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Cultură

Iker Jiménez se pasa al fútbol

Publicamos en exclusiva una de sus crónicas deportivas.

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Somos fans de Iker Jiménez. Mucho. Cuarto Milenio es religión y no podemos dormir sin sus podcast de Milenio 3. En cuanto nos soplaron que jugaba al fútbol cada semana en una cancha de Madrid, averiguamos lugar y hora para ir a verle. Su equipo viste como el Burgos y el contrario como el Cádiz, y uno de los jugadores nos contó que tras el partido Iker escribe siempre una crónica de lo sucedido. Lo único que supera su estilo con el balón es su estilo narrando el encuentro. Nos han filtrado uno de sus maravillosos textos y ahora nuestro sueño es ficharle como periodista deportivo. Te dejamos que lo leas para que entiendas nuestro entusiasmo:

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Morcilla con Kartoffen

El apátrida de la Alemania del Este, Klaus Markus, también conocido como el panzer del Bochum, lleva en volandas al Burgos a una victoria clave para la liga.

6-12 en un atónito Ramón de Carranza donde al final de los noventa minutos todo era silencio.

Klaus Markus Kartoffen fue fichado para este encuentro por treinta y cuatro mil pesetas, una habitación en la pensión Mío Cid, un lote de viandas en el Dos Castillas, su peso en requesón de Burgos, dos botas de vino artesanales, un traje de malla medieval y una réplica de la tizona. Con ella posó el nibelungo desde el punto central de El Plantío.

En un cabizbajo Cádiz, arrollado por el ímpetu del panzer de la DDR, sólo destacó Sandokan Romo. Su gol es otra ofensa a las leyes generales de Einstein. Sin ángulo, el balón se desmaterializó y volvió ectoplasmáticamente, realizando un viaje cuántico para besar la red.

Estamos ante uno de los goles de la liga. La gran pregunta es con qué parte de la bota impactó el estérico. La imagen de la moviola, en Umatic, demuestra que no hay contacto. Es decir, la pelota, endemoniadamente, va guiada por un campo de fuerza desconocido. José María Íñigo, en su programa fantástico, ha abierto el primer tema con esta imagen preguntándose si estamos ante un ejemplo gráfico y palpable del poder de la mente sobre la materia.

El Burgos trabajó las contras, el Cádiz se vino abajo muy pronto y la liga sufre un aldabonazo. El próximo partido de El Plantío será absolutamente vital. Botubot, infiltrado, aseguró que jamás se puede jugar con un balón naranja y moderno. Intentó impugnar en los despachos por esférico indebido.

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Tocornal y Megido contentos, con un juego práctico, al primer toque y buscando las asistencias. Las recuperaciones y contras veloces marca de la casa. Pérez Aguerri, en tiro de larga distancia, estuvo a punto de marcar por la escuadra. Cometió un penalti y están pensando que el próximo partido lo juegue con grilletes a la espalda.

Hagan –a partir de hoy, El Paleolítico- reventó la portería gaditana con un trallazo lejano, aprovechando la incertidumbre de Rabioso Julio. Las salidas en falso del sustituto de Bocoya Agustí hicieron temblar a todo el estadio. Parece que el comportamiento es de nuevo signo de hidrofobia. Se le trasladará a la sombra de un cruceiro para cauterizarle la frente con la llave de la parroquia al rojo vivo.

Larry, desde su lejana cesión al Arequipa, en la segunda división peruana, se lamenta con su melancolía y pose de gentleman: “este equipo, sin mi arte, se queda en nada”.

En El Plantío, próxima semana, partido de cara o cruz para la Liga. Todas las entradas vendidas.

REAL BURGOS 37 puntos. CADIZ CF 31 puntos.