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Captagon: La droga que supuestamente tomaron los yihadistas de París

Se trata de una mezcla de afentamina y cafeína, exactamente igual que el Speed, pero en pastillas. Toma su nombre de un fármaco legal de los setenta.

Un alijo de Captagon. Imagen vía.

En el rastreo de las huellas que dejaron los yihadistas antes cometer el pasado viernes la brutal masacre que acabó con la vida de 129 personas en el centro de París, ahora ha aparecido un nuevo dato. La presencia del Captagon. En una habitación de hotel de la capital francesa se han encontrado jeringuillas con las que algunos de los terroristas se podrían haber inyectado esta sustancia. No hay análisis toxicológicos fiables todavía, así que no son más que hipótesis, pero vamos a ver en qué consiste esta droga, cuáles son sus efectos, dónde se elabora y cuánto cuesta.

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¿De dónde surge el Captagon? Porque en sus orígenes era un medicamento legal, apto para el consumo y recetado. Pero ha acabado convertido en el nombre común de una droga que tiene muy poco ya que ver con el original. "El Captagon es un fármaco de los años 60, que se utilizó para el tratamiento de hiperactividad y narcolepsia, entre otros. La composición que tenía en su inicio, cuando era un fármaco, era la fenitilina, que es un compuesto de acción estimulante. Pero este fármaco fue prohibido en los años 80 y, desde entonces, se han hecho algunos análisis de decomisos de comprimidos de Captagon y lo que se ha demostrado es que este compuesto ha desaparecido y lo que son ahora estas pastillas es una mezcla de anfetamina y cafeína, lo que sería el Speed que corre por España, más o menos, pero en formato de comprimido", nos comenta Nuria Calzada, de Energy Control.

Como todavía no hay análisis, no es seguro que los yihadistas hubieran consumido Captagon las horas antes de cometer su despiadada acción terrorista. "Aclarar que no está confirmado que los terroristas de París hubieran consumido anfetaminas, y de haberlas consumido, de confirmarse, lo más lógico es pensar que su uso es meramente instrumental. Es decir para reducir el cansancio, el sueño, el hambre. Tener una mayor actividad, un mayor rendimiento. Que los terroristas hubieran tomando anfetaminas se debe más a que es una sustancia que se consume en sus países de origen y no a que provoque un efecto particular, que los convierte en lo que no son".

El parentesco, más bien la similitud, que tiene con el Speed hace que el precio de ambas sustancias sea casi igual, entre 15 y 25 euros el gramo: "Es que son casi lo mismo, la gran diferencia es que aquí, en nuestro país, se consume en formato de polvo, y lo que se llama Captagon son pastillas. La composición es exacta, aunque en algunos decomisos de esta droga también se han detectado partes de metanfetamina. En cuanto a los efectos son exactamente igual que los de cualquier estimulante: euforia, más ganas de hablar, locuacidad, te quita las ganas de dormir, reduce el apetito, estás más energético…".

El Captagon no es una droga exclusiva de uso bélico, es decir, que hay un consumo por parte de la población general en las regiones de Oriente Medio. "El aumento del consumo en la zona no es exclusivo de los yihadistas, hay gente que la utiliza de estimulante, no es exclusiva del entorno terrorista. La producción en el Líbano, que era el centro, ha disminuido el 90% en el último año y se trasladado, en gran parte, a Siria. Hay una producción ilegal de Captagon, que no lleva el compuesto original del fármaco, si no que ha sido sustituido. Estuvo un tiempo en el mercado y se dejó de usar porque creaba problemas de adicción".

La especialista en droga quiere dejar claro que al igual que no existe una sustancia que te convierte en caníbal, tampoco se puede hablar de una droga que te haga ser un yihadista. Aunque sí es cierto que su consumo ha aumentado mucho en los últimos años. "No existen datos fiables en cuanto a su prevalencia de consumo, pero la Oficina contra la Droga y el Delito reportó un aumento notable de las cantidades de anfetaminas decomisadas en Oriente Medio, según su informe de 2014. El uso de anfetaminas no es algo nuevo en entornos bélicos, han estado siempre presentes para mejorar el rendimiento y aguantar más horas". Y las informaciones hablan de que se han encontrado jeringuillas. Algo que no encaja del todo con la forma de consumo del Captagon, al menos con la mayoritaria y la que se detecta con más frecuencia en la actualidad. "El formato del Captagon son pastillas, comprimidos. Supongo que también se puede inyectar, machachar y consumir de manera intravenosa. Aunque en origen es oral", concluye Nuria Calzada.