudad? ¿No deberías estar solo en el bosque?
No. El único poder que tengo es el poder para ser creativo. Puedo hacer eso donde sea.

Fotos de Kate Brown