Les conocimos en el documental Heavy Metal In Baghdad: un grupo de cabroncetes que adoraban el metal y arriesgaban su vida por él. Literalmente.Sí, tal vez tú escondiste algún disco de Slayer, Testament o Iron Maiden para que no lo vieran tus papás. Pero estos cabrones se tenían que esconder de terroristas armados porque tocaban música occidental y además del diablo (era más problemático lo occidental que lo satánico).
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