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Cultură

Hemos visto Sharknado

Y es como el hermano pobre de Spierlberg.

El cerebro humano es un lugar apasionante, creemos que lo tenemos controlado pero la verdad es que siempre es capaz de sorprendernos. El hombre ha inventado cosas increíbles como el bacon en tubo o el Mooncup pero nadie estaba preparado para la aparición de Sharknado: el resultado de mezclar películas de catástrofes con películas de monstruos. En este caso tornados y tiburones, o más bien tornados rellenos de tiburones. Me saco el sombrero ante esta brillante idea. Sharknado está protagonizada por Ian Ziering, el tipo duro de Beverly Hills 90210 y Tara Reid, conocida por su papel en la saga de American Pie. El matrimonio de esta pareja está destrozado y encima, en medio de esta crisis, aparece otra aún más grande: por culpa del calentamiento global se generan unos tornados cerca de la ciudad de Los Ángeles que absorben cientos de tiburones y los transportan hacia el centro de la ciudad. Gran parte de la gracia de la cinta se centra en su eterno wannabe de película taquillera y de presupuesto. Es el doppelgänger defectuoso de los blockbusters. Aún así es admirable que una productora como [The Asylum](http:// http://www.theasylum.cc/) se lance a hacer una película  “tan grande” con un presupuesto tan mínimo. Evidentemente los efectos especiales no están a la altura, como tampoco lo están los actores, el guión o la dirección. Todos los puntos débiles que pueda tener no hacen más que generar simpatía hacia la cinta, es el dulce elixir del cine de serie B o Z, esa atracción hacia lo bizarro. Sharknado tiene auténticos momentos de brillantez en los que la película orbita entre el desastre y la genialidad, como cuando el protagonista se introduce con una sierra mecánica dentro de un tiburón y emerge de él cual alien, destripándolo desde dentro y rescatando a una chica que había sido engullida minutos antes. De todos modos Sharknado se alza orgullosa con todos estos defectos e intenta ser un Spielberg de baja estofa. Son varios los homenajes al Tiburón original (como hacer que un tiburón estalle al dispararle la bombona que tiene en la boca) o el famoso juego de zoom in/dolly out pero lo que la une más a Spierlberg es que en el fondo Sharknado trata los temas que preocupan al judío. Sharknado tiene tiburones y tornados pero sobretodo nos cuenta la historia de una familia destrozada que tiene que volverse a unir. Si bien la forma en las que se nos cuenta esto no es la más acertada sí que es admirable la capacidad camaleónica de las producciones de The Asylum, que no solamente copian el género y la idea principal de las películas que pretenden emular sino que también absorben la tesis autoral del director al que hacen referencia. Todos sabemos que, en el fondo, Spielberg siempre cuenta la misma historia: la reestructuración del núcleo familiar. En este aspecto la película es un triunfo absoluto, yo qué sé, ya lo dijo Picasso o Michelangelo: “los grandes artistas copian, los genios roban”.