FYI.

This story is over 5 years old.

Música

Hallando el amor en la carpa Ray-Ban Unplugged

Thomas Morton nos revela sus hábiles trucos de entrevistador

A lo largo de las últimas semanas hemos estado masajeando vuestros tímpanos y globos oculares con las actuaciones grabadas durante los tres días que estuvo en pie la carpa Ray-Ban Unplugged en el Primavera Sound 2012. Pensar en los buenos ratos que pasamos en ese espacio hace que se nos humedezcan metafóricamente los lacrimales. A estas alturas ya os hemos hablado del formato lo suficiente como para que, aunque no asistierais, vuestro cerebro haya generado un falso recuerdo que permanecerá con vosotros hasta el día en que os vayáis al otro mundo. Pero aunque sólo sea para fijarlo, ahí va de nuevo: Durante el fin de semana, Ray-Ban Unplugged facilitó un escenario en el que algunos de los mejores nombres del festival pudieron ofrecer actuaciones acústicas, despojadas de ornamentos, a un público de no más de 300 personas.

Publicidad

Y aunque los conciertos fueron sin duda lo más destacable, eso es sólo la mitad de la historia. Al fin y al cabo, hubiera sido una descortesía tener a alguien del calibre de Christina Rosenvinge tocando a pocos metros de ti y no aprovechar para hacerle también unas cuantas preguntas. La labor de entrevistar recayó sobre los aptos hombros de Thomas Morton, hombre de VICE que, desde que le mandamos por puro capricho a unas cloacas en Colombia, ha desarrollado una gran habilidad para hacer entrevistas. Le llamamos para preguntarle si haber viajado en avión para pasarse tres días al sol entrevistando a grupos fue un trabajo tan duro como parece.

VICE: Hola Thomas, ¿estás bien?

Thomas Morton: Hola, acabo de llegar a Richmond, conduciendo desde Nueva York. Me alegro de haber salido del coche.

No me extraña. Quería hablar contigo sobre las entrevistas que hiciste para Ray-Ban en mayo. ¿Entrevistar a mujeres guerrilleras en una de las regiones más peligrosas del mundo fue un buen entrenamiento para hablar con Archers of Loaf?

¡Ja! Bueno, por lo general en esas situaciones no soy del todo consciente del peligro, ya sea por desconocer el idioma o por mi miopía, digna de Don Cegatón, que se extiende a todos mis sentidos. Las mismas reglas se aplican a las meteduras de pata en las entrevistas. Con Archers of Loaf, confundí al batería con el guitarra cuando les saludé antes de la entrevista.

Publicidad

¿Te sentías intimidado porque eres fan?

No. Me intimidaron porque eran altos.

Vaya. ¿Cuál fue el punto álgido? Recuerdo que me dijiste que te sentiste atraído por Sharon Van Etten.

Pensé, y lo sigo pensando, que el hecho de que ella acabara mi frase “Murfreesboro, TN, eso es donde…” con un “¿…los músicos van a morir?" indica un grado de hermandad entre almas digno de Bene Gesserit. Una pena que después de eso les tuviera que preguntar a ella y a su grupo sobre pasteles.

Hacer entrevistas es una cosa extraña. Siempre que me he sentido “preparado” antes de hacer una, ha salido fatal. O al menos divertida, conmigo como blanco de las bromas. Y además tengo la terrible costumbre de no preguntar nada sin un minuto largo de preludio dando información personal absurda, apenas relevante.

¿Cuáles son las mejores circunstancias para que tenga lugar una entrevista?

Con dos cervezas en el cuerpo y otra en la mano, y sentado ante una mesa o cualquier otra cosa en la que puedas apoyar las manos para no estar agitándolas de un lado a otro todo el puto rato como si fueras Coco de Barrio Sésamo. Sin notas, a menos que las lleves garabateadas en la mano o en algo, como una servilleta de papel o un recibo, que puedas arrugar 5 minutos antes de la entrevista. De lo contrario, son tus preguntas las que hacen el trabajo por ti.

¿Te resultó raro hacer las entrevistas delante de un público?

Qué va, simplemente recalcó lo poco profesional que intento no recordar que soy.

Publicidad

Supongo que si no te sintieras así, serías Zane Lowe.

Eso es. Justo ahora me estoy dando cuenta que le dije a Sharon Van Etten delante del público que fue al colegio donde murió mi abuelo. Muy hábil para empezar…

Oigo campanas de boda.

Oficiada por J. Spaceman frente al Mediterráneo.

Con gafas oscuras, por supuesto.

“Walking with Jesus” hacia el altar…

Podéis ver a Thomas en todo su esplendor como entrevistador en el vídeo de abajo. Y si bajáis un poco más, veréis la actuación de Bleached en la carpa.