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Axe Presenta:

Dios salvó a Stuart Murdoch

Hablamos con el alma de Belle & Sebastian sobre su fe cristiana, Truffaut y su salto al cine en 'God Help the Girl'.

Este mundo está lleno de gente que pasa por la vida de puntillas, nosotros sabemos apreciar a las personas que hacen cosas increíbles para que sea un lugar mejor. Cada semana, AXE Peace te descubre a las personitas que dedican su tiempo a chaladuras y proyectos que hacen que valga la pena vivir,. Ellos nos permiten soñar con un planeta menos asqueroso.

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Esa cara de tonto que pones la inventó Belle & Sebastian. En serio. Y no pasa nada. Puedes seguir moviendo la cabeza hacia los lados y marcar el ritmo con los pies con total devoción. Y pensar que las canciones bonitas del grupo de Glasgow, con sus trompetillas y sus coros celestiales y esa voces de algodón, hacen el mundo un poco mejor. Porque eso es lo que quiere Stuart Murdoch. Él quiere que seas feliz con sus canciones pop. Y ahora también con God Help the Girl, la película musical que ha financiado a través de Kickstarter y que protagoniza Emily Browning (Sucker Punch). Si quieres saber por qué el líder de Belle & Sebastian se preocupa por tu bienestar, ésta entrevista es para ti.

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VICE: Hola, Stuart, ¿estás en Glasgow? ¿Cómo estáis viviendo el referéndum?

Stuart Murdoch: Hola, sí, aquí estoy. El referéndum está por todas partes. Todo el mundo está muy involucrado. Hasta la gente a la que no le interesa la política. Es algo importante.

Entiendo. Hablemos de God Help the Girl, un proyecto que nació como una banda de chicas. ¿Cómo se convirtió en una película?

Después de esa primera idea que tuve de montar una banda de chicas, enseguida me di cuenta de que en las canciones había personajes. Pensé que podía desarrollarlos y hacer una película.

¿Por qué decidiste financiarlo por Kickstarter?

Porque no conseguíamos dinero de otra manera. Pensamos que teníamos que apelar a los fans de Belle & Sebastian. Y por suerte, ellos se fiaron de mí y del guión que escribí.

La peli cuenta la historia de Eve (Emily Browning), una chica anoréxica que se cura gracias a la música. Tú estuviste enfermo y deprimido durante siete años [encefalomielitis miálgica]. ¿La música fue para ti una salvación?

Sí, la música me salvó de la depresión. No lo pensaba cuando estaba enfermo pero ahora sí que me doy cuenta de lo importante que fue.

¿Qué otras cosas te salvaron?

Como a Eve, la espiritualidad. En esa época abracé a Dios por primera vez.

He leído en alguna parte que eres cristiano pero que todavía te haces alguna pregunta…

¿Dónde has leído eso? Soy un cristiano convencido. Voy a la iglesia y creo en los fundamentos del cristianismo. Pero me interesan otras religiones. Por ejemplo, del budismo me interesa la meditación. Creo que la inspiración cuando haces música viene de ese intento de dejar la mente en blanco. No es tan distinto del cristianismo. Esa inspiración en el cristianismo viene de Dios.

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¿Crees que God Help the Girl puede ayudar a la gente joven que se sienta perdida como te sentías tú entonces?

Es algo naif pensar que una película pueda hacer eso, pero es lo que quería conseguir. Y es lo que siempre he querido con Belle & Sebastian, precisamente porque yo me he sentido así, enfermo y solo, de manera que me parece lícito querer convertirme en un guía para esa gente o simplemente proporcionarles bienestar. Hay tantas pelis y libros que me han salvado cuando era joven y a los que les debo tanto… Pero soy consciente de que si salgo diciendo esto en una entrevista pareceré tonto.

¿Qué libros te hacían sentir bien?

De niño mis libros favoritos eran los de C.S. Lewis. Creía que eran mágicos. No sabía lo que era la espiritualidad pero sabía que había algo.

Y hablando de pelis… la tuya es súper Nouvelle Vague, ¿a quién quieres más: a Truffaut o a Godard?

A Truffaut. Lo siento por Godard. Los dos eran buenos amigos y colaboraban juntos pero luego a Godard dejó de gustarle Truffaut. Y Truffaut empezó a pensar que lo que hacía Godard era una mierda. Y yo, en esa pelea, no sé quién tenía razón pero me quedo con Truffaut. Me parece una mejor persona, además. Me encantan sus películas de los 60. Sobre todo, Besos robados.

¿Qué otras películas te han servido de referencia?

Muchas pelis británicas de los 60 y 70. Por ejemplo, Qué noche la de aquel día, La soltera retozona, El Knack… y cómo conseguirlo.

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¿Es más fácil escribir canciones o un guión?

Escribir canciones. Salen espontáneamente de mí, además de que son más cortas. Un guión es más complicado, cuesta más mantener el interés del espectador.

¿Consideras la dirección como una nueva profesión?

No será una profesión hasta que haga otra película. Y sí que quiero hacerla. Tengo ideas pero ahora me voy a concentrar en Belle & Sebastian. Pero está bien porque mientras me concentro en el grupo podré relajarme y decidir qué idea es la mejor.

¿Es muy diferente ser director a ser músico? ¿Te ha parecido complicado?

Hacer una película es muy divertido y muy complicado. No es tan diferente de ser músico. Grabar un disco y estar de gira con una banda es un gran proyecto artístico en el que intentas entretener a gente. Y hacer una película, también lo es. Incluso, ahora, que estoy grabando un disco nuevo, poner las canciones en orden me recuerda al montaje de una película.

En un momento de God Help the Girl, los protagonistas se preguntan "¿Qué hace a una banda?". ¿Qué respondes a eso?

No lo sé. Creo que es más fácil de lo que piensan los personajes de mi película. Si pones a un hombre y  a una mujer en una habitación, al cabo del tiempo acabarán haciendo el amor. Si metes a músicos en un cuarto en algún momento alguien escribirá una canción. Me encanta la idea de una banda porque me gusta que la música surja de una colaboración.

Otra cuestión que se plantean los personajes es si hay que escribir sobre uno mismo o hay que tener algo más sobre lo que escribir…

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Cuando eres joven tiendes a hablar más sobre ti mismo porque las emociones, como la melancolía o la desesperación, están a flor de fiel y es fácil convertirlas en canciones. Pero cuando te haces mayor empiezas a mirar al mundo exterior. Sin embargo, son mejores canciones pop las que compones de joven.

¿Y sobre qué escribes ahora que miras al mundo exterior?

En los últimos diez años he viajado tanto y he visto tantas culturas y religiones y países, que creo que eso lo he incorporado en mis canciones. Y también escribo sobre política, hasta cierta punto. Hoy he terminado una canción que empecé hace unos años en la que hablaba de mi reacción a que ganasen los partidos de derechas en las elecciones.

God Help the Girl me hizo sentir como tus canciones: tiene una forma alegre pero el contenido es triste.

No sé si hay manera de evitar eso. Las canciones vienen como vienen. En Belle & Sebastian hacemos melodías bonitas pero contamos la verdad. Y la verdad no siempre es alegre.

Para los personajes de God Help the Girl y, en gran parte de la cultura pop, el amor se presenta como una solución y acaba siendo un problema. ¿Cómo funciona esto en la vida real para ti?

La solución última es la fe. Y con la fe viene el amor, también. Pero la solución última a todo no surge de las personas. Viene de Dios.

Piquitos, en las mejillas, modo abuela o muy profundos y húmedos, todos los besos nos sirven para pedir la paz. Manda tu beso con #PEACEANDKISS en Twiter o Instagram y en AXE donaremos 1€ a la ONG Peace One Day.