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Música

El sorprendente éxito de FL Studio, el software de producción favorito de internet

Gracias a Fruity Loops, cualquiera puede probar suerte en la creación de beats sin invertir mucho dinero y esfuerzo.

Soulja Boy, en su estudio, vía Youtube

DeAndre Way, el rapero y productor de 26 años más conocido en el mundo como Soulja Boy, se hizo con su primera demo de FruityLoops a los 12 años. Se la dio su tío Justin. "En realidad tenemos la misma edad, es más como mi primo pero le llamo tío", bromea en una reciente llamada telefónica. Cuatro años después, el single de debut de Way en 2007, "Crank That (Soulja Boy)", se mantuvo en el top de la lista Billboard Hot 100 durante varias semanas. La parte instrumental esquelética, tropical y llena de loops del tema estaba creada de principio a fin a partir del banco de sonidos del programa.

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"Estaba en una ola cuando lo hice", dice Soulja Boy, mientras nos habla por teléfono de la construcción sencilla de la canción. "Creaba como unos 10-20 beats a la semana. Cada día al volver a casa después de mis clases creaba un beat".

"Crank That" fue uno de los primeros intentos de Soulja Boy de crear una canción; ni siquiera utilizó el software completo cuando la hizo. "Ni siquiera era un programa completo comprado y registrado", dice. "Así que solo tenía unos pocos días para utilizarlo. Creé el primer beat, luego lo escribí, luego creé el ritmo de baile. Me dio acceso para crear… Podía crear bastante rápido cualquier tipo de beat que quisiera".

El programa para crear beats entonces conocido como FruityLoops lleva años ganando la carrera de la liebre y la tortuga como ningún otro. En 1998, su lanzamiento fue un fracaso dentro del imperio de Pro Tools de Avid, la compañía de tecnología de Massachusetts, que entonces era el estándar de la industria para estaciones de trabajo de audio digital (DAW, por sus siglas en inglés), que en aquellos días eran básicamente programas para la creación de loops con los que también podías grabar. Otras DAW como Sonar y Cubase —creación de Cakewalk y Steinberg, respectivamente— eran los principales competidores de Pro Tools y Acid de Sony era el principal software para la creación de loops, así que un programa con un nombre tan ridículo creado por unos belgas novatos conocidos como Image-Line era algo que ni te planteabas.

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Para empezar, FruityLoops solo estaba disponible en Microsoft Windows, que en la siguiente década se vería arrasada por Apple, al lograr posicionarse como el sistema operativo en el cruce entre el arte y la tecnología. Pero lo peor fue que las descargas ilegales del programa empezaron a proliferar mucho antes de que la compañía registrara sus primeros beneficios, amenazando con boicotear un proyecto que todavía estaba en pañales.

"Si entonces hubiera sido nuestro único producto, la piratería habría bastado para acabar con nosotros", dice Jean-Marie Cannie, el fundador de 49 años de la empresa matriz de FL Studio, Image-Line, en una conversación vía Skype desde Bélgica. "Miles de personas lo utilizaban, pero ni un alma pagaba por él. Habíamos desarrollado también software financiero, software para el desarrollo web… teníamos que hacerlo para mantener FruityLoops vivo, porque prácticamente no nos daba ningún beneficio".

Tuvieron que pasar al menos cinco años para que el programa empezara a dar algo de dinero gracias a los usuarios que compraban licencias legales. Pero durante ese tiempo FruityLoops se ganó una reputación por su notable facilidad de uso, algo que se convertiría en la principal ventaja del programa, por encima de los estándares de la industria. Alguien que se quisiera iniciar en la producción musical —un niño incluso— podía ponerse a jugar con la colorida interfaz y acabar con algo bastante parecido a una canción. Hoy, la demo alcanza las 30.000 descargas al día (aunque la mayoría de usuarios siguen utilizando versiones piratas del software), y FL Studio es el único producto que ofrece Image-Line. "Sería casi letal dedicar esfuerzos a otros productos", dice Cannie.

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El lanzamiento de "Crank That" en 2007 sirvió para ejemplificar no solo la funcionalidad de FL, sino también la calidad pegadiza de los presets por defecto. "Ese era sin duda el uso más popular del banco de samples de FL Studio", dice el productor y DJ de 24 Porter Robinson. "El steel drum, el snap, todos los sonidos de esa canción son sonidos predeterminados de FL".

Pero lo que diferenciaba a FruityLoops de sus compañeros de software era que su demo era una versión perfectamente funcional del software —con la trampa de que no podías guardar el archivo del proyecto— lo que lo hacía especialmente atractivo para futuros productores cuyos ingresos procedían en el mejor de los casos de una prestación. "Si no recuerdo mal", dice Robinson, "[Soulja Boy] dijo a un entrevistador que había creado esa canción con la versión de prueba, así que ni siquiera tenía ya el archivo del proyecto. [En la demo] podías exportar los WAV pero no guardar el proyecto en sí. Te dan el pastel pero no la receta por si quieres repetir".

Al igual que Soulja Boy, Robinson —que cuando hablamos está de gira con otra estrella del dance-pop, Madeon— apuesta por FL Studio y asegura que no utiliza nada más para escribir música. Lo cierto es que se puede escuchar la extensa paleta auditiva en canciones de Robinson como "Fresh Static Snow" de 2014, que despliega todo un arcoíris de sonidos de sintetizador antes incluso de que la voz entre en juego.

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Y como muchos de los artistas que se curtieron con FL Studio y acabaron utilizándolo durante el resto de su carrera, Robinson empezó a utilizarlo de muy joven. "Básicamente, FL Studio ponía la producción musical al alcance de cualquier adolescente aficionado a los videojuegos", dice el productor sin rodeos. "Sé que seguramente no será la reputación que Image-Line quiere dar a su producto, pero los chavales nerds cuyo máximo interés eran los videojuegos tenían PC, y decidían descargar algún programa para la producción de música porque estaban aburridos y querían probar un nuevo hobby. Eso es lo que me pasó a mí y a un montón de gente que conozco".

FruityLoops fue desarrollado en primer lugar en 1997 por Didier "Gol" Dambrin, un joven de 19 años ganador de un concurso de programación en Bélgica que empezó a crear videojuegos para Image-Line. Más adelante, presentó a Image-Line su intento de mejorar algunos programas básicos de creación de percusiones de finales de los 90, como Hammerhead Rhythm Station y el Rebirth RB-338 de Propellerhead. Llamó al programa FruityLoops, aunque Cannie explica que ni las connotaciones de la palabra "fruity" (que además de "afrutado", en inglés significa "picante" y "maricón") ni la insinuación de que el músico solo trabaja con " loops preenlatados" hizo algún favor al producto en los años antes de empezar a generar beneficios.

Durante la primera mitad de la década siguiente, las DAW se convirtieron en un éxito de culto y llegaban a inspirar entre 500 y 1000 entradas al día en los foros de Image-Line, escritas por nuevos devotos que habían flipado con las posibilidades infinitas de la demo o que habían conseguido una descarga pirata del software de forma ilegal. Cuando Image-Line se encontró envuelto en un pleito con la empresa de cereales Kellogg por un uso de marca registrada, llegó el momento de simplificar el nombre a "FL Studio", aunque muchos usuarios todavía lo siguen llamando FruityLoops de forma cariñosa. A pesar de los esfuerzos de la compañía de alejarse de ese nombre, su ridiculez todavía parece de algún modo adecuada para un programa que sirve en muchos casos como primera experiencia para jóvenes productores.

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"Hicimos creer a la gente que tenía habilidades musicales", explica Cannie como contando un secreto y justificando el éxito temprano de FL en el hecho de que cualquiera podía probar suerte en la creación de beats sin tener que invertir mucho dinero ni esfuerzo.

Esa simplicidad se convirtió en la tarjeta de presentación de la estación de trabajo, y FruityLoops se ganó rápidamente una reputación como programa de nivel básico que también gustaba a los profesionales. "Aterricé en esta empresa de producción musical sin ninguna experiencia y empecé a descargarme a los competidores: Cubase, etc.", dice el CTO de Image-Line, cuya plantilla de empleados ha pasado de tener una persona a 15 en los últimos años. "Parecían hojas de cálculo. Obviamente, ahora entiendo cómo funciona todo y cómo una persona que trabaje con un estudio de mezclas más clásico puede reconocer al instante si se trata de un canal MIDI o de una pista de audio'. Pero un completo novato [en la producción musical] se quedaría mirando Cubase sin entender lo que se supone que tiene que hacer. Con nuestro programa puede ponerse manos a la obra en cuestión de segundos".

Tanto si tienes formación musical como si no, FL Studio es muy divertido. Sin mucho trabajo, puedes abrir el programa y establecer un tempo; puedes hacer clic con el botón derecho e insertar un bombo o un piano sobre el patrón que ves en la pantalla y eliminarlos con un clic con el botón derecho. El banco de "patches" —tus samples e instrumentos preferidos— consiste en un menú infinito por el que te puedes desplazar en el borde izquierdo de la pantalla, y solo tienes que arrastrarlos y soltarlos para añadirlos al tema. Para componer puedes ir al piano roll y ajustar las notas a tu gusto, cuantizarlas (pegándolas al beat) o formar arpegios a partir de una selección que incluye todas las escalas y modos posibles.

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Y todo eso sin contar con los muchos juguetitos y plug-ins que puedes elegir: sintentizadores que imitan los sonidos analógicos del pasado y los digitales del futuro, simuladores de guitarra eléctrica y órgano Rhodes. Si tu imaginación supera las formas musicales existentes, tienes incluso generadores que te permiten crear tu propio sonido como el DX10, con el que puedes formar ondas como si trabajaras con un torno de cerámica.

La estación de trabajo se anuncia como "el camino más rápido de tu cerebro a los altavoces", una afirmación que los fans de FL Studio repiten con devoción. "Es casi imposible crear algo con unos clics y que no suene musical", asegura Cannie, y afirma que sus propios hijos —de 18, 12 y 6 años— juguetean con el programa a diario.

Pero tal y como lo ve Robinson, el software ha evolucionado con el tiempo y ha pasado de ser el kit perfecto para principiantes a la DAW perfecta, punto. "Supongo que empezó yendo unos pasos por detrás del resto, pero en muchos aspectos ha superado a sus competidores con creces", dice. "Estoy bastante seguro de que es el secuenciador más popular del planeta". Aunque al principio muchos de los plug-ins externos más populares solo eran compatibles con Reason, Logic y Pro Tools, Robinson dice que las cosas están cambiando. "Ahora la gente más o menos da por hecho que sean compatibles con FL Studio".

El productor niega de forma rotunda que la versión actual del programa sea una especie de trampolín hacia un producto más orientado a la industria como Pro Tools: "FL Studio parece muy joven, pulcro y nuevo", dice. "Creo que el único producto que puede que sea más popular en la pista de baile, para los artistas, es Ableton".

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Los productores de hip-hop fueron los primeros que adoptaron FL Studio, pero no tuvo mucha publicidad a principios de los 2000, más allá de un elogio ocasional por parte de un productor de renombre como 9th Wonder de North Carolina, que saltó a la fama en esa época como productor de Jay Z ("Threat") y Destiny's Child ("Girl"). "Crank That" fue solo uno de los ritmos pegadizos que Soulja Boy creó en cuestión de minutos y que sin querer dio pie a la era del "ringtone rap", que en aquel momento era un chiste pero con el tiempo ha pasado a considerarse la base del trabajo de otros usuarios de FL Studio, como el productor Metro Boomin. "De ahí nació el productor de trap que no sale de su casa", dice Robinson.

"["Donk"] se hizo viral dos veces", recuerda Soulja Boy, en referencia al single cachondo de 2008 que dio un nuevo impulso a su carrera. "Al principio era solo yo hablando de tías moviendo el culo. Luego [dos años después], Nicki Minaj rapeó sobre el tema y se convirtió en 'Itty Bitty Piggy', una de sus mejores canciones antes de que se pasara al mainstream. Desde el underground lo estaba petando con esa canción; en todos sus conciertos cantaba esa canción y todo el mundo se sabía la letra. La gente preguntaba: '¿Quién creó ese beat? ¿ Soulja Boy?'"

Hacia el 2010 se escuchaba la influencia del programa por toda la escena del rap. "Cada vez que escucho un disco de [DJ] Mustard en la radio, veo todos los patrones de cada canción en mi cabeza", corrobora Soulja Boy. Los beats sencillos y poco densos de Mustard se visualizan, de hecho, en dos o tres sets limpios cuando se programan en un secuenciador, sobre todo en uno tan fácil de leer como FruityLoops.

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El atractivo de FL Studio es universal, pero el conocimiento del programa es más bien generacional, aunque el software lleva casi 20 años ganando adeptos. Way dice que incluso Kanye West, 13 años mayor, lo ha alabado sin querer.

"Kanye me llamó cuando estaba trabajando en nuestra remezcla de 'Robocop', que nunca llegamos a publicar", dice Soulja Boy. "Y me dijo: 'Tío, ¿cómo consigues ese sonido para tus 808?' Le dije: '¡FruityLoops!", y se quedó flipando".

FL Studio, foto cortesía de Image Line

En algunos aspectos, el éxito de FL Studio creció de forma paralela al éxito inicial de la música electrónica de baile de la década de 2010. Durante nuestra conversación, Robinson le pasa el teléfono a su compañero de gira de 22 años, Madeon, cuyo nombre real es Hugo Leclercq. Madeon considera que el programa es algo "muy emocional que da sentido a tu vida".

"He pasado más tiempo mirando la interfaz de FL Studio que otra cosa en mi vida", me dice. "Estoy seguro que los diseñadores gráficos profesionales piensan lo mismo de Photoshop, pero FL Studio es más como un patito feo adorable".

Madeon tenía 11 años la primera vez que abrió FruityLoops. Incluía una demo introductoria llamada "Cool Stuff", que contenía las bases de una canción titulada "Hanging On" de Blake Reary . "Recuerdo que pensé: 'Suena como algo que estaría orgulloso de crear'", cuenta. "Y tenía todas las piezas delante de mis narices, así que estudié esa canción y cómo estaba construida; podía ver lo que hacía cada instrumento. Era apabullante poder ver todas esas cosas sobre la pantalla, pero me hizo marcarme un objetivo. Cuando abría el programa, en lugar de una página en blanco veía un destino".

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El cariño que el productor francés siente por el software no hizo más que crecer tras ganar un concurso de remezclas de Image-Line, y pudo conocer al equipo de desarrollo como parte del premio. Hoy, cuando abres FL Studio por primera vez, la música que se escucha por defecto es una canción que la compañía encargó al propio Madeon.

"Creo que todavía sufre una especie de estigma que arrastra desde sus primeros días", dice Madeon. "La nueva generación de productores no tiene ese estigma, porque empezaron a utilizarlo cuando otros artistas ya lo estaban utilizando, así que ya gozaba de cierta legitimidad. Pero cuando yo empecé a trabajar con él no se consideraba profesional ni se pensaba que podías hacer carrera con él. Ahora muchos hits y muchas carreras se crean trabajando con él".

Está en lo cierto: Daft Punk supuestamente utilizó su efecto de extensión de tiempo "Gross Beat", perfectamente reconocible en la banda sonora de Tron. El productor Scene stage-setter Deadmau5 lo adoptó desde un principio y grandes profesionales como Avicii y Martin Garrix han creado tutoriales de YouTube para enseñarte cómo crearon sus hits con el programa.

Por supuesto, el estigma en cuestión deriva en parte del hecho de que FL Studio sea un programa de Windows (la versión de Apple que lleva tiempo cociéndose no se lanzará hasta la Navidad de 2017). De hecho, Soulja Boy, Porter Robinson y Madeon me dicen que solo guardan un PC de Windows para poder utilizar FL Studio.

"Para nosotros era muy difícil conseguir una crítica o una aceptación porque la mayoría de publicaciones ni siquiera tienen un PC [en la oficina]", dice Cannie hablando de las páginas de críticas de tecnología musical. "Incluso ahora, algunas publicaciones siguen sin escribir sobre FL, no por mala fe, sino porque ni siquiera pueden probarlo".

Por su asociación con Windows durante todo este tiempo: "Se considera algo más para la peña de los videojuegos que para artistas visuales y diseñadores gráficos", dice Madeon, que lleva un par de años probando una versión alfa para Mac. Pero Windows es, en última estancia, la razón por la que se hizo viral: "Era la primera opción para mucha gente porque era lo único que podían conseguir".

Madeon dice que los elogios que han ido pasando de boca a boca gracias a la piratería han acabado trayéndoles beneficios económicos. Con FL Studio, las cosas "de repente se centraron más en la creatividad y en las ideas en lugar de pensar en la repercusión financiera de las herramientas", dice. "Todo el mundo podía contribuir. Eso, en combinación con la posibilidad de compartir música online de forma muy sencilla, hace que toda nueva idea tenga ahora vía libre".

Traducción por Rosa Gregori.

Este artículo se publicó originalmente en Thump.