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Adrian Minune es una de las figuras más importantes del manele.¿Cuándo te diste cuenta que había tantas joyas ocultas en Rumania que tenías que empezar un sello para editarlas? ¿Pertenecen a alguna escena concreta? ¡Algunas de ellas parecen casi inventadas!Bueno, hay una trampa, porque de hecho es exactamente al revés. La sensación era que no había demasiados grupos secretos o no secretos flotando alrededor, o no eran visibles. Así que decidimos, tal como sospechas, inventar una escena de fusión psicodélica, y fabricar una gran cantidad de proyectos nuevos y nombres mientras investigamos otros sonidos del pasado y del presente. El corazón del colectivo Future Nuggets somos unas seis personas trabajando con distintas configuraciones. La mayor parte del material lo grabamos en N-am Studios, el principal estudio de Future Nuggets, aunque alguna vez hemos grabado en el estudio de Andrei Dinescu (otro de los miembros del colectivo y también miembro de Steaua De Mare y Concentration Band), mientras que Plevna está producido casi enteramente en el estudio de Horatius, tal como se ve en la portada.¿Cuál es tu participación en las canciones?Había una especie de ética alrededor de la idea de jam en el principio de casi todos los proyectos, menos Raze De Soare i Ion Din Dorobanti, que estaban más conceptualmente pensados y producidos. Delusion Men (Camil y yo) trata siempre de la química alrededor de nuestro equipo, tocando con máquina de ritmo y sintes, tomándonos muy seriamente los delays. Yo toco casi siempre bajo y guitarra, así que suelo estar metido en las jams pero con un ojo puesto en la producción, ya que la mayor parte de lo que sacamos Future Nuggets está producido por mí. Siempre estoy interesado en capturar un momento en el tiempo e ilustrarlo a través de la música.
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¿Cuáles son las influencias del sello? Tienes alguna relación con alguno de ellos, ayudándoos, distribuyendo mutuamente vuestros discos…Es una situación algo tramposa. Pero para los principiantes diría que las condiciones para una escena deslocalizada son muy distintas de las de una internacional. La industria internacional occidental ha conseguido desarrollar escenas y nichos, cientos de sellos y subsellos que cubren el mainstream, géneros de club o experimentales. En términos de producción cultural Rumania (aunque sea miembro de la Unión Europea) todavía funciona bajo un hechizo diferente, más integrada en un tipo de historia y desarrollo periférico y fragmentado, un contexto donde la industria nunca ha podido desarrollarse del todo, aunque tampoco ha desaparecido completamente. Hay pocos sellos en Bucarest y de ellos, pocos tienen enlaces internacionales. Yo diría que estamos plenamente informados por festivales y fiestas a nivel mundial, pero a nivel local, debido a razones económicas y políticas, las escenas musicales no han conseguido cuajar. Es una especie de limbo. La escena minimal techno es de largo la más viable fuera de Rumania. A parte de esa cultura particular más de fiesta, hay artistas, músicos, que son casi meteoritos que salen a la luz, pero no hay movimientos o escenas sólidas. Uno puede aplicar lo mismo también al hablar de arte visual contemporáneo o cualquier otro campo de producción cultural.
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