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Música

Damo Suzuki: el hombre que prácticamente inventó el post-punk y el ambient

Damo Suzuki nació en Japón en 1950. Cuando era adolescente viajó a Europa y fue rápidamente reclutado para ser el cantante de Can, una banda que, dependiendo de con quién hables, te diría que inventó el post-punk, el ambient y a The Stone Roses...

Damo Suzuki nació en Japón en 1950. Cuando era adolescente, salió de Asia para viajar a Europa y fue rápidamente reclutado para ser el cantante de Can, una banda de Colonia que vivía en un cine abandonado que, dependiendo de con quién hables, te diría que inventó el post-punk, el ambient y a The Stone Roses. Incluso The Fall escribió una canción sobre él.

Damo dejó Can en 1974, después de grabar cuatro álbumes, para vagar por el mundo, y desde 1983 ha estado en una gira interminable, montando conciertos improvisados con una red de cientos de músicos de todos los rincones del planeta (Damo Suzuki’s Network). Contactamos con este genio para hablar de las comunas hippies de los sesenta, de cuando casi muere en el desierto del Sahara y de cómo encontrar tu yo interno.

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VICE: ¿Cómo era Japón cuando estabas creciendo? ¿Dónde hacías música?

Damo Suzuki: Cuando tenía 17 años Japón era muy diferente al de hoy. Cuando tenía 8 o 9 años conseguí mi primer instrumento, creo que era una flauta, luego el clarinete y el saxofón. Mi hermana trabajaba en un banco y cada cumpleaños me regalaba un instrumento musical. También tuve una guitarra y un órgano. Ella quería que hiciera música.

Fuiste a Europa en el año 1967 y hacías espectáculos de calle. ¿Es eso cierto?

No, en realidad no. Yo estaba en una comuna en el campo, en Suecia. Con 50 personas disfrutando de la vida y la naturaleza, sin hacer nada. En las grandes ciudades no tienen suficiente aire para vivir. La semana pasada estuve en el campo, en Eslovenia, en un lugar cruzado por un río con muchos peces. Hecho de menos estos lugares, porque las grandes ciudades, a pesar de que Colonia no es tan grande como Londres, me estresan demasiado, te hacen perder tiempo y no eres tú mismo.

A veces, en una ciudad no tienes el control de las cosas. Especialmente en Londres, pierdes tu sentido de identidad un poco.

Sí, porque estás rodeado de miles de personas con las que no hablas. En el campo tienes mucha más comunicación con la gente. Cuando estaba en Suecia hablé con todas y cada una de las 50 personas que vivían en la comuna. Si vives en Londres tal vez no puedas hablar con ninguno de ellos.

¿Qué pasó después de Suecia?

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Viajé por toda Europa, tocando en la calle y pintando, lo hice en Alemania, Francia, Suiza y Finlandia. Después viví en Wexford, Irlanda, durante 6 meses, y también en Seven Sisters en Londres, durante ese tiempo vivía de tocar en la calle. Entonces pensé que debería volver a Japón para estudiar. Pero entonces, en Múnich, conseguí un buen trabajo.

¿Fue entonces cuando te uniste a Can?

No, tenía un trabajo como guitarrista en otra banda. Estaba ganando un buen dinero, pero después de 3 meses me sentí muy frustrado porque hacía lo mismo todos los días. Realmente no puedo recordar cómo ni cuándo conocí a Can. Quizá me vieron tocar un día en la calle o una vez que gritaba de frustración. Pero ellos me vieron y me pidieron que fuera su cantante, no porque les gustara mi voz sino porque querían a alguien que pareciera extranjero. Los japoneses o chinos en la década de 1970 eran algo raro, totalmente diferente a ahora. Tal vez en Inglaterra había chinos, pero no japoneses. Ellos me querían para hacerlos exóticos, no por cómo cantaba.

Esa noche te invitaron a actuar sin un ensayo previo. ¿Cierto?

Sí, fue algo espontáneo. De hecho hago lo mismo ahora con Network. Creo que es mejor así porque lo vuelve interactivo. La música es comunicación, y por eso un concierto en vivo es más intenso. Hay una diferencia total entre la música de la Network y el 99% de la música. Es otro mundo. Lo más importante es que estés en el momento y lugar exacto. Pero si tienes un CD en casa, no es tu propia experiencia. En las actuaciones en vivo puedes opinar "Oh, esto es una gran mierda", pero eso no importa. Si vas a un concierto es posible hacer un nuevo amigo por ejemplo. No es solo la música, hay todo tipo de experiencias que se pueden tener cuando vas a un espectáculo, es tu vida.

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Cuando te uniste Can, ¿estaban todavía viviendo en el castillo?

No, en ese momento se encontraban en Inner Space, un estudio que hicieron en un antiguo cine. Era una especie de comuna, estuvimos allí todos los días durante 3 años cuando no estábamos de gira. Tuvimos una súper oportunidad para hacer discos, porque en ese momento muchas bandas no tenían su propio estudio. Podíamos grabar en cualquier momento sin gastar un duro, por lo que nos gustaba grabar durante 12 horas y luego editar las cintas. Debido a esta situación desarrollamos un nuevo método de trabajo.

Un montón de bandas y artistas muy buenos salieron de Alemania en la década de 1970. ¿Eras amigo de alguno de ellos?

De algunos de ellos, especialmente La Düsseldorfpeople, que se formaron a partir de Neu!. Uno o dos miembros de Hawkwind eran mis amigos. Nosotros no hicimos música con ellos, pero Nick Turner y Lemmy formaron la banda. También conocía a Amon Düül, con el que vivía en Múnich antes de unirme a Can.

Después de que te fuiste Can, te convertiste en Testigo de Jehová. ¿Todavía lo eres?

No, hará unos 25 años que lo dejé. Estuve casado con una Testigo de Jehová durante mucho tiempo. Todavía leo la Biblia, pero no me gusta pertenecer a ninguna iglesia o ningún tipo de organización porque creo que la Biblia tiene algo que ver con la verdad real, así que me paso quizás a 1 hora al día leyéndola. Pero cuando era Testigo de Jehová, en la década de los ochenta, tenía cáncer y sufrí una operación sin una sola transfusión de sangre.

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¿Qué hiciste después de que recuperaste?

No pude caminar ni hacer nada durante más de medio año. Pero entonces, un día tuve la sensación de querer hacer música de nuevo, pero no dentro de la industria. Quería expresar un sentimiento de supervivencia y una nueva forma de ver la música. Así que decidí hacer música espontánea, ya que es mucho más cercana a la vida misma, cuando improvisas. Si compones, no representas la vida, buscas el negocio. Yo solo quería música, no negocios.

Todo el mundo tiene una misión diferente. La misión de conectarte contigo mismo, y si has encontrando tu camino lo sigues y tomas lo mejor de todas las personas que te rodean, entonces serás mucho más rico en sentido espiritual. Eso es lo más importante para ser una persona libre. Muchas personas en este mundo no son libres porque necesitan información de otro mundo –ven la TV, leen los periódicos, hablan como si fueran “la voz de la experiencia”– todo eso es información que proviene de los medios de comunicación. Por lo que debes encontrar tu propio camino para así comunicar tu propia opinión a la gente.

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?

La expresión viene muy a menudo a partir de la experiencia, que comienza en la infancia. Tuve una madre fuerte, tengo mucho de su ADN, por tanto ella es una inspiración para mí. Así que la inspiración es algo que no se puede delimitar.

Cantas en una mezcla de diferentes idiomas y sonidos abstractos que llamas “el lenguaje de la Edad de Piedra”. ¿Se relaciona esto con lo que estás hablando?

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Sí. Normalmente este tipo de música tiene una textura. Si tienes una textura, tengo que cantar una canción tal vez 300 veces, pero no puedo hacer eso. Para que el público viaje conmigo, tiene que ser instintiva e interactiva. Luego, en mi concierto generaras una serie de historias dentro de tu cabeza y la persona a tu lado tendrá una historia diferente. Soy capaz de comunicarme de manera diferente con cada persona del público. Es una forma de trance donde todo es posible, porque no voy a decir nada en concreto a la gente, ellos son los creativos y esto es importante.

Si canalizas tu yo interno consigues una cierta monotonía, eso es algo muy bueno porque te hace reconocible. Por ejemplo, me gusta mucho  que cuando ves una pintura de Miró sabes que es él y nadie de nadie más. Con ver una línea sabes que es él. Al igual que Miles Davis, con escuchar solo uno o dos tonos de su trompeta, todo el mundo sabe que se trata de Miles Davis.

Has viajado mucho por  África y Asia, ¿no es así?

Sí, aunque ahora no tanto, ya tengo 64 años y cada vez me resulta más difícil viajar distancias muy largas.

Leí una vez que casi mueres en el desierto del Sahara. ¿Qué pasó?

No tenía mucha agua. Estaba caminando solo en el desierto del Sahara y casi me pierdo, pero algunos extranjeros que me vieron vagando y me recogieron. Eso pasó tal vez a finales de los años ochenta.

¿Cuál es la cosa más extraña que alguna vez te ha pasado de gira?

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Creo que todo lo que pasa en las giras es bastante extraño de alguna forma. No puedo decirte alguna cosa que sea más extraña que otra, cada día es extraño. La perspectiva de cada uno es diferente, cualquier cosa que te dijera sería solo mi opinión, basada en mis condicionamientos.

¿Grabas cosas con tu Network?

No, solo hago presentaciones en vivo. Pero ha habido algunas personas que han grabado algunos de nuestros espectáculos en vinilo. Uno en Suecia y otro en Canadá, creo que son 4 en total. Pero no estoy interesado en sacar mucho material. No me gusta pensar en la música como un producto, ya que para mí es un proceso.

Si pudieras decirle algo a tu yo más joven, ¿qué sería?

Encuentra tu propio camino. Es algo fácil, pero la mayoría de la gente nunca lo hace. Todo el mundo tiene un talento, pero la gente coge demasiada información de otras personas y no puede crear nada dentro de sí mismo. Así que si empiezas desde cero, entonces podrás hacer cosas hermosas y se harás mucho más rico espiritualmente. Olvídate de la vieja información, no creas en nada, cree en Jesús y cree en ti mismo.

¿Cuáles son tus planes para el futuro?

Ser Damo Suzuki.

Sigue a Robert en Twitter @RobertGreer90