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Cultură

Hablamos con un médico sobre la alergia al semen

Es una de las alergias más raras y desconocidas, aunque existe tratamiento. Según un estudio de la Universidad de Manchester, podría llegar a estar presente en el 12% de la población femenina entre 20 y 30 años.

El doctor Rafael Pineda

Hace poco sufrí una reacción alérgica. Estaba en mi casa durmiendo y un dolor de muelas me levantó de la cama. Eran las cinco de la mañana. Me tomé un antibiótico y volví a dormirme en medio de los dolores. Hasta que pasaron 15 minutos. De repente, en medio de la oscuridad, empecé a sentir picores por toda la piel. Un ejército de puntos rojos y mocos, muchos mocos. Llamé a 112 y les dije que me había dado una reacción alérgica: "Se me están hinchando la boca y la cara y cada vez respiro peor". La inyección de corticoides hizo el resto.

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Así conocí a Rafael Pineda, especialista alergólogo del Hospital Universitario del Sureste de Madrid. Dos semanas de después de aquel susto entré en su consulta para empezar las pruebas y localizar mi alergia, que finalmente se resume en dos palabras que, para qué negarlo, tienen su poesía: "Ácido clavulánico". Aquella mañana descubrí que algunos antibióticos -los que contienen ese tipo de ácido- son mi kriptonita particular, pero eso no fue lo que más me sorprendió: mientras digería la noticia tuve la ocurrencia de preguntarle al doctor Pineda por la "cosa más rara" que se hubiese encontrado en su carrera, y la respuesta me dejó clavado en la silla: "Es extraño, pero existe gente alérgica al semen". Y yo que creía que todo en el líquido blanco era positivo: transporte y generador de vida y, según varios estudios estadounidenses, contenedor de antidepresivos y productos químicos que ayudan a dormir. Por no hablar de las Tigresas Blancas, las míticas mujeres asiáticas que se lo tragaban para alcanzar la inmortalidad espiritual.

- ¿Perdón doctor?

- Sí, Pedro, hay mujeres, pocas, que padecen alergia al semen. Es una de las alergias más raras y se presenta, por lo general, en pacientes atópicas, es decir, que padecen más alergias.

- ¿En serio? ¿Te importa que cuando terminemos la consulta te haga una entrevista?

- Un placer.

Al salir cruzamos la sala de espera del Hospital del Sureste, en Arganda (Madrid), donde una treintena de personas sentadas y apoyadas en la pared esperan turno para someterse a las pruebas de alergia. Una mañana a las semana; tres semanas seguidas. El doctor Pineda señala a los pacientes: "Para que te hagas una idea de lo extraño de este tipo de alergia, aquí no tenemos a nadie así".

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Aunque la alergia al semen [que en realidad no es al semen, sino a ciertas proteínas que viajan en el plasma seminal] es un 'rara avis' en su especie, según un estudio de la Universidad de Manchester podría llegar a estar presente en el 12% de la población femenina entre 20 y 30 años. Así que esos picores incontrolables después del sexo vaginal, oral o anal -ese ardor, esos edemas y hasta esos vómitos, diarreas, pérdidas de conocimiento, bajadas de tensión y dificultad para respirar- podrían ser los síntomas de una alergia muy incómoda que, eso sí, apenas pone en peligro, según explica Pineda, la fertilidad. "Puede haber problemas derivados de infertilidad, pero no tiene por qué haber ningún problema para que el embarazo de una chica alérgica al semen pueda llevarse a buen término". Algunas pacientes, las que padecen una alergia más severa, según la Universidad de Manchester, deben acudir a la fecundación 'in vitro' para evitar problemas.

"Cuando la paciente sospecha que puede tener alguno de los síntomas hay que acudir al alergólogo", explica Pineda. "Una vez realizado el diagnóstico y las pruebas, lo mejor", según recomienda, "es no entrar en contacto con el semen y, si se puede, usar preservativo". Ahora bien, "cuando la paciente se quiere quedar embarazada se lleva a cabo un tratamiento para inducir tolerancia y que puedan tenerse hijos con normalidad".

Aunque para todo no hay cura, existen maneras de controlar esta alergia. ¿En qué consiste el tratamiento? En primer lugar en "inducir tolerancia" con pequeñas dosis "a través de inyecciones subcutáneas", según Pineda, y en segundo lugar en tener muchas relaciones sexuales con eyaculación incluida, cuantas más mejor. Técnicamente, en palabras de Pineda, "para esas inducciones de tolerancia existen varios protocolos, que consisten en tratamientos de unas horas o bien de dos días", pero después, para perpetuar la tolerancia, "la paciente ha de mantener relaciones sexuales al menos dos o tres veces por semana".

- ¿En serio, doctor? ¿Y si hablamos de pacientes sin pareja?

- Es que no tiene por qué ser con la misma persona: no se es alérgico a un tipo de semen, sino a todos por igual.

Los factores de riesgo de este tipo de alergia, además de ser una persona atópica que padece alergias a alimentos, inhalantes o animales, especialmente a la caspa de perro, se han relacionado "con mujeres que han tenido partos o tratamientos o intervenciones ginecológicas", apunta Pineda, que insiste en que "al ser una alergia extraña" esto solo son "factores de riesgo". En estos casos "puede que haya daños en el epitelio vaginal y eso permita que las proteínas del líquido seminal tengan más relación directa con el sistema inmune de la mujer, y los reconozca como extraños". Descubierta en 1958 por el doctor holandés Specken, la alergia al semen va en aumento, según Pineda, "como todas las alergias", y es que según este alergólogo de 31 años "en 2050 se calcula que el 50% de la población mundial será alérgica a alguna sustancia".

Un momento: ¿Y los hombres? ¿Pueden ser alérgicos al semen? ¿A su propio semen? En el diario británico The Sun lo afirmaban en 2011 citando un estudio del profesor holandés Marcel Waldinger, titular de Psicofarmacología Sexual en la Universidad de Utrecht. En dicho estudio, realizado sobre 45 pacientes varones con el objetivo de averiguar en qué consistía el llamado "síndrome post-orgásmico" -fiebre, vómitos o fatiga extrema después de eyacular-, el doctor holandés pudo comprobar que detrás de esos síntomas se encontraba una posible alergia al semen.