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Música

Heavys que juegan con espaditas

Lo que durante la época colonial fuera la hoguera de la Santa Inquisición, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, hoy hoy sirve como punto de encuentro de los seguidores más apasionados del power metal jugando a las espaditas vestidos de...

Lo que durante la época colonial fuera la hoguera de la Santa Inquisición, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, hoy hoy sirve como punto de encuentro de los seguidores más apasionados del power metal jugando a las espaditas vestidos de caballeros medievales como si fueran el Rey Arturo.

Entre el olor a garnacha y puestos ambulantes, en la Alameda Central, se erige la fortaleza que alberga payasos, juglares, hechiceros, duendes, princesas y los caballeros medievales más chulos del Distrito Federal. La leyenda cuenta que después de practicar esgrima durante varios años, estos tipos decidieron crear órdenes inspiradas en los Caballeros Templarios, y crearon agrupaciones como Draccolish y la Orden del Trueno, que mes sí y mes también se dan de tortas en singular recreación medieval. Samuel Shapiro, creador de este espectáculo, habló con Vice, y le importa un carajo admitir que con el rollo de jugar a los espadachines se han convertido en una compañía profesional. Samuel cuenta que lo más grave que ha sufrido alguno de sus caballeros son golpes en el dedo gordo del pie, debido a la adrenalina que los tipos desbordan interpretando su papel de defensores de Camelot. El espectáculo, titulado Kamelot Classic, se lleva a cabo una vez al mes desde hace cuatro años, y surgió después de que la banda de metal Cristal y Acero (en la que Shapiro toca la batería) lanzara su 13º álbum, The Light of Power, y armaran todo un escenario para tocar en vivo acompañados de caballeros. “Nos dimos cuenta de que a la gente le gusta mucho lo medieval. Para nosotros es atractivo por la época, el misticismo, heroísmo, honor; de chico, mi abuela me contaba historias de los caballeros del Rey Arturo, de los Templarios y Robin Hood”.

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Algo peculiar de los combates es que están sonorizados con puro heavy metal. Dice Samuel que la razón es que el metal es música que se ha inspirado en la Edad Media, “el power metal y el heavy, combinan perfectamente, para mi gusto, por lo que no es raro que, mientras se meten las espaditas por todas partes, escuchemos desde Cristal y Acero hasta Simphony X o Stratovarius”. “Ellos practicaban esgrima, y tenían conformadas agrupaciones como los Caballeros de Acre, Draccolish y la orden del Trueno, por eso los invitamos a participar con nosotros, le dimos unidad a algo que ya existía. Peleaban sin música, ahora le metemos metal; y lo más importante es que aquí esto no existía, hay foros medievales en Guanajuato, Tepozotlán, pero no había nada aquí en el DF”.

Entre combate y combate, Samuel deja en su show para que la gente haga el ridículo y participe en el tiro con arco, carreras de sacos y además tire de la cuerda, el premio: un adorable cachorro pastor alemán para los que queden en pie. En el intermedio el espectador tiene la oportunidad de escuchar una sesión de interesantísima música medieval a cargo de una orquesta que deambula por el Centro de la Ciudad vestidos como gitanos con gaitas, llamados Codex Festivus, para luego poder conocer su suerte con la lectura de cartas y volver a gozar del último round de batallas medievales en pleno siglo XXI.

Aunque nunca me han gustado las guerras y las peleas, porque es mucho desmadre para quedar igual, y las condiciones de privilegios de los burgueses y plebeyos no desaparecen, siempre supeditados a lo que diga su “majestad”, no podemos negar que esta repentina moda de reavivar el pasado, no sólo recordarlo sino recrearlo, nos ha hecho cagarnos en los pantalones.

MINA SANTIAGO