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Cultură

Pagué 12 dólares a nombre del ISIS y el gobierno me intentó joder

El pasado mes de abril hice un pago a mi compañero de piso a través de una de estas aplicaciones para hacer transferencias sin comisión y para hacer la broma, dije que iban a nombre de Isis.

El pasado mes de abril hice un pago a mi compañero de piso a través de una de estas aplicaciones para hacer transferencias sin comisión. Eran 12,66 dólares, exactamente, que me había prestado para pagar la cena en un restaurante tailandés. Curiosamente, me quedé dudando qué poner en el campo de comentarios de la aplicación, esa sección ideada para ayudarte a recordar en qué te has gastado el dinero. En la práctica, sin embargo, es el sitio ideal para soltar algún chiste o poner un emoji gracioso. Al fin y al cabo, ¿qué puede haber de malo en poner un toque guasón a lo que de otro modo sería una transacción banal?

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Pues bien, esa noche, puesto que tengo la madurez emocional de un chaval de doce años, decidí rellenar esa caja de texto con la palabra "Isis". Sí, sí, el grupo terrorista. Este es el mensaje que recibí instantes después de enviar mi pago:

Pago pendiente de revisión

Vamos a tardar un poco más de lo habitual en procesar este pago, ya que está pendiente de aprobación por parte de nuestro equipo:

ISIS

Nos pondremos en contacto contigo en un periodo máximo de 48 horas, una vez hayamos revisado tu pago o en caso de que necesitemos más información.

Obviamente, la palabra Isis había llamado la atención de algún algoritmo que provocó que me bloquearan la cuenta de inmediato. Más tarde investigué y supe que había una lista de personas, lugares y entidades no autorizados, entre ellos Isis. Si utilizas alguno de esos términos prohibidos, es muy posible que te suspendan la cuenta automáticamente hasta que se haya realizado una investigación.

Lo primero que hice fue pedirle disculpas a mi amigo y prometerle que le haría la transferencia en cuanto me reactivaran la cuenta de Venmo (así se llama la aplicación). Al día siguiente recibí un email en el que se me informaba de que, como sospechaba, había activado ciertas alertas de seguridad y que podía contactar con los responsables de la aplicación si tenía alguna duda (las tenía) o deseaba reactivar la cuenta (lo deseaba).

Hola, Andy.

Tu cuenta Venmo ha sido bloqueada debido a que una operación reciente ha activado nuestras alertas de seguridad. Por favor, si tienes alguna duda o deseas reactivar tu cuenta, contacta con nosotros respondiendo a este email.

Gracias,

El equipo de Venmo

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Respondí inmediatamente, solicitando que me reactivaran la cuenta, y poco después un tal Steph J. me confirmó que volvía a estar operativa.

Aunque me alegró volver a disponer de mi cuenta, me perturbó lo fácil que había resultado. ¿Me bloquean por un tema de seguridad nacional y basta una petición por email para solucionarlo todo? ¿Acaso una agencia gubernamental había estado comprobando mi actividad en Twitter para cerciorarse de que no pertenezco a una célula durmiente del Daesh? Había pasado de pensar que toda aquella historia era exageradamente alarmista a sospechar que todo parecía demasiado sencillo.

Steph J. (Venmo)

Hola, Andy.

¡Gracias por contactar con nosotros! He vuelto a comprobar tu cuenta y parece que la han desbloqueado. ¡Ya puedes usarla de nuevo! Espero haber sido de ayuda.

Si tienes cualquier otra duda, házmelo saber.

Saludos,

Steph J.

Atención al cliente de Venmo

Mis sospechas no tardaron en confirmarse. Era todo demasiado sencillo. Aunque me habían reactivado la cuenta, los 12,66 dólares todavía en una especie de limbo en el universo de Venmo, ya que ni me los habían devuelto ni habían llegado a la cuenta corriente de mi amigo. Sin embargo, el resto de transacciones que hacía con la aplicación se completaban sin problemas.

Una semana después, recibí otro email, esta vez de un compañero de Steph que respondía al nombre de Josh. Debo decir que, cuando uno trata con una empresa que dispone de toda tu información bancaria, como Venmo, es reconfortante saber que quien te atiende es un ser humano, con nombre y, con suerte, la inicial de su primer apellido.

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Josh me puso un poco en situación. Dijo que, siendo como es Venmo una empresa de servicios monetarios regulada, está sujeta a la normativa impuesta por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC por su acrónimo inglés) y que yo debería dar una explicación de por qué pretendía hacer un ingreso al Daesh por valor de 12,66 euros.

Querido Andy,

Nos ponemos en contacto contigo porque nos gustaría entender un pago reciente que se ha efectuado en tu cuenta.

Venmo es una empresa de servicios monetarios que tiene el compromiso de ofrecer a nuestros usuarios una forma fácil y segura de enviar y recibir pagos. Para ello, tenemos la responsabilidad de cumplir la normativa de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC).

Con el fin de garantizar que la actividad y las transacciones llevadas a cabo en Venmo se ajustan a la normativa vigente, agradeceríamos que nos ofrecieras más información sobre una transacción reciente. El 16/04/16, efectuaste un pago por valor de 12,66 dólares al destinatario "Isis". Nos gustaría que nos aclararas:
•la mención a "Isis".
•el propósito de esta transacción mediante una explicación detallada de cuál es el objeto de dicho pago y el establecimiento o la ubicación a los que va destinado, si procede.

Lamentamos informarte de que nos vemos en la obligación de retener la cantidad en cuestión hasta que hayamos recibido noticias tuyas. Por favor, ponte en contacto con nosotros aportando la información solicitada en un plazo de 15 días para que podamos actualizar tu cuenta.

Muchas gracias por tu ayuda.

Saludos,
Josh

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Les respondí de inmediato explicando que se trataba de una broma tan patética que ni siquiera era una broma y dejando claro que nunca he estado ni tengo intención de estar, vinculado al Estado Islámico.

Envié el email y esperé nuevamente, esta vez con cierta preocupación. Mis 12,66 dólares no se habían perdido en algún servidor de Silicon Valley, sino que estaban retenidos por el mismísimo gobierno de los EUA, más concretamente por la Oficina de Control de Bienes Extranjeros. Nunca había oído hablar de esa entidad, pero sonaba muy, muy chunga.

La OFAC no me iba a dejar escapar tan fácilmente: diez días después recibí un nuevo mensaje de un anónimo "Equipo de verificación" en el que se me informaba de que, tras haber revisado mi solicitud, procedían a denegarla, sin más explicaciones. Y añadieron que la cantidad quedaría retenida en una "cuenta con devengo de intereses".

Hola, Andy Verderosa.

Te escribimos en referencia al pago que efectuaste el 16/04/16 a Aaron Weiss por importe de 12,66 dólares.

La Oficina de Control de Bienes Extranjeros exige a Venmo la revisión de todas las transacciones en las que estén implicados bienes o entidades restringidos. Tras realizar una valoración, hemos procedido al bloqueo de la cantidad siguiendo la normativa de OFAC.

Esto implica que el importe permanecerá retenido en una cuenta con devengo de intereses de la que OFAC es titular. Lamentablemente, debido a la regulación vigente de OFAC, no podemos reembolsarte el importe. Para solicitar la devolución, deberás rellenar el siguiente formulario de OFAC:

Sabemos lo frustrante que es tener un pago bloqueado. Para facilitarte la solicitud de devolución, a continuación te ofrecemos información de utilidad:

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Mi única opción era hacer clic en el enlace para "solicitar la devolución". El enlace redirigía a una URL de la tesorería del gobierno. Por suerte, Venmo me había facilitado una lista con todo lo que tenía que saber para rellenar la petición.

Me reconfortó saber que al menos la tesorería general seguía un procedimiento muy estricto. Entre las opciones disponibles para seleccionar el programa al que correspondía mi caso, había elementos como "Diamantes en bruto", "No proliferación de armas de destrucción masiva" y algo llamado "Lybia2".

Completé los 8 pasos (mi información de contacto, la de mi amigo, la de Venmo, la de mi banco y la del banco de mi amigo) en la medida de mis conocimientos.

Todo esto, recordemos, ocurrió en abril, así que con el paso del tiempo me olvidé de mi encontronazo con la tesorería del gobierno y de los dichosos 12,66 dólares. Seguí usando Venmo y cenando comida tailandesa, y a menudo explicaba mi anécdota del Estado Islámico por si a algún otro idiota se le había pasado por la cabeza hacer la misma broma.

Cuando ya daba el tema por zanjado, a finales de octubre recibí un mail de un tal Aiden Orsino, cuyo asunto era "Solicitud de OFAC número XXXXXXX".

Estimado Señor,

Actualmente me encuentro en pleno proceso de revisión de su solicitud de liberación de fondos bloqueados. OFAC requiere ampliar la información de la que dispone de Andrew Verderosa. Concretamente, le requerimos la entrega de dos copias compulsadas de un documento identificativo, ya sea pasaporte, licencia de conducción, certificado de nacimiento u otro documento análogo emitido por el gobierno en el que conste su nombre completo, fecha de nacimiento, lugar de residencia y domicilio completo.

Le rogamos que remita dicha información en formato PDF a OFAC a esta dirección de correo electrónico antes del 14 de octubre de 2016. De no recibir la documentación solicitada antes de este plazo, se procederá a la desestimación de su solicitud. Quedamos a la espera de su respuesta.

Atentamente,

Aidan Orsino

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¡Por fin revisaban mi solicitud, más de medio año después! Solo tenía que facilitarles dos fotocopias de un documento de identidad y volver a rellenar la misma solicitud de ocho pasos. Así que hice fotos de mi pasaporte y carné de conducir y se los envié. Notaba que estaba muy cerca de mi objetivo. Con renovado empeño y vigor, volví a rellenar el formulario de ocho pasos, esta vez asegurándome de cumplimentar todos los campos correctamente. Pese a todo, no tenía grandes esperanzas, quizá algún otro giro en esta experiencia kafkiana. Después de más de medio año intercambiando correspondencia con empleados anónimos de Venmo y funcionarios públicos, incluso había llegado a sentirme a gusto con ese statu quo.

Pero el 16 de noviembre de 2016, exactamente ocho meses después de que hubiera efectuado el pago de 12,66 dólares a nombre de Isis, recibí un email en el que me comunicaban que habían desbloqueado mi pago. La palabra "DESBLOQUEADO" brillaba en la pantalla con letras verdes fluorescentes. El dinero llegó a la cuenta de mi amigo y la odisea tocó a su fin. Me sentí triunfante y vacío a partes iguales.

Estoy convencido de que mi nombre y fotografía siguen estando en alguna lista de la tesorería del gobierno. En cualquier caso, me llevo algunas lecciones de esta experiencia: que no se pueden gastar bromas sobre el Estado Islámico por internet, que a los federales les encanta meter las narices en las empresas de tecnología financiera y que hay que ir con cuidado con "Lybia2". La próxima vez que me entren ganas de poner alguna chorrada cuando haga una transferencia por Venmo, me limitaré a poner el emoji de la berenjena para mantener al gobierno al margen.

Sigue a Andy Verderosa en Twitter.

Traducción por Mario Abad.