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Música

Entrevistamos al supervisor musical de Breaking Bad y The Walking Dead

Y nos regala un playlist que nos ayudará a follar más.

Ned Hepburn nos escribió y nos dijo “Eh, que resulta que estoy en contacto con Thomas Golubic, el supervisor musical de Breaking Bad y The Walking Dead, ¿queréis que lo entreviste?” Y nosotros le dijimos, “pues claro, tío”. He aquí la entrevista:

VICE: ¿Cómo conseguiste convertir la música en tu carrera?

Thomas: Empecé grabando cintas para las chicas, como todo el mundo. Eso fue cuando estaba en el instituto, es decir, cuando todavía usábamos walkmans y radiocasettes y poca cosa más. Solía coger dos radiocasettes y poner una cinta en cada uno y grababa cintas con canciones mezcladas, incluso lo hacía con películas. Películas raras como Sufridos Ciudadanos (The Survivors, con Robin Williams y Walter Matthau), la cual, no sé por qué razón, me parecía increíblemente divertida. Pillaba partes de pelis y las ponía entre las canciones. Cogía el diálogo de una película y las canciones y hacía mixtapes para las chicas. Lo que tienen las cintas con recopilaciones de canciones es que son un modo de hacer que la creatividad de otra persona hable por ti. Quizá hacer eso sea un poco de cobarde…

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Puede ser, pero cuando se hace bien es algo tan personal…

A veces se aferraban tanto a esas cintas… Es muy agradable que 20 años después alguien venga y te diga que todavía tiene aquella cinta que le grabaste.

¿Todavía sigues haciendo mixtapes para mujeres?

¡Uff, sí! Y ahora es más fácil con tanta tecnología. Ahora utilizo Ableton, pero sí, todavía las hago. Es una de esas cosas que nunca puedes parar de hacer.

¿Sigues alguna regla?

Es un poco como una conversación en una fiesta. Si te metes en una conversación e intentas agradar a todo el mundo sólo conseguirás parecer tonto, y si intentas crear polémica o desafiar a todo el mundo te tachan de gilipollas. Así que intento nadar entre esas dos aguas y encontrar algo que signifique algo para ellos pero también para mí. Y transmitirles cosas que nunca se esperarían.

¿Cómo diste el salto de grabar cintas para gustar a las chicas a convertirte en un supervisor musical?
Tenía un programa de radio en la KCRW. Vivía en Los Angeles. Me mudé allí con la idea de escribir un libro, pero al final terminé dejándolo. Tuve trabajos temporales, aprendí algunas cosas sobre la industria y terminé trabajando como ‘escenarista’. Después pasé a trabajar un poco como periodista y luego fundé una revista por Internet llamada The LA Magnet…

¿Una revista por Internet?
… fue un completo desastre para mis finanzas. Todavía era muy pronto para ese tipo de cosas, las revistas por Internet todavía no existían. Básicamente, todos los que habían puesto dinero para el proyecto acabaron dejándolo y yo terminé poniendo un montón de pasta de mi propio bolsillo y lo perdí todo. Estaba en bancarrota, en un apartamento de mierda y mi novia me había dejado. Un día oí en la radio mientras estaba en el coche que la KCRW buscaba voluntarios para que les ayudasen con su página web. Entonces pensé: “Están empezando a crear una web, así que quizás pueda ayudarles a no cometer los mismos errores que yo”. Así que les ayudé con la web y alguien me dijo, “Eh, te gusta la música, ¿no?, pues ¿por qué no haces de voluntario en la biblioteca musical? No es remunerado pero si quisieras empezar el jueves, nos encantaría contar contigo”, así que lo hice. Gary Callomar era el bibliotecario musical por aquel entonces. Solíamos hablar de música e intentábamos hacer reír a las chicas. Podía poner un montón de música porque cuando los DJ’s no buscaban nuevas canciones yo disponía de toda su biblioteca. Solía poner todo tipo de música –cosas que yo no tenía en mi colección. Uno de los DJ’s me sugirió que hiciese una demo, así que lo hice, y lo siguiente fue tener mi propio programa de radio.

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¿Cuánto tiempo estuviste haciendo eso?

Diez años. Desde 1998 hasta 2008. El último año monté un show que se llamaba The Great Escape, que era esencialmente un revoltijo de películas y música, muy parecido a los recopilatorios de canciones que solía hacer de niño. Me suponía un gran esfuerzo. Después de ese año ya estaba bastante claro que la KCRW realmente quería que me dejara de cosas tan “artísticas” y me dedicara a poner música más corriente, así que decidí que ya había llegado el momento de dejarlo. Y entonces me propuse dedicarme a ser supervisor musical.

¿Cómo consigues pasar de DJ de una radio universitaria a estar en una posición en plan “¡eh, mirad qué gusto musical más exquisito tengo!” y que te paguen por ello?
Bueno, empecé porque me ofrecieron un curro de A&R. Por el feedback que recibí por parte de mis compañeros de la KCRW pude darme cuenta de que el tipo de grupos que a mí me gustaban no tendrían mucho éxito financieramente hablando. Molaban, claro que sí, pero en el fondo me gustaban los grupos que no darían nada de dinero al sello discográfico. Realmente eso es lo que te mata o te mantiene vivo como A&R. Probablemente no era el trabajo más adecuado para mí así que al final les dije que no. Yo seguía con la idea de tener un trabajo en el mundo de la música y la televisión. Trabajé más o menos un año con supervisor musical antes de decidir que seguiría adelante persiguiendo mis propios sueños.

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¿Cómo te involucraste en Breaking Bad?
Fue gracias a Christina Wayne (ex productora de Mad Men / Breaking Bad). Ella había desarrollado los primeros proyectos para AMC. Yo era fan suyo desde Six Feet Under y en aquel momento estaba preparando una miniserie llamada Broken Trial. Le conté algunas de mis ideas puesto que creí que podían parecerle interesantes, pero los de producción querían algo bastante más convencional así que al final no pudimos trabajar juntos en ese proyecto, pero ella apreció mis ideas. Cuando salió Mad Men me llamó para que ayudase un poco en ese proyecto, aunque Mad Men ya tenía un supervisor musical, así que esa vez tampoco pude aportar apenas nada. El siguiente proyecto fue Breaking Bad.

El episodio piloto de Breaking Bad es uno de los mejores pilotos de la historia de la televisión, sin lugar a dudas.
Me enseñaron el episodio piloto y yo quería, tenía que trabajar en eso sí o sí. Fui a la reunión y les dije que me encantaba absolutamente todo excepto la música. La música que le habían puesto era una mierda. Creo que hice bien siendo honesto, porque entonces me preguntaron qué era lo que no me gustaba y estuvimos hablando un buen rato y al final de la reunión me dijeron que el trabajo era mío.

¡Qué cabrón!
Habían seleccionado la música ellos mismos y creían que era genial, y yo desmantelé todas sus ideas en sus narices. Rehicimos el piloto con otra música. Fue una de esas típicas ocasiones en las que crees que te va a salir el tiro por la culata, pero si consigues trabajar con gente creativa y segura de sí misma, ya sabes…

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Hay un capítulo que empieza con música de un grupo que toca narcocorrido. ¿Cómo te metiste en esa cultura?
Vince Gilligan (el creador de Breaking Bad) me había enviado un link con un vídeo actual de un grupo de narcocorridos. Yo ya conocía el género, pero no los vídeos… y la verdad es que ese vídeo era alucinante. Era un vídeo casero muy mal editado de tres tíos con sombreros de cowboy en el desierto, y entre imágenes de ellos tocando canciones se intercalaban fotos de armas, tías con tetas enormes, un montón de cocaína, cadáveres y tíos al lado de Cadillacs Escalade con cara de malotes. La música en sí era un poco sosa. Tenían un acordeón y sonaba un poco al rollito “oompah-oompah” alemán pero al estilo mexicano. Era una mezcla tan poco ordinaria de cosas rarísimas que Vince quiso hacerse con una. Casi todos los grupos que tocan narcocorrido de Los ángeles con los que hablé no querían que los contratase porque todos eran inmigrantes o tenían órdenes judiciales o querían que les pagásemos en metálico (y Sony no nos lo permitía). Fue casi imposible. Contacté con Telemundo y ellos nos ayudaron a dar con un grupo llamado los Cuates de Sinaloa.

I

En el episodio parecen un grupo de críos cantando himnos sobre gangsters chungos.
Exacto. Los narcotraficantes pagan a estos artistas para que hagan canciones sobre sus “proezas”, para conseguir fama y credibilidad. Cuando uno se hace famoso por ser traficante de droga, le escriben un narcocorrido. Fuimos a la casa de estos nuevos ricos en Burbank para grabar esa movida. Cuando Pepe Garza, el “hacedor de estrellas” del género narcocorrido y quien había ayudado a Thomas y Vince a escribir la canción, se encontró con estos tres tíos se puso tan tieso como los niños en los colegios católicos cuando pasa una monja, colega.

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¿Qué pasa cuando te enteras de que un supervisor musical ha tomado una decisión que no te gusta? Estoy seguro de que hay un montón de ocasiones para poner la canción de Journey “Don’t Stop Believing” pero eso no significa que deba hacerse.
Creo que solo es cuestión de ir un poco más allá, ¿sabes? Uno de los errores más grandes que la gente comete cuando le pone música a un programa de tele o a una película es creer que tienen la obligación de poner música que represente lo que se está viendo en la imagen. Es el típico cliché (que ya está muy masticado) de un tío caminando bajo la lluvia con música triste de fondo que habla sobre un tío que camina bajo la lluvia. El problema de eso es que simplemente no aporta nada. Si eres bueno, leerás entre líneas. Es el truco de no ir a lo fácil e intentar encontrar siempre algo único. Añadir algo que no se pueda intuir tan fácilmente, o algo que le dé una nueva perspectiva. La mayoría de veces, eso creará una dinámica muy interesante en la escena. ¿Qué canción te gustaría que sonara cuando tú entras en una habitación?
Me gustaría responder que “Love TKO” de Teddy Pendergrass, pero si te digo la verdad, “Everybody’s Talkin” de Harry Nilsson.

Interesante. Una última pregunta. ¿Podrías hacernos una playlist que nos ayudase a follar más?
Creo que eso es algo personal e individual. Todas las chicas son diferentes, todas las situaciones son diferentes. Mi sugerencia para alguien que quiera pillar cacho es: no pienses en la música. Pon un recopilatorio de música tranquila en iTunes, deja que suene cerca de la cama, y olvídate. Hay cosas más importantes en las que concentrarse, y ninguna chica desnuda quiere tener que ponerse a buscar la canción de fondo ideal en tu iPod ella misma.

Dicho esto, estas serían las canciones que yo tendría en mi lista para tal ocasión: Willie Nelson 'Ou es-tu mon amour' (de Teatro)
Cartola 'Preciso Me Encontrar' (de la banda sonora de City of God)
Yabby Yabby 'Conquering Lion' (de Souljazz: 600% Dynamite)
The Peddlers "On A Clear Day You Can See Forever" (del álbum homónimo)
Me'shell Ndegeocello 'Stay' (de Peace Beyond Passion)
Cam 'Love Junky (feat. Cameo)' (de Soulshine)
George Benson 'Give me the night' (de George Benson Collection)
OutKast 'West Savannah' (de Aquemini)
DJ Quik 'Medley for a 'V' (de Rhythm-Al-Ism)
Marvin Gaye 'I Want You (vocal & rhythm)' (de I Want You – Deluxe Edition)
Chet Baker 'You'd be so nice to come home to' (de Chet Baker plays for Lovers)

@nedhepburn

Fotos de Ashley West Leonard