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Cultură

Mujer, lesbiana y Guardia Civil

Hace unos meses Vanesa Fraga, una agente del cuerpo, intentó suicidarse por el acoso sufrido por su condición sexual ya que aunque el cuerpo haya cambiado, la homosexualidad sigue siendo un tema tabú.

La sociedad española ha evolucionado a pasos agigantados desde que Carlos Arias Navarro pronunciase aquello de " españoles, Franco ha muerto". Pero no todos los sectores de nuestra sociedad parecen haber evolucionado por igual. Entrevistamos a Lorena Suárez, una veinteañera tatuada, lesbiana y agente de la Guardia Civil.

Lorena Suárez aún no ha cumplido los 30 años. Tiene estatura estándar, flequillo recto y septum en la nariz. Viste camiseta de "La Familia Monster", por cuyas mangas le asoman varios tatuajes que se alargan hasta casi llegar a sus muñecas. También lleva tinta en los dedos. Completa su look con pitillos y deportivas. "Dos cafés con leche, cuando puedas", le dice al camarero. "¡Ahora mismo! ¿Qué tal el día? ¿Dónde has dejado a tu chica?", le responde. Lorena sonríe, "Tania está trabajando". Con esta descripción, pocas son las personas que adivinarían su profesión. Lorena Suárez es lesbiana, lleva tatuajes y, sí, trabaja como agente de la Guardia Civil.

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Con tan sólo 19 años, Lorena aprobó las oposiciones a la Guardia Civil e ingresó durante 6 meses en la Academia de Baeza. Compartió ese tiempo con 150 mujeres y más de 2350 hombres, números muy desequilibrados. Cuando Lorena ingresó en el cuerpo de la Guardia Civil, aún no tenía ningún tatuaje visible. Si hubiese tenido tatuajes visibles, no podría haberse presentado a las oposiciones. Situación que no ocurre en otros cuerpos policiales de la Unión Europea.

La Guardia Civil se creó por Real Decreto en 1844, casi siglo y medio antes del nacimiento de Lorena, velando por "proteger eficazmente las personas y las propiedades". Hoy en día es considerada por muchos una institución arcaica. Podría decirse que la sombra de Franco es alargada.

Recientemente ha salido a la luz el caso de Vanesa Fraga, agente que intentó suicidarse por el acaso sufrido debido a su condición sexual. La presión por parte de la Guardia Civil llegó al nivel de impedir que esta agente fuese condecorada.

El camarero nos sirve los cafés. Lorena y yo revolvemos el azúcar con nuestras respectivas cucharillas, y comenzamos a charlar.

VICE: ¿Cuándo ingresaste en el cuerpo de la Guardia Civil? ¿Cuántas mujeres entraron en tu promoción?

Lorena Suárez: En el 2009, con 19 años. En mi promoción éramos aproximadamente 2500 personas, de las cuales unas 150 mujeres. No representábamos ni un 15%.

¿Por qué decidiste ser Guardia Civil? ¿Nunca te hicieron comentarios machistas respecto a que no es un trabajo para una mujer?

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Siempre quise ser Policía Nacional, pero surgió así. Me gustan los cuerpos policiales. Nunca he tenido ningún episodio relacionado con el machismo, ni por parte de los compañeros ni de los jefes. La verdad es que he tenido mucha suerte con este tema.

¿Cuándo le cuentas a la gente que eres Guardia Civil, cómo reaccionan?

Hay gente a la que le cuesta creérselo. Me dicen, "¿con esas pintas que llevas?".

¿Siempre conociste tu verdadera condición sexual?

Sí, desde pequeña. Pero te vas haciendo a la idea poco a poco, y con los años lo vas teniendo más claro.

¿Lo saben en tu trabajo?

Sí, por su puesto. Yo no me escondo de nada. Nunca lo he hecho en ningún ámbito de mi vida, y el laboral no iba a ser menos.

¿También los altos mandos?

Los altos mandos no, porque no los veo a diario. Tampoco nos contamos la vida con los jefes.

Es un tema tabú. Conozco muchos compañeros gais que no quieren sacarlo a la luz por miedo a los jefes, ya que no deja de ser un cuerpo un poco arcaico

¿Con cuántas mujeres sueles trabajar? ¿Hacéis los mismos trabajos que los hombres?

En mi grupo hay varias, pero diariamente con pocas, unas dos o tres. Y sí, hacemos exactamente los mismos trabajos.

Dentro del cuerpo, ¿cómo se ve el tema de la homosexualidad?

Es un tema tabú. Conozco muchos compañeros gais que no quieren sacarlo a la luz por miedo a los jefes, ya que no deja de ser un cuerpo un poco arcaico. La gente más mayor no lo entiende igual que la gente joven.

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¿Qué opinas del caso de Vanesa Fraga, compañera a la que le quitaron una condecoración por su condición sexual?

En mi opinión, el acoso que ha sufrido Vanesa ha sido fruto de la presión de los altos mandos, quienes continúan con la mentalidad de los años 50. Creo que sería un buen momento para limpiar la imagen de la Guardia Civil, pero van a seguir en su línea ya que hay cierta gente, con cierto poder, a quienes les cuesta cambiar la mentalidad.

¿Cómo fue la experiencia en la Academia de Baeza?

La experiencia fue a veces negativa, y a veces positiva, pero el balance final es bueno. Hay días que se pasa muy bien, y los hay que se hacía cuesta arriba. Estás allí encerrado, sin tiempo para nada y con tan sólo una hora libre al día.

¿Las habitaciones están separadas por sexo?

Sí, dormíamos en barracones. Había unidades masculinas y las femeninas.

¿Y durante el día os juntabais todos? ¿qué hacíais?

Las clases eran mixtas. Durante el día nos dedicábamos a estudiar, instrucción, deporte, defensa personal, disparar con metralleta, pistola…

¿Hubo relaciones sexuales entre personas del mismo sexo durante ese tiempo?

Sí. Yo sólo conozco relaciones entre mujeres, tuve constancia porque al fin y al cabo era con las personas que compartía habitación. Pero no las vimos nadie, fueron discretas.

¿Se puede ingresar a la Guardia Civil con tatuajes?

Con tatuajes visibles no. Yo entre con dos tatuajes, pero ocultos. Hoy en día seguimos igual. Creo que la prohibición de que ingresen nuevos agentes con tatuajes visibles es un atraso. Debería importar más la capacidad de trabajo y de entrega a la profesión que el aspecto.

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¿Ahora mismo tienes tatuajes visibles?

Sí, con el paso de los años me he ido enganchando. Me gusta la tinta como forma de vida. Ahora suelo hacerme más de un tatuaje al año . Tengo tatuajes en los brazos, las manos, en el tobillo…

¿Has tenido algún problema?

A día de hoy no he tenido ningún problema, pero aún estoy esperando a que llegue el día en que venga alguien a proponerme que los tape. Se supone que una vez dentro del cuerpo, puedes hacerte tatuajes siempre que no atenten o perjudiquen la imagen de la Guardia Civil, como signos políticos o religiosos.

¿También tienes piercings?

En la nariz, un septum. Pero me lo tengo que quitar para trabajar.

¿Cómo son las pruebas para acceder a la Guardia Civil? ¿Son iguales para hombres y mujeres?

La prueba teórica, que es una prueba de conocimientos y de idioma. Luego están las pruebas físicas, que son correr un kilómetro, velocidad, flexiones y 50 metros de piscina. Y tras superar las dos anteriores, el psicólogo. Las pruebas son las mismas para hombres y mujeres, pero los tiempos para las mujeres son más altos.

La patata podrida de esta institución es el carácter militar, ya que muchos mandos se piensan que estamos en el ejército

La gente suele percibir la Guardia Civil como una institución arcaica, ¿crees que realmente lo es?

Creo que a día de hoy no es tan arcaica como hace 20 años, pero el problema es que hay gente de la vieja escuela que sigue pensando que la Guardia Civil es la de la capa y el tricornio.

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¿Crees entonces que el problema es que aún hay gente en el cuerpo que proviene de la época franquista?

Sí, y continúan con la misma mentalidad. Creo que la Guardia Civil no ha evolucionado a la par que otras instituciones españolas y aún tiene mucho que modernizar. La patata podrida de esta institución es el carácter militar, ya que muchos mandos se piensan que estamos en el ejército. Aunque sea militar, somos un cuerpo policial.

¿Ves al Ejército aún más atrasado?

Sí, dónde va a parar, mucho más atrasado y arcaico.

¿Es el momento de que la Guardia Civil de un paso adelante y modernice su imagen?

Con el paso del tiempo, y según se vayan renovando los altos cargos, la institución avanzará y se convertirá, al fin, en un verdadero cuerpo policial del siglo en el que vivimos.