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Este billete asusta a los chinos

Apenas tiene valor pero puede ser mi posesión más valiosa.

Tengo un billete chino muy especial. Sólo vale diez yuanes, pero creo que es el objeto más preciado que poseo. La parte frontal del billete muestra un dibujo del antiguo líder del Partido Comunista, Mao Zedong. Los rumores dicen que pasaba cada noche con una chica virgen diferente, porque creía que así no envejecería. Pero eso no es lo que hace que este billete sea especial. Lo excepcional es que en un país con un gran crecimiento económico donde todo gira alrededor del dinero, el dinero y otra vez el dinero, nadie acepta este billete. Prácticamente no tiene valor. Y ahora entiendo el porqué.

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Durante un viaje de trabajo a China, los miembros holandeses de mi equipo, nuestros colegas chinos y yo,fuimos a uno de los centros comerciales más grandes de Shanghái. Estábamos comiendo pizza en un Pizza Hut falso. Sí, sé que es raro que estuviéramos comiendo pizza en un centro comercial cuando todos sabemos que los chinos son unos cocineros excelentes. Pero bueno, lo hicimos.

Llegó el momento de pagar la comida y todos juntamos varios billetes. Amy, una estudiante china que nos estaba enseñando la ciudad, cogió la pasta y se la dio a la camarera. Poco después volvió con el billete. Ella balbuceó y nos dijo que su restaurante no podía aceptar el billete, porque era un billete malo. Le preguntamos por qué, pero no nos lo quiso decir. “Después, después,” dijo. Cuando preguntó si alguien quería el billete, lo cogí.

A simple vista parecía un billete normal y corriente de diez yuanes. Mao, una rosa y el logo oficial del Partido Comunista en la parte central y el típico paisaje chino con montañas y un río en la parte trasera. Pero si mirases bien, o supieses leer chino, verías que hay algo estampado. Amy lo vio unos días más tarde. En el billete había unos caracteres chinos que no deberían estar ahí. “Esto es anti-Parti Comunista,” dijo. “El billete dice que tienes que apartarte del Partido para ser libre.”

En China, manifestarse en contra del Partido Comunista de China (CCP) es arriesgado, por llamarlo de alguna forma. Hay algo que las personas no deberían hacer, y eso es alterar la paz pública. Y en China, eso es un concepto muy extendido. Pongamos como ejemplo Weibo, la versión china de Twitter. Si te retuitean más de 500 veces con un mensaje que el CCP considera inapropiado, pueden mandarte a la cárcel durante tres años. Todas las formas de protesta están suprimidas y a menudo castigadas de forma severa. Y aún así, tengo este billete de diez yuanes en la mano, un billete que dice que tengo que alejarme del Partido.

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Después de China viajé a Holanda, donde decidí contiuar con mi búsqueda ya que en China nadie quiso hablar abiertamente sobre el billete. Primer objetivo: conseguir la traducción. ¿Cuál era el significado exacto de los caracteres? Decidí visitar a los residentes chino-holandeses del Chinatown de Amsterdam.

Un día lluvioso, después de pasar unas diez veces por delante de un negocio chino de acupuntura, decidí entrar. Detrás del mostrador había un hombre, de unos 40 años, vistiendo un abrigo blanco. Tras él, un montón de botes, todos con caracteres chinos. Le conté mi historia –que en un restaurante en China no aceptaron mi billete y que no tenía ni idea del porqué. El hombre cogió el billete, lo inspeccionó por ambos lados y me lo devolvió. “Esto no está bien,” me dijo. “Esto es un movimiento malo en contra del Partido Comunista Chino. Esto es Falun Gong. Esto no está nada bien.” Eso fue lo único que quiso decirme. Le di las gracias y me marché.

Después de ahí decidí ir a un restaurante chino. Un hombre chino de mediana edad me dio la bienvenida. Cogió el billete, se puso las gafas y lo contempló durante un rato. Después me miró y dijo, “¿Esto? Esto no es nada. Sólo son reglas. Reglas del Partido Comunista. Esto es lo que se supone que tienes que hacer en China.” Seguidamente se puso a explicarme sus vacaciones en China. Claramente, el tipo no tenía ninguna intención de hablar sobre el supuesto Falun Gong.

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Finalmente encontré a alguien dispuesto a hablar sobre mi billete chino: el sinólogo Stefan Landsberger de la Universidad de Leiden. Él traduce el sello de esta manera:

Cuántos profetas han advertido

La humanidad conoce la gran decadencia

Apártate de las filas y niveles del Partido Comunista Chino

Y espera el momento hasta que la Gran Ley proteja la paz

La Gran Ley es otro nombre para el Fa, el brazo teórico del Falun Gong. El movimiento se introdujo en China en 1993 como una disciplina espiritual. Para 1999, decenas de millones de chinos practicaban Falun Gong. El movimiento se volvió tan popular entre la población que el Partido Comunista de China ha hecho grandes esfuerzos por eliminarlo, aunque los millones de seguidores aseguran que lo único que quieres es reconocimiento, no poder político. Grupos de defensa de los derechos humanos aseguran que el CCP es responsable de encarcelar y ejecutar a miles de practicantes del Falun Gong. También –según observadores de China- miles de seguidores del Falun Gong han sido enviados a campos de trabajo con el fin de ser convencidos de abandonar la disciplina espiritual. Muchas de esas personas han sido torturadas física y psicológicamente. Además, el gobierno chino empezó una campaña de propaganda en radio, televisión y prensa para denigrar el movimiento.

Desde 2006, existen rumores de que órganos de miembros de Falun Gong están siendo vendidos en el mercado chino de órganos. Y hasta hoy, todo lo que tenga que ver con el movimiento está censurado. Las embajadas chinas parecen intentar suprimir las tendencias de Falun Gong entre su gente, tanto en el país y en el extranjero. Puede que por eso los dos hombres de Chinatown reaccionaran de esa manera.

El billete que intercepté había sido impreso en 2005. Ha estado circulando, con el sello, entre la población china durante un máximo de nueve años sin que el CCP lo descubriera. Los billetes estampados más recientes fueron impresos en 2011. Me pregunto si, en algún lugar secreto en China, alguien está estampando billetes con Mao, una rosa, un encantador paisaje de montañas y un mensaje de protesta.