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Cultură

Analizamos discusiones de parejas en IKEA con un psicólogo

Las tiendas de IKEA están diseñadas para que sometáis a escrutinio todos y cada uno de los aspectos de vuestra relación, sin importar el estado en que estuvieran antes de que entrarais.

Esta bien podría ser una pareja en plena reconciliación después de haber discutido en IKEA, pero tampoco está confirmado. Foto por usuario de Flickr Noodles and Beef

IKEA. Ese sitio al que entras para comerte una ración de sus deliciosas albóndigas y por sus muebles a precio razonable y en el que acabas discutiendo con tu pareja sobre cuántos sistemas de almacenaje KALLAX hacen falta para vuestra colección de vinilos.

Pero tranquilos, no sois los únicos: las tiendas de IKEA están diseñadas para que sometáis a escrutinio todos y cada uno de los aspectos de vuestra relación, sin importar el estado en que estuvieran antes de que entrarais.

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IKEA te hace visualizar la vida con sus productos presentándote cocinas y dormitorios de muestra. Cuanto más fácil sea imaginarse el uso de un producto, más posibilidades hay de acabar comprándolo

Según el doctor Gorkan Ahmetoglu, profesor de Psicología de Empresa en la University College de Londres, ir de compras a IKEA puede desencadenar todo tipo de conflictos de pareja porque estos establecimientos provocan desorientación: "IKEA te hace visualizar la vida con sus productos presentándote cocinas y dormitorios de muestra. Cuanto más fácil sea imaginarse el uso de un producto, más posibilidades hay de acabar comprándolo. Esta estrategia de venta se denomina sesgo de disponibilidad", me explicó.

Los clientes tampoco son conscientes de la gran influencia que ejercen sobre ellos estos "escenarios" perfectamente decorados, hasta el punto de que logran que el cliente se sienta como en casa: "Gran parte de esa influencia se produce en el subconsciente, y aunque los clientes sepan que están siendo manipulados, no pueden resistirse porque el cerebro no es capaz de procesar la información como es debido", añade el doctor Ahmetoglu.

Entonces surgen las discusiones. Pero, ¿sobre qué exactamente discuten las parejas en IKEA? Me di un paseo por la tienda más cercana para ver si conseguía enterarme de los motivos de discusión de las parejas que me encontrara.

No se empieza una bronca de pareja por una sábana bajera, así que decidí trasladar las discusiones de las que fui testigo en IKEA a la doctora Suky Macpherson, catedrática de Psicología, miembro asociado de la British Psychological Society y especialista en temas de pareja. Quería saber su opinión sobre qué nos decían esas riñas sobre el estado de las relaciones y qué se podía hacer para evitar caer en ese agujero negro la próxima vez que vayáis juntos a IKEA.

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1. En la sección de cocina

La pareja: un hombre y una mujer frente a una selección de espátulas.

Hombre: "¿Estás segura que aquí es donde tienen los ralladores de queso? Porque yo no veo ninguno?".

Mujer: "¡Que sí! Pero, ¿por qué siempre tienes que cuestionar todo lo que hago?".

[Silencio de frustración]

Dra. Macpherson: "Esta mujer incurre en la generalización al extender la observación que acaba de hacer el marido a toda la comunicación de la pareja. "Siempre" es una palabra peliaguda en el ámbito de las relaciones. En este caso veo una lucha de poder, en la que ambos perciben que su pareja pretende tener más control en la relación. Ella cree que en general él tiene más poder, lo cual no sería descabellado".

2. En la sección de iluminación

La pareja: un hombre y una mujer, esta última estudiando una lámpara de oro rosa.

Hombre: "Ya tenemos un montón de mierdas de cobre en casa y las odio. ¿Por qué siempre eliges lo que sabes que no me gusta? Parece que te importe un comino que vivamos juntos".

Mujer: "Pues mira, si tuvieras buen gusto, no tendría que elegirlo yo todo".

Hombre: "Que no tengamos los mismos gustos no significa que el mío sea malo".

Dra. Macpherson: "Los espacios habitables compartidos son un problema e implican cierta negociación respecto a los gustos estéticos, algo que a algunos se les da mejor que a otros. Una buena solución a estos conflictos es la del toma y daca. Lamentablemente, las personas egocéntricas o narcisistas no tienen muy desarrollada esa capacidad".

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Esta pareja, que parece algo frustrada, se toma un descanso en IKEA. No es la misma que oyó el autor. Foto por Leo Hidalgo vía Flickr

3. En la sección de baño

La pareja: un hombre y una mujer frente a una cesta.

Hombre: "A estas alturas me da igual lo que sea; lo que quiero es que veas que aquí no cabe la colada. ¿No puedo esperarte en el coche?".

Mujer: "No, no puedes, porque quiero tu opinión. Pues yo creo que es suficientemente grande, sea lo que sea. A veces no sé en qué mundo vives".

Dra. Macpherson: "La mujer quería compartir la experiencia, mientras que lo único que quería él era que se acabara cuanto antes. Supongo que lo que ocurre en este caso es que el hombre no entiende que las cosas prácticas también pueden tener su atractivo estético, y por eso no tiene ningún inconveniente en dejarla escoger a ella. Incluso me atrevería a decir que esa discusión apunta a un problema de falta de perspectiva común que hace que ella se sienta sola y poco querida".

4. En lo más profundo de la trampa mortal de las compras impulsivas

La pareja: dos hombres, cerca de la sección de papelería.

Hombre 1: "Vale, o sea que ahora también quieres papel de regalo. Hombre, lo podría entender si alguna vez compraras regalos a alguien. Y para colmo, el que lo va a pagar en caja voy a ser yo. Ya me lo veo venir".

Hombre 2: "Ya te he dicho que el viernes cobro y te hago la transferencia. Anda, ¿por qué no me haces ese favorcito por una vez?".

Dra. Macpherson: "Decirle a tu pareja que nunca compra regalos es un golpe bajo, así que el otro contraataca insinuando que su pareja nunca hace nada por él. Creo que ambos se sienten infravalorados y quizá incluso explotados por sus respectivos. La discusión refleja un profundo estado de tensión, porque el dinero puede representar un gran problema en una relación. Por la mención de los regalos y del "favorcito" se puede deducir que hay otros aspectos problemáticos en la pareja respecto al tiempo que pasan juntos y la atención que se dedican".

Le pregunté al Dr. Ahmetoglu si había alguna forma de evitar las discusiones de pareja en IKEA. "Lo ideal es que elaboran una lista de la compra consensuada antes de salir de casa y se ciñan a ella", recomendó.

Si eso falla y el día de compras acaba en lágrimas y frustración, la Dra. Macpherson recomienda a las parejas que no sean demasiado exigentes: un contexto de estrés agudiza las tensiones en la pareja, y si algo tiene IKEA es precisamente un entorno que genera mucho estrés.

Traducción por Mario Abad.