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El número de la farándula

Inflar la audiencia

Inflatable Crowd's las "multitudes" hechas a medida con vestuario, pelucas y máscaras que han aparecido en más de 80 películas

Foto de Polly Barrowman

Al oeste de Compton (L.A.) hay un almacén con más de 35.000 torsos y otras partes corporales esparcidas por el suelo. Richard McIntosh, Joe Biggs y su equipo se encargan del lugar, las oficinas de una compañía llamada Inflatable Crowd. A sus personas hinchables y hechas a la medida se les ha puesto peluca, ropa, y máscaras en más de 80 películas (Contagio, El discurso del rey, El truco final…) e innumerables anuncios, convirtiéndolas en muchas de las “multitudes” que salen en los anuncios de la última década del cine. Cada torso va con una máscara pintada a mano y la mayoría incluyen características increíblemente detalladas. Y junto a la gama de torsos y los miembros desinflados, el almacén está lleno de montones de ropa de cinco metros de altura y accesorios de diferentes categorías, como por ejemplo “negocios”, “deportes” y “casual”. Para la gente de la industria, los productos de Inflatable Crowd son una excusa para hacer bromas ridículas como “¿Puedo coger uno prestado para el carril VAO?”, pero Richard señala que estos torsos hinchables son una solución práctica al problema de crear multitudes reales, algo que posiblemente se convierta en algo obsoleto en la industria del cine dentro de poco. “Al igual que la esperanza de vida de las muñecas”, dice Richard, “esta compañía también tiene una. Cualquier día seremos sustituidos por los efectos visuales”. Mientras geeks de los gráficos por ordenador se reúnen en habitaciones con poca luz para desarrollar programas que crearán multitudes digitales para las películas, ahí está Richard cargando sus torsos, pintando máscaras meticulosamente y vistiendo a sus muñecos con la misma delicadeza que un estilista. Y, al contrario que los informáticos que intentan robarle el negocio, el trabajo de Richard requiere que esté en el set, disponible para manipular y modificar las escenas según los deseos del director. Steven Spielberg y Peter Jackson han demostrado que la imagen generada por ordenador puede crear hordas de aliens y criaturas mitológicas 3D bastante mierdosas, ¿pero pueden combinar con habilidad un jersey fucsia con un pantalón de traje y un abrigo? Lo dudo.