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Elecciones 2016

¿Qué opinan los jóvenes que votarán por primera vez el 20D?

Así viven los novatos de las urnas los preliminares de sus primeras elecciones generales.

Todas las fotografías por la autora.

Más de millón y medio de jóvenes españoles se estrenarán en su primera cita. Y será en un colegio. La fecha, el próximo 20 de diciembre. Así viven los novatos de las urnas los preliminares de sus primeras elecciones generales.

Allá por noviembre de 2011, en una charla entre amigos que votaban por primera vez, se daba por hecho la victoria aplastante del Partido Popular. Dos universitarias que acababan de cumplir la mayoría de edad reconocían que su voto sería para el Rajoy de "Se necesita un cambio", lema de su campaña electoral. Confiaban en que su llegada al poder mejorase las cosas. "No creo que pueda ir a peor", alegaba una de ellas. Su amiga añadía un presagio: "a lo mejor sale Rajoy y esto se va a la mierda".

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Máquina del tiempo. Cuatro años y un mes más tarde sólo un 8,2% de los jóvenes considera que la gestión del PP al frente del gobierno ha sido buena. Un 58,7 % la tacha de mala o muy mala, según los datos de la encuesta preelectoral del CIS. La otra cara del bipartidismo no sale mejor parada. Según la misma encuesta, un 78% de los jóvenes cree de haber estado en el gobierno, el PSOE lo hubiera hecho igual o peor.

Algo ha cambiado en estos últimos años. El más de millón y medio de nuevos votantes debutará el próximo domingo en el panorama político más diverso de la democracia. "Hemos pasado del bipartidismo al pentapartidismo. Por primera vez me siento representado", declara Ángel (24), un veterano de las urnas. Su primera vez fue aquel 20N de Rajoy. Entonces, su voto fue para el PACMA. Esta vez, confiesa que será para Podemos. "Veo el miedo que genera en los altos estamentos de la sociedad. Si ellos le temen, a mí me tiene que venir bien", argumenta acerca de su elección.

La formación de Pablo Iglesias, sin embargo, obtiene el tercer puesto en intención de voto entre los menores de 24 años. Es el Ciudadanos de Albert Rivera el que arrasa, superando en tres puntos al segundo en intención de voto joven, el PSOE. Los socialistas saben de la importancia de este fragmento del electorado y han tratado de camelarlo con la habitual propaganda electoral a domicilio, personalizada para la ocasión. "Sí, esto es una carta de un político. Y sí, es para pedirte que me votes. Dejémonos de rodeos. Hablemos con claridad". Así se dirige Pedro Sánchez a los jóvenes en una carta en la que se compromete a generar empleo, aumentar las becas, bajar las tasas…. Adjunta a las promesas sobres preparados con las papeletas del PSOE.

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"La imagen influye mucho y la de Pedro Sánchez es muy buena. Tiene el discurso bien montado, inspira confianza. No pasa lo mismo con Pablo Iglesias, que por llevar coleta la gente piensa: ¡uy cuidado, es un terrorista!", reflexiona Tania, una estudiante de Formación Profesional de 22 años. Aunque en las elecciones de 2011 pudo votar, no lo hizo. "Y me arrepiento. Esta vez sí que iré".

Uno de sus compañeros de clase, José, de 19 años, no lo tiene tan claro. "Aún no sé si votaré y, si lo hago, será en blanco". Paola, de la misma edad, responde con un sí rotundo a la pregunta de si acudirá a las urnas. Más tímida, añade que votará a Podemos. Encaja en el perfil de votante de Pablo Iglesias trazado por los datos del CIS: menor de 24, estudiante o desempleado. Ciudadanos aglutina el voto de aquellos jóvenes que han encontrado trabajo. "Yo tengo un amigo que les va a votar. Tiene un kiosco" cuenta Ángel. "Para mí , Ciudadanos es un experimento del PP" matiza.

El entorno social se erige como uno de los factores que determina el voto de los jóvenes. "La situación familiar influye: el dinero que entra en casa, el trabajo de los padres. Creo que así defines las convicciones políticas", reflexiona Nuria, de 20 años. "Mi familia me ha podido orientar", dice una joven estudiante de Derecho que prefiere mantener su anonimato, "pero cada uno tiene una visión política y vota a quien le parece que lo hará mejor". La misma joven cuenta que pese al escaso interés que recogen las encuestas entre su grupo de población, ella sí que habla de política con los amigos. "Debatimos mucho a quién votar, los cambios que hará y cómo nos pueden afectar". "Nosotros solo criticamos, no buscamos soluciones", reconoce José sobre las charlas políticas con sus amigos. "Cuando sale el tema suele ser por decisiones que nos parecen estúpidas y nos provocan irritación", apunta Cristian, universitario de 20 años que confiesa que no votará.

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Recortes en educación, desempleo y trabajo precario son las cuestiones que más les "irritan". La palabra indignados no asoma en ninguna de las conversaciones. "Oigo muchas medidas vacías", critica Nuria, estudiante de Economía. "El PP propone que los jóvenes no tributemos durante el primer año del primer empleo. El otro día hicimos los cálculos en clase y tendrías que cobrar 1.300 € para beneficiarte. A muy pocos jóvenes les pagan eso".

Los tijeretazos en sanidad o investigación se cuelan también entre sus inquietudes. "Me preocupa la pobre inversión en ciencia. Por poner un ejemplo, que un torero reciba un premio de 30.000 € mientras que el mejor físico joven de Europa se tenga que ir de España por la nula inversión me parece irrisorio", denuncia Cristian, que estudia un doble grado en Física y Matemáticas.

El fantasma de la emigración es otra cuestión que acecha sobre la generación de nuevos electores. "Soy consciente de que tendremos que salir al extranjero para obtener trabajo", dice la estudiante de Derecho de 19 años. "No es eso lo que ni yo ni nadie quiere", añade en un lamento.

Los jóvenes no dudan acerca de los problemas, pero ¿puede algún partido darles solución? Las opiniones están divididas. "Quiero pensar que sí", desea Sara (20), que se prepara para ser guía turística. "Yo creo que no", determina un estudiante de Informática de 18 años que guarda su anonimato. Ella irá a votar, él no. "Lo que hace falta es una política más allá de la izquierda o la derecha, que simplemente mire por lo que necesita la gente", matiza Luis (20), alumno de FP.

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"Al final el discurso es muy parecido, se vio el otro día en el debate", señala Tania. El debate centra la atención del grupo de estudiantes de Formación Profesional. Todos coinciden en que faltó el candidato de Izquierda Unida, Alberto Garzón. "Pedro Sánchez parecía que se estaba haciendo un puto selfie", apunta Ángel. "Tampoco me gustó lo de Soraya, que Rajoy defienda su presencia aludiendo al feminismo es para reventarle la cabeza", protesta.

"El debate estaba más interesante en Twitter que en el plató", dice Nuria. Un dato respalda su apreciación. Durante la emisión, un tweet del ausente Garzón fue, con más de 23.000 retweets, el más compartido de un político en España. Si en algo armonizan los nuevos electores es en la falta de confianza en los medios tradicionales. "No son muy fiables para seguir la política", "la televisión lava el cerebro" o "TVE se ha dedicado estos cuatro años a mamársela a Rajoy" son algunos de los reproches que les dirigen.

Las redes sociales han robado terreno a prensa, radio y televisión. "Sigo la información política a través de Twitter porque me resulta más sencillo y cómodo", dice Clara (21), futura economista. "Las redes sociales educan más que la universidad", opina Tania. "Aunque tampoco en las redes sociales nos podemos manifestar abiertamente, mira lo que pasa con Facebook", recuerda.

La protesta social ha sido uno de los puntos más polémicos de esta legislatura. En su intervención en La Calle Pregunta, de La Sexta, Rajoy lanzaba una pregunta a la ciudadanía "¿Qué tiene de malo la llamada Ley Mordaza?". El nombre oficial ideado por su gobierno es Ley de Seguridad Ciudadana. "Yo no la llamaría Ley Mordaza, pero bueno, así nos entendemos todos", se corregía minutos después. "¿Qué efectos negativos ha tenido sobre el sistema democrático, sobre la libertad de las personas?", se preguntaba el Presidente.

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"Por llevar una réflex a una manifestación, ya está liada", aprecia Luis. Rajoy no conoce a este joven, pero tiene una respuesta para él, así como para el resto de ciudadanos que comparten su crítica. "Voy a explicar lo que es la Ley Mordaza", prometía en su intervención televisiva. "No se sanciona que los manifestantes graben a la policía, lo que se sanciona es que se metan esas imágenes en internet". Ángel le rebate con una anécdota: "un amigo mío, en una manifestación contra el fracking, acabó en el calabozo por sacar fotos". "Es que parece que es más fácil robar o matar que manifestarse", añade Luis molesto.

"Tampoco conocemos nuestros derechos. Cuando tuvimos la asignatura de Educación para la Ciudadanía nos enseñaban más obligaciones que derechos", continúa el mismo joven. El grupo coincide en la nula educación política que han recibido. "Igual porque no interesa", recalca Tania, "aunque es cierto que la Constitución y el libro de Derechos Humanos están en la biblioteca y nadie va a leerlos". "Somos jóvenes y esas cosas no salen de nosotros. A eso es a lo que nos tienen que enseñar", protesta José.

"Somos ovejas a las que cada cuatro años llama el pastor", resuelve Ángel. Tania le avala con un ejemplo. "Había un experimento en el que te decían que tenías que electrocutar a un compañero. Al principio decías que no. Que lo hagas, insistían. A fuerza de tanto repetir, lo acababas haciendo". Lo que Tania describe es el experimento de Milgram, una prueba de psicología social cuyo fin era cuantificar la disposición de los individuos a obedecer órdenes de la autoridad, aun cuando estas entran en conflicto con la conciencia personal. "Somos como ovejas", concluye Tania.

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La repetición es una de las principales técnicas con las que la publicidad electoral bombardea a los ciudadanos durante la campaña. "Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad" decía Goebbels, ministro nazi de propaganda. Hoy la palabra propaganda despierta demasiadas connotaciones negativas y se ha maquillado como publicidad política. La esencia sigue siendo la misma.

Spots invaden la televisión, cuñas radiofónicas copan las ondas, carteles empapelan pueblos y ciudades a lo largo y ancho de la geografía española. A los tradicionales soportes, se une internet. Los equipos de los partidos han tratado de acercarse a los jóvenes a través de las redes sociales. Ninguno de los entrevistados dice seguir ni a candidatos ni a partidos políticos. "Se labran un perfil patético intentando acercar ideas desfasadas a jóvenes", comenta el estudiante de Informática. Tira de cultura popular para ilustrar su apreciación: "es como en los Simpson, cuando el Señor Burns se hace pasar por un adolescente".

A la cultura popular ha recurrido también Podemos en uno de sus spots. "Ese en el que sale Darth Vader es el único que he visto. No sé si era el oficial del partido, pero por lo menos te ríes", cuenta Ángel. Sus compañeros de clase reconocen que no han visto la publicidad de los partidos. Tania soluciona el desconocimiento a golpe teclado. Entra en YouTube y abre un vídeo del PP de título llamativo: "30 días, 30 respuestas. ¿El empleo que se está creando es de baja calidad?". Comienza el baile de cifras y porcentajes. "Con el gobierno de Mariano Rajoy se han creado más de un millón de nuevos empleos en los últimos dos años". Los jóvenes contemplan la pantalla entre la estupefacción y la sonrisa. "Que cosa, ¿eh?", comenta Tania divertida mientras hace clic sobre el spot de Ciudadanos, en la barra de vídeos relacionados.

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"España en serio", "Vota con ilusión", "Un país contigo, podemos" o "Por un nuevo país" son algunos de los lemas que estos días vociferan los candidatos. "El que más me ha llamado la atención es el del PSOE: un futuro para la mayoría" destaca la estudiante anónima de Derecho. El PSOE es el único partido que alude al futuro en su eslogan. Un futuro que los jóvenes ven "del color de Calimero", dice Sara, "negrísimo". Cristian lo define con el mismo color. "La falta de inversión y oportunidades augura un porvenir deprimente para los jóvenes", agrega. "Lo veo bastante mal, con paro, sin poder adquirir experiencia…". "Yo el futuro lo veo fuera de España", declaran los jóvenes que preservan su anonimato.

¿Cambiará la situación a partir del 20D? "Si gana la derecha, no", opina Tania. Los jóvenes vaticinan que la victoria será para el PP. "La gente es suficientemente estúpida como para ignorar la corrupción y los escándalos, escuchando promesas que ya se ha visto que no cumplen", lamenta Cristian, que hace extensible la crítica al partido en la oposición. "Esto es también aplicable al PSOE, que parece la otra opción a ganar".

"Yo espero que gane Podemos", expresa Luis. "Yo también, pero siendo realistas…", admite Tania. La frase queda en el aire. Interviene Ángel, voz de la experiencia, "Va a gobernar la derecha, el PP y Ciudadanos". El grupo de jóvenes cree que "habrá matrimonio" entre ambos partidos a pesar de las negativas de Albert Rivera en campaña. "A partir del 20D se van a querer con locura. Rajoy y Rivera no follarán en directo ya por…". Vergüenza es el término que completa la frase. Es lo mismo que Nuria dice sentir acerca del panorama político actual. "Lo bueno, es que parece que se está abriendo. La base social está entrando en política. Por fin se está rompiendo el bipartidismo".

Va a ser cierto que algo está cambiando en España, la ilusión de los jóvenes por iniciar un nuevo capítulo de la democracia. Mientras se fragua la amenaza de reescribir la misma historia otros cuatro años, su esperanza, aún intacta, aguarda voto en mano. Los que ya saben lo que es meter la papeleta en la urna les desean que la cita con la realidad no les duela demasiado.