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Cultură

Esta mujer lleva 25 años borrando tatuajes con láser

Auxiliares de vuelo, policías y corazones rotos son los pacientes habituales de la doctora Mª de los Ángeles López. Vivimos un 'boom' de la eliminación de tatuajes con láser.

Mª de los Ángeles López Marín, la eliminadora de tatuajes

Hace tiempo que los tatuajes dejaron de ser alternativos. Y no porque hayan pasado de símbolo rebelde o carcelario a capricho de estudiantes de universidades privadas y diputados socioliberales. La constatación de que han entrado definitivamente en el terreno mainstream es que el negocio de eliminarlos vive un 'boom' comparable al del yogur helado o los cigarrillos electrónicos. Esperemos que esta burbuja tarde un poco más en estallar.

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Cada vez que uno de esos que se reían de los tribales y duendes descubren que otros se ríen de sus flechas, colibríes o lo que sea, un especialista en borrado de tatuajes hace caja. Hoy el Nikolai de Promesas del Este podría quitarse del cuerpo todos los garabatos de la mafia rusa en un estudio homologado o en clínicas en las que médicos como Mª de los Ángeles López Marín te dejan la piel como el culo de un bebé.

La doctora López Marín, miembro de la Sociedad Española de Medicina Estética y directora del Centro Médico Rusiñol, lleva 25 años haciendo desaparecer 'tatus' de todo tipo y por toda clase de circunstancias. Sorprende escuchar a una alguien que podría ser tu madre hablando de covers, cruces invertidas y programas como 'Maldito tatuaje'. No hay tatuaje que se le resista aunque admite que la tinta de color azul claro se lo pone bastante difícil.

VICE: Antes de la llegada del láser, ¿cómo se quitaba la gente los tatuajes?

Doctora López Marín: Yo he visto de todo. Gente que usaba directamente el ácido de una batería de coche, otros que se quemaban los tatuajes con cigarrillos, todo tipo de sistemas de abrasión… la primera barbaridad que se les ocurría sin importar las consecuencias y cicatrices. En una época incluso se puso de moda una crema que se llamaba Profade que también era un desastre, básicamente era un ácido que te quemaba la piel y la dejaba llena de puros queloides. El tatuaje se iba, claro, pero te quedabas marcado de por vida.

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¿En qué momento y por qué te especializaste en borrar tatuajes?

En una época en la que muchas mujeres se hacían la micropigmentación o maquillaje permanente y se veían cosas horrorosas. Justo salió el primer láser que podía eliminar los tatuajes sin romper la piel, que sólo lo teníamos nosotros y una clínica de Bilbao. Desde entonces, la tecnología ha avanzado mucho y ya estamos en la cuarta generación de lásers que pueden costar 50.000 euros, con mejor óptica, más rapidez y disparos por segundo. Al final se traduce en que llegas a capas más profundas en menos sesiones y es también más económico.

¿Y cuánto cuesta eliminar un tatuaje de tamaño medio?

Depende de muchos factores. Guiándonos por el tamaño, puedes calcular que uno pequeño podrían ser 150 euros por sesión cada dos meses y uno que vaya del codo al hombro a lo mejor 320 euros por sesión. Los tatuajes con sombreados por ejemplo son más fáciles de borrar, pero las letras que llevan el doble de tinta son más difíciles y también los colores rojo, verde y sobre todo el azul claro que cuesta tres veces más que cualquier otro color. Uno normal de tinta negra puede requerir cuatro o cinco sesiones pero uno bicolor ya se va a ocho. Cuanto mejor esté hecho, más fácil es quitarlo.

Cada vez hay más servicios para retirar tatuajes. ¿Tanto ha crecido la demanda?

Sí, sobre todo en los últimos tres años. Además, hasta ahora no había regulación y se aprovechaba ese vacío legal para comprar un láser chino y dedicarse a la eliminación de tatuajes sin ninguna formación. Montaban un chiringuito al lado del estudio de tatuajes y ya está. Como en todo, es imprescindible ponerse en las manos de buenos profesionales y con estrictas medidas de seguridad sanitaria.

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¿Qué tipo de pacientes son los más frecuentes?

La mayoría son personas que lo tienen que eliminar por motivos profesionales. No llegamos al nivel de EEUU dónde todavía hoy se considera algo carcelario, pero hay profesiones en las que sigue estando mal visto. Especialmente empleados de compañías aéreas y fuerzas de seguridad. Por eso las zonas más demandadas son manos, brazos y cuello. El siguiente grupo es el de los que se pusieron el nombre del novio o la novia (o incluso el retrato) y lo dejaron. Y después los que no les gusta como les ha quedado el tatuaje o quieren quitarse el que tienen y ponerse uno mejor.

En tantos años, habrás visto buenas atrocidades dibujadas en la piel.

Recuerdo una chica que me pidió que le quitara un gato. Yo miraba aquello y no entendía nada. Si el tatuador quería de verdad hacer un gato no me lo explico, o era un niño de tres años o un enfermo de parkinson, porque de gato no tenía nada. Yo nunca hago preguntas, pero cuando aparece alguien con cruces invertidas, estrellas de cinco puntas y 666 por todo el cuerpo ya te imaginas que puede haber salido de una secta demoníaca. Un día apareció un chico majísimo y supereducado con el símbolo de las SS en el pecho. No me extraña que se lo quisiera quitar. También he visto obras de arte que daba pena quitarlas. Va por modas, ahora ya no se ven los lumbares que antes llevaban todas las chicas.

Eso es porque no pueden ponerse la epidural, ¿no?

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Claro, la epidural hay que ponerla en una zona muy concreta y si ahí tienes un tatuaje puedes filtrar tinta al líquido cefalorraquídeo y la posibilidad de tener tinta ahí nadando supone mucho riesgo.

¿Duele mucho quitarse un tatuaje?

No. Yo siempre uso crema anestésica y el que aún así no lo soporta pues anestesia local. Pero ha habido alguno que hasta se me ha quedado dormido mientras le quitaba el tatuaje, así que ya te imaginas que no es tan doloroso. Hay zonas especialmente sensibles, como las costillas y cualquier sitio donde hay hueso, pero eso también pasa cuando te pones el tatuaje.

Cuando lo eliminas, ¿Queda la piel como antes de habértelo hecho?

Sí cuando lo eliminas y pasa un tiempo puedes incluso volver a tatuarte en esa zona. Antes lo que se hacía cuando alguien no le gustaba un tatuaje era taparlo con un cover pero ahora lo borran y se hacen otro. La técnica y calidad de los tatuadotes ha avanzado mucho y hay gente que quiere tener un dibujo mejor que el que se hizo hace años. Y, claro, el espacio libre en el cuerpo es limitado.

¿Puedes explicar de forma sencilla cómo es el sistema de eliminación con láser?

Los tatuajes depositan partículas de pigmento debajo de la piel de forma que las células limpiadoras de la piel no pueden eliminarlo. Pero el láser trabaja en picosegundos y genera pulsos de energía con una longitud de onda específica y actúa exclusivamente sobre esas partículas de pigmento, rompiéndolas en otras de menor tamaño hasta desparecer. Es como un vaso, que no lo puedes aspirar con una aspiradora normal pero cuando se cae al suelo y se rompe en mil pedazos sí.

¿Hay tatuajes que son imposibles de eliminar sin llevarse la piel por delante?

Los que están hechos por gente amateur. Los típicos que se hacen con agujas y traspasan a capas más profundas, haciendo manchurrón o pegotes debajo de la piel. Ahí no hay láser que llegue.