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Angelo: Todo fue a través de una productora, una agencia cazatalentos. Ellos te registran, sacan fotos, graban y te tienen en su base de datos para que cada vez que haya alguna producción, cuenten con la gente necesaria que cumpla el perfil que van buscando. En este caso, al tener mis datos, me llamaron por teléfono ofreciéndome ser extra para la serie Narcos. Yo había visto la primera temporada y me había encantado, así que obviamente dije que sí.¿Te exigen ser actor? ¿A qué te dedicas actualmente?
Cualquier persona puede ser extra si cumple con el perfil, pero en producciones del tamaño de Narcos se lo toman bastante en serio. Entonces, pongámoslo así: no cualquiera podría ser un extra en este caso, ya que hay personas que no soportan estar frente a una cámara diez segundos sin estar nerviosos, por ejemplo.
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Sí, claro. De hecho, es un trabajo bastante buscado. Por ejemplo, para Narcos me pagaron 150.000 pesos colombianos, que son casi 45 euros, más las comidas, mientras estuve en el set. Esa cantidad de dinero por trabajar un solo día en Colombia es bastante, lo normal son como 35.000 pesos (10,50 euros). De todos los extras que éramos, solo tres éramos actores. Los demás eran personas que estaban ahí por el dinero.¿Qué comida te dieron? ¿Te trataron bien?
Empecé a las cuatro de la madrugada. En cuanto llegué me dieron del mejor café de Colombia y un desayuno muy sabroso, al igual que el almuerzo y la comida. No es que por ser extras tuviéramos un catering mucho peor al de Wagner Moura o Pedro Pascal.
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Tres. Al comienzo iban a ser menos porque mi papel era de bombero. Pero al verme en persona me dijeron que quedaba mejor para militar y bueno, así fue. Para bomberos escogieron a tipos más grandes. Sé que es en el segundo o tercer capítulo, pero como te dije antes, a veces graban material que al final del día no sabes si van a utilizar. Son escenas donde hay explosiones y muchos militares caen heridos o muertos. Las que me tocaron tenían música y no había diálogos, eran más bien escenarios aleatorios donde se veía mucho desorden. Una era un plano secuencia, desde la cámara a la comisaría. Otra de las tomas consistía en alguien atendiendo el teléfono y yo le entregaba unos papeles. En la tercera salía corriendo en un plano que mostraba todas las camionetas de policías y militares. Me monté y arrancamos.
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Creo que la cantidad de gente que había trabajando. Por ejemplo, dos o tres personas se encargaban de los refrigerios, cada asistente de producción tenía su propio asistente y las personas encargadas del catering tenían cuatro asistentes. La coordinación era magistral. También me impresionó que el director de Narcos no estaba presente muchas veces, mucho trabajo lo hacían sus asistentes. Lo dejó todo a cargo de ellos, que eran dos mexicanos cuyos nombres no recuerdo, y su trato con nosotros sí que no fue el mejor.Tuve la oportunidad de hablar con Pedro Pascal, quien hizo de Javier Peña en la serie, pero yo ya lo conocía de Juego de tronos. Tenía muy buen rollo, y a pesar de ser un actor muy reconocido, entró a charlar con nosotros un rato como si nada y eso me gustó mucho.En general, en términos de producción, lo que más me impresionó fue cómo llegó una empresa de dobles a vestirlos, buscando a los que fueran más similares a nosotros, que éramos extras, para tenerlos listos. También un grupo de personas encargadas exclusivamente de los explosivos, mientras grabábamos una escena donde explotaba una moto y toda la gente que estaba observando la escena lo presenciaba, impresionada. Todas estas explosiones que veis en la serie son reales, nada es simulado. Ver una moto salir volando casi seis metros por los aires, y luego a los extras volando sostenidos por una cuerda, fue lo mejor de mi día. La verdad es que fue increíble.
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Nos advierten de que no podemos estar detrás de los actores o de la producción. Por eso fue muy guay que Pedro Pascal se sentara con nosotros a charlar un rato. También nos hicieron firmar un contrato que decía que no podíamos hacer fotos en el set, pero obviamente yo hice algunas. No podía vivir esta experiencia sin al menos tener un recuerdo. Imagínate, nadie me habría creído. Por suerte, una de las productoras se hizo mi amiga y me hizo una foto, también me dejó hacerme unos cuantos selfies y me dijo que mientras no los subiera a redes sociales hasta que la serie apareciera en Netflix, no había problema, por eso aún no las había subido ni nada. Si las hubiera enseñado antes, me habría buscado muchos problemas, y también a la agencia.Como extra, ¿sales en los créditos o algo así?
Buena pregunta. No tengo la menor idea. Sé que les gustó mi trabajo porque después de grabar mis escenas, días antes de irme de Colombia me llamaron de nuevo para ver si estaba dispuesto a hacer un papel de reportero en un episodio, y esta vez iba a tener diálogo y todo, creo que hacía unas preguntas y ya. Desgraciadamente me iba a quedar solo tres días más en el país y ya tenía el billete de avión comprado; no tenía dinero suficiente para pagar la penalización por cambiar la fecha. Es de lo que más me arrepiento de toda esa experiencia.@diegoaurdaneta