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Cultură

La guía VICE de Siria. Parte 4

Algunos de los temas más importantes para empezar a entender las complejidades del conflicto en Siria.

Ilustraciones de Mike Taylor

Hemos confeccionado esta guía con la intención de condensar los hechos extraídos de las miles de páginas de libros de consulta, biografías, textos religiosos, informes de primera mano, reportajes y otras fuentes de información que hemos consultado para realizar nuestro número Especial Siria, que pronto tendréis en vuestras manos. Podríamos haber incluido varias docenas de entradas más, pero, en nuestra opinión, los temas tratados aquí abajo son los más importantes a la hora de empezar a entender las complejidades del conflicto.

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MUJERES

Para muchas mujeres sirias jóvenes, la hierba crece más verde en Líbano. Se percibe Beirut como un efervescente bastión de la liberalidad y la libertad de expresión, un lugar donde las presiones familiares se quedan en el camino y los clubs de baile abren toda la noche. Para otras, Líbano representa una necesaria fuga de la claustrofóbica realidad para las parejas en Siria, o un discreto lugar para un encuentro de fin de semana.

La Constitución siria garantiza la libertad religiosa de todos. Las mujeres son libres de vestir como quieran; la elección de cubrirse o no cubrirse –y cuánto se deja a la vista– es personal y se basa por lo general en las tradiciones de cada familia. Cristianas y musulmanas vestidas de formas muy diferentes se dejan ver juntas. El hiyab se suele reservar para compromisos formales, donde se lleva por razones más culturales que religiosas. En todo el país pueden verse madres con niqab (un velo en el rostro en conjunción con un hiyab) caminando al lado de sus hijas con el rostro descubierto y mochilas de Hello Kitty. Mujeres cubiertas de forma moderada compran en los souks locales junto a amigas no cubiertas. Todo muy informal.

Las mujeres cristianas sirias tienen reputación, justa o no, de mostrar las curvas con que Dios las ha bendecido. Los pantalones ceñidos y las camisas escotadas vuelven locos a los hombres de cualquier confesión. En Siria, tanto los cristianos como los musulmanes dan gracias a Dios por la invención de los jeans ceñidos. Algunos musulmanes conservadores encuentran ofensivo que las “chicas cristianas vistan pantalones apretados” porque pueden provocar pensamientos impuros y pecaminosos, pero la mayoría de ellos lo agradecen, aunque no lo digan.

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LENCERÍA

Se considera a Siria como uno de los países de Oriente Medio más atentos a la moda. A los hombres les gustan los trajes elegantes, las camisas deslumbrantes a lo Ed Hardy y las Nikes de edición limitada, pero la mayoría de las prendas que se fabrican en el país están dirigidas a las mujeres: pañoletas de colores, abayas (largas túnicas) cubiertas de accesorios y una enorme cantidad de ropa interior tecnologizada y de fantasía. Las mujeres sirias aman la lencería por las mismas razones que todas las mujeres aman la lencería desde tiempos inmemoriales: les hace sentir bien con ellas mismas y evita que los hombres se extravíen. La mayoría de mujeres occidentales se pondrían coloradas si su futura suegra les regalara un tanga de peluche con LEDs y una entrepierna que mágicamente se abre al dar una palmada y gritar “¡Ábrete, Sésamo!”, pero en Siria este comportamiento es totalmente aceptable. En las fiestas de despedida de soltera, los regalos pueden consistir en unos panties con plumas y borlas, sujetadores con lentejuelas y estampado de pitón, o un teléfono móvil vibratorio preparado para cubrir las partes íntimas femeninas. No hay nada que sea tabú en toda esta lencería chabacana, ya que se supone que sólo van a verla los maridos.

MEZQUITA DE SAYYIDAH RUQAYYA

La muerte del profeta Mahoma en el año 632 provocó la escisión de sus seguidores e hizo de catalizador de la división sectaria entre suníes y chiíes. Los chiíes creían que el primo de Mahoma, Alí, debía tomar el poder, mientras que los suníes apuntaban a Abu Bakr, su suegro y más cercano compañero. Abu Nakr salió vencedor de la disputa política y ascendió al califato, dando inicio a 1.500 años de dominio suní y resentimiento chií. Para agravar las cosas, el hijo de Alí, Hussain, fue asesinado y decapitado, y la tataranieta de Mahoma, Sayyidah Ruqayya, fue encerrada en una prisión y después asesinada a la tierna edad de cuatro años.

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Hoy en día los chiíes llegan en autobuses desde todas partes (en especial desde Irán) para ofrecer sus respetos en la opulenta mezquita en Damasco levantada en el lugar donde fue sepultado el cuerpo de Sayyidah Ruqayya. Como recordatorio de la injusticia de su asesinato, los peregrinos, vestidos de negro, dejan juguetes en la parte superior de su tumba. Tras estos actos de piedad religiosa, los peregrinos hacen un alto en la mezquita de Sayyidah Zaynab (el nombre de la hermana de Hussain) antes de emprender el largo viaje en autobús de regreso a Irán.

RAMI MAKHLOUF

Es probable que la mayoría de los no sirios desconozcan por completo su nombre, pero a Rami Makhlouf se le tiene en el país como la imagen misma de la corrupción y el nepotismo. Tan grande es la mala fama del más poderoso hombre de negocios en Siria que es habitual que se alteren refranes populares con objeto de infamarle. Resulta que también es primo por parte de madre de Bashar al-Assad. Apoyándose en el mafioso sistema de patronaje del régimen, los negocios de Rami –inmobiliarias, banca y Syriatel, una de las dos compañias de telefonía móvil del país– prácticamente monopolizan el 60% de la economía siria. Se estima que su fortuna personal asciende a unos seis mil millones de dólares. En el país muchos le consideran un ladrón y un representante de los problemas que han hecho que la riqueza de Siria está concentrada en las manos de unos pocos elegidos.

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En una entrevista para Reuters en 2011, Rami aseguraba que se retiraría de los negocios en Siria y que destinaría gran parte de su fortuna a obras de caridad. Una parte clave de este voto suyo era el de vender el 40% de su participación en Syriatel. En la oposición ponen en tela de juicio su compromiso con la causa de la filantropía, y es probable que con razón: informes publicados en Al-Akhbar sugieren que Rami podría haber estado comprando importantes paquetes de acciones de varios bancos a lo largo de 2012.

CIRUGÍA PLÁSTICA

El Ministerio de Salud regula el precio de las operaciones de cirugía estética en el país. Una rinoplastia cuesta en Siria entre 700 y 800 dólares, una tercera parte de lo que costaría en Europa. Y por un poco más, puedes ponerte unas tetas falsas gigantes. El problema es que lo que obtienes se ajusta a lo que pagas: la cirugía plástica en Siria es notablemente chapucera. En Beirut, si tu nariz parece como si hubiera quedado atrapada en una picadora de carne, suele decirse: “Probablemente se lo hizo en Siria”. Muchos cirujanos carecen de licencia y realizan sus “operaciones” en consultorios no esterilizados.

En Siria también puede realizarse una forma de cirugía menos extendida: por 17 mil dólares, las mujeres de Oriente Medio pueden hacer que sus ojos marrones sean verdes o azules. Los médicos hacen una incisión directamente en el ojo, extraen el iris y lo reemplazan por una prótesis. Si la operación va mal, la paciente queda ciega. El Ministerio de Salud sirio lleva tiempo intentando imponer un control en el superficial mercado de las operaciones estéticas, pero dado que Siria se encuentra en un estado de guerra perpetua, la demanda de cirugía plástica barata, de forma comprensible, ha disminuido.

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COMIDA Y RESTAURACIÓN

La posición de la ancestral ciudad de Alepo como una potencia culinaria puede atribuirse a su privilegiada localización en la Ruta de la Seda, y su cocina se podría calificar de fusión de antiguos ingredientes. Los chefs de la región han tenido acceso durante siglos a la mayor variedad de especies, grano, verduras y vegetales que el mundo otomano puede ofrecer.

Antes de que la guerra civil devastara grandes zonas de Alepo, no había mejor lugar donde probar la alabada cocina de la ciudad que el vecindario armenio de Jdeidh. Beit as-Sissi, o Casa Sissi, se consideraba unánimemente como uno de los mejores restaurantes del país; allí se servía uno de los más deliciosos kebab karaz (carne de cordero especiada con salsa de cereza) sobre la faz de la Tierra antes de que ardiera hasta sus cimientos a principios de octubre. Su patio al aire libre estaba rodeado de comedores privados separados por paneles de madera.

Uno de los principales historiadores expertos en Alepo, Abraham Marcus, nos contó recientemente: “Beit as-Sissi ofrecía el ambiente perfecto. Representaba lo mejor de la arquitectura tradicional de la ciudad: sobrio y elegante, con sólidos muros de caliza cuya pátina dorada y delicados relieves te rodeaban con su calidez. En los últimos años se había dedicado mucha atención y dinero a la restauración de este y otros edificios históricos de Alepo. Ahora, una ciudad que era un ejemplo de preservación histórica se ha convertido en un escenario de devastación”.

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VIDA GAY

Si quieres algo de caliente acción homosexual en Siria, no hace falta que mires más lejos de las hammam (casa de baños) gay. Al igual que cualquier spa, las hammam tienen habitaciones privadas y son una alternativa más barata y discreta a los hoteles. Sin embargo, desde 2010 los propietarios de hammam se han vuelto más reticentes a la presencia de recién llegados debido a los frecuentes registros policiales. Muchos gays han vuelto a hacer cruising en los parques.

Los hombres gay solían reunirse y hacer vida social con libertad a pesar de una ley siria que, técnicamente, ilegalizaba la homosexualidad. La policía flexionó sus músculos homófobos aplicando medidas drásticas contra los hammam; un objetivo fácil, puesto que en Oriente Medio se considera despreciable ser gay. Según Mahmoud Hassino, editor de la revista gay Malaweh, en abril de 2010, 25 hombres homosexuales fueron arrestados, violados y torturados durante tres meses.

ANTIGÜEDADES

Las ciudades, pueblos, aldeas y desiertos sirios están cubiertos de restos antiguos. Durante siglos se han construido en Siria reinos encima de reinos: hititas, griegos, romanos, persas, bizantinos, árabes, cruzados, otomanos y franceses, en algún momento de la Historia todos han tenido alguna fortaleza en la región y dejado monumentos a sus respectivos legados.

Un ejemplo perfecto es la famosa mezquita de Umayyad, en Damasco, contruida como templo arameo hace 3.000 años. Cuando Roma conquistó Damasco en el año 64 DC, cambiaron el propósito del lugar, haciendo de él un altar en honor a Júpiter, el rey de los dioses. El templo se convirtió en iglesia hacia finales del siglo IV, y en mezquita en el año 706.

Los descubrimientos arqueológicos son habituales en la estepa siria. En la década de los 70 del siglo pasado, se descubrió cerca de la frontera con Turquía el asentamiento de Tell Qaramel, de doce mil años de antigüedad. Los arqueólogos destaparon cinco enormes torres de piedra construidas dos mil años antes que la torre de Jericó, la que se tenía previamente como la torre más antigua sobre la Tierra.

La lista de la UNESCO de lugares protegidos como patrimonio de la humanidad incluye seis monumentos históricos en Siria: las antiguas ciudades de Alepo, Bosra y Damasco, regiones del norte de Siria, el castillo cruzado de Crac des Chevaliers con su ciudadela en Qal’at Salah El-Din y el antiguo pueblo desértico de Palmyra.

Cinco de estos lugares protegidos por la UNESCO han sufrido graves daños a causa del conflicto. La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, hizo público recientemente un comunicado diciendo, “La mezquita de Umayyad, el corazón de la vida religiosa de la ciudad y una de las más hermosas mezquitas del mundo árabe, se encuentra en un grave peligro de cuya extensión carecemos todavía de datos. En el norte de Siria, la región de las Antiguas Aldeas, inscrita en la lista de Patrimonios de la Humanidad en 2011, ha sido gravemente dañada y parece que el complejo bizantino de Saint-Simeon, de incalculable valor histórico, podría también haber sufrido daños”.