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Fuimos a ver el estreno “Star Trek: Más Allá”

Hay que decirlo, sin J.J. Abrams tras la cámara la saga se desinfla, pero los fans se lo pasaron en grande y festejaron el nuevo vuelo del Enterprise.

Orejas de punta, cejas bien afiladas, maquillaje galáctico, trajes de licra de colores casi fluor y chapitas en el pecho… el uniforme básico de los trekkies era el look de la noche más caliente del verano madrileño hasta la fecha. Todo el mundo había desempolvado sus mejores galas (y algunas camisetas bien retro y con bien de historia) para asistir a la proyección exclusiva de la nueva película de la saga protagonizada por Kirk y Spock. El "más allá" de la serie de películas de Star Trek, como se ha anunciado.

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Había ganas por comprobar si la película iba a aguantar una vez que J.J. Abrams dejaba los mandos de la nave Enterprise para convertirse 'simplemente' en productor (que ya es bastante) y qué pasaba cuando le cediera el testigo a un director del estilo de Justin Lin. Un director que en su filmografía tiene tres películas espídicas y que supuran adrenalina de la saga Fast & Furious, que nos gustan mucho, pero, por encima de eso, dos capítulos de True Detective. Respeto. En esos debates andaban enfrascados los fans de la saga momentos antes de que comenzara el pase.

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En eso, y en las inevitables conjeturas sobre saber si esta película sería la menos espacial de las tres últimas —como se había avisado—, y otras disquisiciones solo a la altura de grandes gourmets de lo que comenzó siendo una serie de televisión de culto y ahora es una verdadera franquicia. No se sabe si a la altura de Star Wars —para gustos los colores— pero sí con millones de fans en todo el mundo.

Dieron la bienvenida a los trekkies Alaska y Mario Vaquerizo. Está bien: los maestros de ceremonia son fans declarados, pero a la gente tampoco se volvió loca. "Larga vida y prosperidad", el mítico saludo vulcaniano, al que nosotros también respondimos a voces "larga vida a Prosperidad", en honor al popular barrio de Madrid.

Mano arriba con los dedos bien abiertos y al lío. ¿Qué hemos visto en Star Trek: Más Allá? Pues que la saga se ha comenzado a desinflar. Sin J.J. Abrams tras las cámara y, sobre todo, sin el guion de Damon Lindelof, es decir, sin la mano de uno de los escritores que convirtió a Perdidos en una serie tan importante en la historia de la televisión.

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Ahora el que escribe, junto a Doug Jung, es Simon Pegg. El británico es un crack cuando le dejan volar libre y a lo loco, pero aquí su aportación se debe resumir a los momentos de humor, que no parecen tales, pero que los fans festejaron con verdadera veneración.

No hubo el ambiente típico de este tipo de convenciones de fans. Es decir, falto la alboroto, las ovaciones improvisadas, ese gesto de nervios que casi impulsa a los más valientes a hacer la ola y levantar el culo de la butaca… Todo fue bastante más tranquilo de lo habitual, y es porque la película no da para el festejo colectivo.

Se dedica a encadenar secuencias de acción espectaculares, bien de efectos sobre todo de sonido, que aplastan eso tan especial que tenían las dos anteriores: Es decir, la dimensión humana de los investigadores espaciales de la Flota Estelar. Aquí se apunta con pereza la tensión entre Spock y Kirk y se deja que se queden sin burbujas el resto de las tramas que habíamos seguido con algo de interés hasta ahora.

Solo naves, un planeta extraño, bichos voladores con muy mala hostia, explosiones, caídas, planos aéreos y la amenaza del fin del mundo tal y cómo lo conocen en el futuro. En el fondo, lo que han hecho con esta película es adaptar la historia del El corazón de las tinieblas de Conrad o, claro, de Apocalipsis Now, para las nuevas generaciones. Con un hombre jugando a ser Dios secundado por un escuadrón de locos violentos al servicio de la causa.

Lo mejor es que el casting sigue juntando a buena parte de los mejores actores jóvenes que hay por ahí sueltos y que hemos podido despedirnos (con más de una lágrima en los ojos) del recientemente fallecido Anton Yelchin.

Por lo que comentábamos antes, por la reacción del público, pensábamos que se iban a quedar tras el pase tan fríos como nosotros. Pero no. Nos estábamos equivocando, se estaban guardando la gran ovación para el final y todos se fueron tan contentos tras ver la película. Quizá nos les haya gustado, pero han sido los primeros en verla. Y eso, para un verdadero fan de la saga compensa cualquier otra cosa.