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[con mirada exasperada] ¿Has leído lo que escribí para Playboy? Sí, se ciscaba en la serie a base de bien. Estaba bromeando.
Lo divertido es que en la portada dice algo como “George Lois escribe sobre Mad Men”, y debajo, que es “un homenaje de ocho páginas a las secretarias desnudas y los Martinis fríos” y bla, bla, bla. Mucha gente que me conoce desde hace tiempo, al ver cómo se había editado esa portada, pensó, “Oh, Dios mío, ¡George homenajeando Mad Men!” Todos odian Mad Men a muerte. A mí me pone furioso. Lo único que tienen los personajes en la cabeza es echar un polvo, follarse a sus secretarias y beber todo el día. No hablan de que nadie tenga ningún tipo de talento. Le dije a alguien que tal vez yo criticaba la serie del mismo modo en que los de la Mafia probablemente critiquen Los Soprano. Es probable que los mafiosos vean la serie y se partan el culo diciendo, “No es así como lo hicimos” como yo veo Mad Men y digo “Eso es una chorrada”. Pero sé que tengo razón [risas].