La Guía Vice de Milán

Todas las fotos por Glauco Canalis a menos que se indique lo contrario

Mientras todos los turistas hacen aburridos viajes para recorrer Roma y Florencia, aquí en Milán tenemos la mejor comida, la moda más vanguardista, la gente más atractiva de todo el país y nos gusta ir a dormir pronto, así que no tienes que fingir que todavía te gusta ir de discotecas. Y si te gusta, entonces ya es hora de que te tomes un descanso. Ven a Milán, pero primero lee nuestra guía.

Utiliza los siguientes links para ir directamente a cada sección:

– DÓNDE IR DE FIESTA
– DROGAS
– POLÍTICA, MANIFESTACIONES, ETC.– COMIDAS TÍPICAS
– DÓNDE EMBORRACHARSE
– ALOJAMIENTO
– EL MILÁN GAY
– DÓNDE IR CUANDO ESTÉS SOBRIO
– QUE NO TE TIMEN
– NO SEAS UN TURISTA DE MIERDA
– QUÉ DEBES EVITAR
– PROPINAS Y FRASES ÚTILES
– QUÉ ESCUCHARÁS EN LOS BARES
– VICE CITY MAP

Los milaneses no somos la gente más marchosa del planeta. Ni siquiera somos los más marchosos de Italia. Para ser sinceros, existen beduinos que entienden mejor lo que es una rave que nosotros. La mayoría de la gente en Milán prefiere salir hasta no muy tarde y no liarla.

Aunque no deberías esperar que ningún sitio esté abierto pasadas las 5 de la mañana, todavía hay algunos locales de copas que intentan atraer a los que salen por la noche. El club Dude, en Lambrate, es la sede espiritual (y real) de la escena tecno de la ciudad, y hace todo lo que puede por mantenerse al nivel de Londres y Berlín.

Años atrás, el diminuto Rocket, en Navigli, sólo tenía licencia como bar y no se podía bailar. Después de unas cuantas fiestas por fin consiguieron obtener una licencia como discoteca y empezaron a tener las luces encendidas hasta el amanecer. Una noche cualquiera puedes encontrarte con indies cantando los temas más emblemáticos del 2001 y a la noche siguiente quizá pinchen música disco italiana. Pongan lo que pongan, bailar ha pasado de estar prohibido a ser casi obligatorio.

Otro de los lugares con más marcha es el Tunnel Club en el nordeste de la ciudad, que está en un puente ferroviario cerca de la Estación Central de Milán. Las paredes de ladrillo y las tuberías de acero expuestas le dan un toque subterráneo, mientras que sus DJ figuran entre los mejores pinchadiscos del tecno europeo. De vez en cuando también actúa algún grupo en directo. Básicamente es una manera más adecuada de utilizar un túnel de tren que dejar que la mafia guarde allí sus cadáveres.

Aunque no todo son buenas noticias. Antes teníamos ese gran local llamado Buka que se convirtió en una especie de discoteca y en el que se celebraban fiestas increíbles en lugares insólitos donde se ponía música electrónica underground hasta que un día cerró. Esperamos que lo vuelvan a abrir y existe alguna posibilidad de que así sea, así que cuando estés por allí pásate a comprobar si vuelve a estar en activo.

Obviamente, no hace falta que te digamos que evites a toda costa todas esas discotecas que hay en el centro de la ciudad ya que son excesivamente caras a menos que seas un futbolista profesional o estés dispuesto a acostarte con uno (un objetivo factible y digno de admirar).

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La buena noticia es que las cosas en Italia se están calmando un poco con el tema de las drogas. Desde el año 2006, habíamos tenido una de las leyes antidroga más duras de Europa, conocida como la «Legge Fini-Giovanardi» por Gianfranco Fini y Carlo Giovanardi, los dos capullos de la derecha italiana que la apoyaron. Afortunadamente, la ley ha sido derogada recientemente por el Tribunal Constitucional. No obstante, Milán dista mucho de ser una ciudad tolerante a este respecto.

A diferencia de las drogas duras, que están todavía controladas por la mafia en todo el país, la hierba que encontrarás muy probablemente habrá sido cultivada en Italia. El hachís es un poco más caro que la marihuana, a diferencia de en otros tiempos, cuando solía ser mucho más popular entre la gente de aquí.

En una ciudad con una industria de la moda tan importante como la de Milán, no es de extrañar que haya cocaína suficiente para tener relajados a los hombres y a las mujeres tensas en todo momento. Además de en las fiestas de moda, también la encontrarás en raves, en los barrios de la periferia, en restaurantes y en cualquier lugar donde puedas ir al lavabo. Después de todo, las investigaciones llevadas a cabo en las aguas residuales de Milán en el 2011 revelaron que la ciudad consume 330 kilogramos de cocaína anualmente.

El éxtasis, el speed y la ketamina también son conocidos. Aunque esto no es exactamente Berlín o Ámsterdam, en cuestiones de droga, la mayoría de los milaneses cree que una «raya» es una especie de pez tropical. Así que lo sentimos por vosotros.

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Foto vía

Milán es la ciudad donde a Berlusconi le golpearon en la cara con una reproducción en miniatura de la catedral de Milán, así que estamos acostumbrados a los movimientos políticos extravagantes. Durante la década de 1970, hubo episodios de violencia callejera y atentados terroristas por parte de grupos de izquierdas y de derechas en un período al que se le dio el nombre de los Años de plomo, y la ciudad en la actualidad sigue dividida políticamente. La mayoría son de izquierdas aunque la derecha está ganando cada vez más adeptos. Los partidos políticos de uno y otro bando tienen sus sedes en la ciudad, aunque solo suelen hacer apariciones en público cuando se celebra algún evento importante.

La ciudad también cuenta con una multitud de grupos de ideologías distintas, cada uno con su propio espacio. Empezando por el sur, en Via Conchetta encontrarás Cox18, una casa okupada de izquierdas fundada en 1976. Ofrecen cerveza a un precio razonable, conciertos de ritmos balcánicos y una zona exterior diseñada especialmente para molestar a los vecinos. Si te gustan los libros y la gente con barba, has venido al lugar adecuado.

A unos pocos kilómetros de allí tienes Vittoria, un edificio okupa donde puedes hablar sobre feminismo mientras bebes vino en un vaso de plástico. Más al norte está Macao, el centro okupa de los artistas milaneses. Antes era un matadero y ahora se utiliza para perfomances y exposiciones de arte y es un buen lugar para tomar una copa tranquilamente. No te darán mucho la brasa hablando de política en el Macao, aunque quienes lo gestionan son indudablemente de izquierdas.

El norte de la ciudad también está dividido a partes iguales por grupos de izquierdas y de derechas. Aquí encontrarás el Presidio (de derechas), el T28 (de izquierdas), el Leoncavallo (de la clase media de izquierdas) y el Torchiera (de los aficionados al reggae de izquierdas). El Presidio es la sede local de Forza Nuova, un partido italiano de extrema derecha. El mostrador está cubierto de banderas con la cruz celta, y cada jueves toca algún grupo skinhead. El T28 es un centro social okupa que no está muy lejos de la plaza de Loreto. De tendencia izquierdista, parece que vaya a venirse abajo de un momento a otro y siempre hay vino de sobras para dar y tomar. El Leoncavallo es un histórico edificio milanés okupado que celebra reuniones políticas los lunes y el resto de la semana es un local de goa, dub y electro psy. Más al norte está el Torchiera, una antigua granja junto a un cementerio y un campamento gitano, donde puedes escuchar reggae y drum'n'bass y beber sangría.

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Erba Brusca

Alzaia Naviglio Pavese, 286, 20142

«Tienen una comida casera que es la hostia!» sería una forma poco apropiada pero exacta de describir este atractivo y tradicional restaurante milanés que cultiva sus propias hortalizas. Vale la plena desplazarse tan lejos para probar su menú degustación de seis platos de 40 €. Si te sientes bucólico pero no quieres ir hasta Erba Brusca, prueba Un Posto a Milano que es una auténtica granja en pleno centro de la ciudad.

Osteria Alla Grande

Via delle Forze Armate, 405

Todos los diseñadores de páginas web del planeta podrían aprender algo de quien decidió que la mejor manera de dar publicidad a una trattoria milanesa tradicional era poner una imagen del dueño en gayumbos con una estatua de un águila cubriendo sus partes nobles. Aquí se sirven toda clase de platos y se sigue una política estricta contra las hamburguesas y demás comida basura.

Trattoria Sabbioneda Da Romolo

Via Alessandro Tadino, 32, 20124

Si siempre has soñado con tener una abuela italiana, (un sueño un poco extraño, ¿para qué vamos a engañarnos?), este lugar ofrece platos tradicionales y sencillos tal y como los cocinarían nuestras abuelas. Para completar la experiencia, los camareros no son nada amables y el chef, Romolo, da miedo. Probablemente tengas que reservar ya que es un sitio muy conocido porque nos encanta ir donde los camareros nos tratan mal.

Luini

Via Santa Radegonda, 16, 20121

Las pizzerías en el centro de la ciudad son trampas para desplumar turistas que venden burdas imitaciones de nuestro plato más famoso. Evítalas a toda costa. Si quieres saber cómo es una pizza italiana de verdad, prueba una de Spontini o una auténtica pizza al estilo napolitano en Tegamino. Para comer como un milanés, ve a Luini's y pide panzerotti. Son parecidos a las empanadillas aunque en realidad son calzone en miniatura y son buenísimos. En Luini’s no te puedes sentar, así que haz como la gente de aquí y cómetelos en la plaza que hay cerca mientras ves pasar a la gente del mundillo de la alta costura.

Valà

Daniele Crespi 14 (angolo Cesare da Sesto) 20123

Dos chicas jóvenes de Palermo y Módena dirigen este negocio cerca de Porta Genova donde ofrecen un menú distinto cada día. Si vas allí, el menú diario incluirá platos de Sicilia, comida vegana y la famosa crescentina de Modena, un delicioso pan relleno de pesto, carne o queso. Si te gusta la comida vegetariana, tienes una opción más sofisticada en el Ghea, en Porta Genova, o en el restaurante Alhambra en Porta Venezia que es mucho más económico.

Básicamente, en Italia no te vas a morir de hambre.

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Chuleta milanesa

Las chuletas de ternera rebozadas aquí son muy populares. Si quieres demostrar tus conocimientos sobre Milán, aunque esto no impresione a nadie, prueba a pedir una «Oreja de elefante», una extravagante expresión coloquial que se basa en el hecho de que si miras las chuletas desde un determinado ángulo y entrecierras un poco los ojos, se parecen un poco.

Risotto milanés

Bueno, ya sé que el risotto no es exactamente un «plato exótico» que tengamos aquí, pero somos italianos. Todo el mundo se ha apropiado de nuestra comida, así que no nos quedan muchas más sorpresas que mostrar. De todos modos, preparamos el risotto mucho mejor que en cualquier otro lugar, así que jódete.

Casouela

Sabemos que un plato que se prepara con sobras de cerdo y coles de Saboya quizá pueda parecer repugnante, y admitimos que tiene un aspecto que parece que sean desechos químicos, pero tiene un sabor buenísimo.

Pizza

¿Crees que ya sabes lo que es una pizza? Sí, seguro que probablemente sabes lo que es una pizza, pero nosotros la inventamos. Mis favoritas son la pizza al estilo napolitano, la suave y esponjosa original, la fina y crujiente pizza al estilo romano y la panzerotti que, como ya te hemos dicho antes, es como un mini-calzone. Pero hay muchas más. De hecho, la única clase de pizza que no encontrarás aquí es la que tiene pequeñas hamburguesas con queso cocidas en la corteza.

Negroni Sbagliato

Para beber como alguien de aquí, pide un Negroni Sbagliato como aperitivo. Esta variante del clásico cóctel italiano se inventó en el Bar Basso de Milán y es básicamente un Negroni con vino prosecco en lugar de ginebra. Otra bebida habitual es el Spritz, que se prepara con vino prosecco, bitters con alcohol y agua mineral con gas, aunque este viene de Venecia, así que no es tradicionalmente milanés. De cualquier manera, estamos haciendo todo lo que podemos para reivindicar el uso del prosecco en despedidas de solteras y en primeras citas.

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Muchos de los mejores lugares para tomar una copa en Milán se encuentran en la zona de Ticinese-Porta Genova-Navigli cerca del río Darsena, conocido por tener tanta cocaína como la que hay en las aguas residuales de Londres. Así que mejor no beber el agua de ese río y empezar la noche en Via Vigevano. Aquí encontrarás el bar Peppuccio, que a pesar de que por dentro tiene un aspecto lamentable, se encuentra en pleno centro de la movida milanesa. También en Via Vigevano encontrarás el Cape Town, donde van todos los hipsters de Milán. También tienes cerca un bar de zumos de fruta estupendo llamado La Susina, aunque a) sólo abren de día y b) esta es una guía para ir de copas, así que pasamos un cojón de los bares que sirven zumos de frutas.

Lejos de Navigli, vale la pena darse una vuelta por la zona pija de Porta Venezia aunque solo sea porque es el mejor lugar para socializar con gente de todo el mundo que ha venido a vivir a Milán. Tenemos una gran comunidad eritrea y si has venido de Eritrea seguro que estás muy orgulloso de encontrarte también en Italia, quizá por eso un lugar estupendo al que puedes ir es el One Love Cafè. También te recomendamos el Bar Picchio en Via Melzo; no han cambiado ni aparentemente limpiado nada desde la década de 1950, pero los cócteles son muy baratos.

El barrio de Isola, como su nombre sugiere, es una zona aislada lejos del centro de la ciudad que debes visitar. Hace diez años estaba vacío, pero ahora está repleto de bares atípicos y con una elegancia radical. Te recomendamos el Frida, el Blu y el Deus Ex Machina.

Sólo hay dos bares buenos en Ortica, aunque vale la pena visitarlos. El poco común Santeria es un bar, un restaurante, una tienda y una zona de trabajo donde muchos milaneses se reúnen para tomar un aperitivo o un brunch. El segundo lugar es el Balera dell'Ortica que, desde que terminó la guerra y empezó el «Baby Boom», ha sido el punto de encuentro de todos aquellos que se consideran modernos.

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Aquí los taxis son demasiado caros y desplazarse en transporte público es como hacer un viaje al infierno, así que más vale que te alojes en algún sitio céntrico para no tener que utilizarlos. Nuestra primera recomendación sería el Ostello Bello (a partir de 35 € la noche en una habitación compartida). Está en pleno centro de la ciudad y sus jóvenes propietarios lo han dotado de un aspecto muy moderno. También han organizado algunos conciertos a los que incluso asiste la gente de aquí, así que también es una buena manera de a) asentir mientras escuchas algunas canciones que no conocías y b) socializar con la fauna local.

Por otro lado, puedes hacerte una idea de lo que sería la vida si hubieras tomado los hábitos si te alojas en el Monastery Hostel (a partir de 26 € la noche en una habitación compartida), que se encuentra en un ala de un convento franciscano. Es totalmente independiente de la iglesia así que no te preocupes si eres gay, judío, transexual, si la persona que te acompaña no es tu mujer, si tienes una relación clandestina con un buey, o cualquiera de las muchas otras cosas a las que se opone el Vaticano.

El Biocity Hotel (a partir de 60 € la noche por una habitación) en la zona de la Estación Central es un sitio correcto. Alejado del bullicio de la gran ciudad es un lugar que, como su nombre indica, ha hecho todo lo posible por ser respetuoso con el medio ambiente. De este modo, compensarás todas las emisiones tóxicas que has generado viniendo hasta aquí durmiendo en un lugar con una nula contribución al calentamiento global.

Si odias la naturaleza, o si prefieres alojarte en la zona más marchosa de la ciudad, te recomendamos que vayas al BB Hotel Navigli (a partir de 63 € la noche por una habitación). Dispone de habitaciones elegantes y modernas aunque lo más importante es que si pusieras en una diana un mapa de Milán, este hotel estaría justo en el centro.

Obviamente, aquí también tienen AirBnB.

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Quizá te sorprenda saber que una ciudad que ha estado dominada por la iglesia católica durante los últimos dos milenios no tenga una escena gay muy prometedora. Aun así, todavía hay sitios que vale la pena visitar. Los viernes puedes ir al Q21 en Via Padova, mientras que los sábados te recomendamos que visites el Glitter Club. Avanzada la noche, dirígete al VERBOTEN en Queens Club, donde está prohibido hacer fotografías o utilizar los teléfonos móviles.

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San Bernardino alle Ossa

No es que sea precisamente un lugar divertido, pero si te gusta el heavy metal te recomendamos que te des una vuelta por la capilla que hay en la plaza de Santo Stefano, construida sobre un cementerio y decorada con cráneos y huesos de verdad. Sin duda la iglesia del siglo XIII más metalera que existe. En su interior encontrarás una cruz gigante hecha de cráneos. Sí, has oído bien: ¡una puta cruz gigante hecha de cráneos humanos!

Trattorias milanesas

Eso de la dieta “saludable” italiana no es verdad. Especialmente en lo que respecta a la cocina del norte, donde hasta las verduras se suelen cocinar con manteca de cerdo. Aún así, todavía hay sitios donde ir porque todo el mundo está de buen humor cuando se ha hartado de comer manteca de cerdo.

Bagatti Valsecchi House

Si te quieres hacer una idea de cómo habría sido tu viaje allá por el 1500, aquí podrás ver una amplia variedad de obras de arte y antigüedades de los siglos XVy XVI. Para completar el efecto, haz pedazos tu iPhone, rompe tus tarjetas de crédito y contrae la tuberculosis.

Frip

Si quieres pasar por un verdadera milanesa, debes hacer dos cosas: 1) Nunca camines descalza cuando estés borracha o cansada de llevar zapatos de tacón alto (las italianas morirían antes que hacer algo así) y 2) Haz una visita a Frip, en la zona de Ticinese, donde puedes estar segura de que estarás en el lugar más fashion de la moda milanesa contemporánea. No podremos cambiarte el careto, pero haremos todo lo posible para que dejes de vestir como una quinceañera adicta a la Playstation que no hace más que comer Doritos.

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Los carteristas italianos han elevado a la categoría de arte su profesión, y Milán es la capital del arte. Vigila tus bolsillos y bolsas, especialmente en estaciones de trenes abarrotadas. Hay carteristas de todo tipo, incluso adolescentes y niños. Los robos cuando estás distraído son muy comunes, así que incluso los aparentemente refinados clientes de un bar o una discoteca podrían robarte la cartera o el teléfono móvil si se lo pones a huevo.

Un problema para las mujeres en Milán, que por desgracia es muy habitual, es el acoso sexual en los transportes públicos. Desde capullos que intentan meterte mano como si lo hicieran sin querer a acciones mucho más obscenas y explícitas. En realidad, da igual que vayas vestida como una monja o como una stripper. Por regla general, intenta mantener las distancias con los grupos de hombres que te miren y hagan comentarios sobre ti, ya que te vas a encontrar con muchos, y mantente cerca de los empleados de los servicios públicos como, por ejemplo, los conductores de autobús, que serán tus ángeles de la guardia. Los acosadores me dan mucha pena, son lo peor.

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En Milán no hay tantos turistas como en Roma o Florencia, supongo que debido a la austeridad que se respira en el ambiente. La mayoría de turistas se pueden dividir en dos categorías. A los primeros es difícil odiarlos, aunque te los encuentras por todas partes: familias que avanzan a paso lento por la Plaza del Duomo y la Galería Vittorio Emanuele, donde dan vueltas mientras pisan los genitales del toro de mosaico que hay en el suelo porque dicen que trae suerte y que quien lo hace vuelve a Milán. Pero los segundos, los segundos nos ponen como una moto. Son las hordas de gente obsesionada por la moda que llegan a Milán para empañar con su aliento los escaparates de las tiendas de ropa más prestigiosas. Así que, cuando vengas aquí, no pierdas el tiempo mirando las lujosas tiendas del aeropuerto de donde saliste, busca algo diferente, especialmente si te gusta la moda.

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Duomo los sábados, especialmente en Carnaval

La Piazza del Duomo, la Galería Vittorio Emanuele y la Via Torino tienen la mayor concentración de tiendas de moda de todo el mundo. Aquí es donde todos los adolescentes aburridos de Milán acuden en masa los sábados por la tarde. Durante el Carnaval llevan botes de espuma de afeitar, lo que sin duda es algo muy divertido pero totalmente humillante si es a ti a quien rocían con dicha espuma.

Corso Como

Esta calle empieza en la estación de tren de Porta Garibaldi y termina en el elegante barrio de Brera. Las discotecas aquí están llenas de cuarentones salidos dedicados a la caza de la figa (el equivalente italiano del “conejo”).

Eataly

Eataly es conocido como el lugar donde comprar la comida italiana más cara. ¿Sabes dónde puedes también encontrar comida italiana estupenda en Italia? EN CUALQUIER SUPERMERCADO. La mayoría de ellos tienen unos precios tan bajos que dejarían helado hasta a un ruso de la estepa siberiana.

La línea de autobús 90 después de las 23:00

Hasta no hace mucho, el 90 era el único autobús que seguía en funcionamiento después de la una de la mañana. Conecta todas las zonas más marginales de Milán, y si subes a él después de las 23:00 es muy probable que te encuentres con alguien que va desnudo, vomitando o ambas cosas a la vez.
Cualquier bar con una máquina tragaperras

Las máquinas tragaperras están convirtiendo cada vez a más personas en adictos al juego en toda Italia. Evita en la medida de lo posible ver este trágico espectáculo de gente arruinada entregando sus últimos euros al Estado, es muy deprimente.

Taxis

Montar en un taxi en Milán es asistir a una conferencia de media hora en la que pondrán a parir cualquier otra alternativa (como el servicio de coches de Uber) mientras observas, completamente inmóvil, como el taxímetro te deja en la ruina más absoluta.

Las peores personas de Milán son los pijos que hay por el Corso Como cuando no están estudiando Economía en la Universidad de Bocconi con la esperanza de ser en un futuro los nuevos Berlusconi. Lo único que aman más que a sí mismos es hablar con los turistas, así que ve con cuidado.

También aléjate de los estudiantes de diseño de moda, porque están convencidos de que ser un diseñador de moda milanés les da el derecho de cambiar el look de cualquiera. Si no te quieres fundir todo tu capital en un viaje, haz todo lo que puedas para evitar también a los taxistas, que son unos auténticos cretinos.

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Propinas

En Italia no es necesario dejar propina. A ver, evidentemente un trabajador jamás rechazará una propina, pero seamos claros: los italianos no dejan propina. O por lo menos no para cosas simples como un taxi, un café o una pizza.

Frases útiles

Hola: Ciao
Guapa o guapo: Bella o bello
Gracias: Grazie 
Dame un besito: Baciami
Gracias señor que ya no eres el Primer Ministro de Italia: Grazie, Berlusconi
Idiota: Coglione 
Pedazo de mierda Pezzo di merda 
¿Qué coño quieres?:  Che cazzo vuoi?

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Ciao! Arrivederci Piggy,

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