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Noisey

Estas son nuestras canciones favoritas de la semana

Escuchemos las canciones que más nos han gustado estos últimos siete días.

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Bueno, ya tenemos aquí una semana más y, de nuevo, cinco temas nuevos para coronarla. El menú de hoy tiene algunos platos nacionales y otros de lejos, de muy lejos y todos suenan bastante distintos entre ellos. La variedad es básica a la hora de encarar la vida, ¿verdad? Me alegran especialmente el retorno de Tony Molina y el nuevo disco de Gabriel y Vencerás, discos sin los que, muy probablemente, no habría superado esta semana y habría acabado pegándome un tiro. Pero por suerte, siempre aparecen buenos temas y no tengo que dispararme en la nuca. Cada semana igual. Es el ciclo de la vida.

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Gabriel y Vencerás: Camaleón

Ya tenemos aquí a los chicos. Los chicos han vuelto a la ciudad. Joder, tercer disco. Eso se dice pronto. Aquí los gabrieletes están un poco Grandaddy (ese teclado) y también Pavement ("Here") y eso, claro, está de puta madre. Me comentan por el pinganillo que la voz se parece mucho a la de Sergio Algora (El Niño Gusano) pero yo qué sé, yo no entiendo de pop español, solamente sé que las letras de Jorge me parecen preciosas y que esta canción, como todas las de su nuevo disco, me la guardaría en un bolsillo para poder verla siempre que me apeteciera —en el coche, en un funeral, en el cine— pero esta canción no es un objeto, es un sonido, y esto complica una poco las cosas.

Tony Molina: See Me Fall

Ya estaba empezando a pensar que este tipo había dejado de hacer canciones pero gracias a Dios acaba de volver con un nuevo EP de ocho temas editado en Slumberland Records. Espero que todas las canciones duren un minuto o menos —como viene siendo habitual en su discografía— y es agradable descubrir como este "See Me Fall" sigue esta línea y termina justo al llegar al minuto y dos segundos. Este primer adelanto que podemos catar nos resitúa en su anterior discografía con Ovens y, de hecho, juraría que esta canción ya la he escuchado anteriormente pero con otro nombre. Esta sensación de déjà vu sucede a menudo con Tony Molina ya que siempre recurre a los mimos arreglos y melodías pero joder, el resultado es tan perfecto que nos la suda completamente. Esta vez nos encontramos con una de esas pistas en acústico que hace de vez en cuando (y que hacía tanto en Ovens) para relajar el tracklist, esas que parecen estar llenas de una enorme tristeza y desesperación. Bien.

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Patience: Pressure

Seguramente conozcas a Roxanne Clifford por ser la cantante y compositora de Veronica Falls —joder, recordemos el tema de The Fountain, por favor—, pues bien, Patience es su nuevo proyecto en solitario y la cosa va de synth pop y la verdad es que las melodías brillantes y los estribillos épicos siguen estando ahí. Fijaros en una cosa, lo que más me gusta de este tema es el momento en el que entra la caja (segundo 0:44), ese momento en el que la canción arranca y todo empieza a cobrar forma. ¿Qué es lo que ha hecho que Roxanne haya dejado las guitarras y haya apostado por los sintetizadores y las cajas de ritmo? Quién sabe pero haciendo temas así la cosa tampoco nos tendría que preocupar demasiado.

Caliza: Break Free

Sigamos con los sintetizadores, esta vez de la mano de Elisa Pérez (Rusos Blancos, Cosmen Adelaida) con su proyecto en solitario apodado Caliza. De alguna forma me recuerdan más a Family que a contemporáneos como El Último Vecino, y eso que el sonido de Caliza es mucho menos orgánico que el de los donostiarras y más próximo a los chicos de Gerard Alegre. El disco ha sido editado entre La Fonoteca, La Fonoteca Barcelona y la tienda Ultra-Local Records de Barcelona y es un compartido con el grupo Máquina Total. La portada, por cierto, corre a cargo de Mirena Ossorno. No sé, bastante bien, ¿no?

The Dead C: 5

Estos tíos de Nueva Zelanda llevan sacando discos desde finales de los ochenta y esperemos que nunca se detengan, que incluso sigan haciendo ruido una vez muertos (esto es bastante probable). De nuevo nos brindan una sesión de ruido de guitarras, improvisación, acoples y muerte y destrucción en general. Es sorprendente la integridad con la que viven estos tipos, siguiendo siendo fieles a una forma extraña y poco común de entender la música. Suerte que de vez en cuando aparezca un grupo y nos recuerdo que no todo son acordes y melodías comprensibles. En fin, gracias, una vez más, por el sonido descacharrado. Y la muerte. Y la destrucción.